—Se supone que debes quitar esa cara, Daen —Lo regaño, dejándome caer junto a él en aquellas sillas de espera. Justo ahora, estar dentro de un hospital, mantenía mi nerviosismo a raya. Él no podría entrar aquí y dañarnos. No era tan estúpido—. Ya me quitarán los puntos y podre dejar de quejarme cuando me duelan.
Daen me observa por un segundo y luego larga un suspiro. Sus hombros parecen relajarse un poco y, en silencio, dejo caer mi cabeza sobre uno de ellos.
Habían pasado 8 días desde el fatídico día, y era hora de remover los puntos que mantenían unidas mis heridas.
—Sólo quiero regresar al hotel —Suelta. Esta de mal humor, lo noto en la forma en la que su ceño se frunce. Había notado aquellas pequeñas expresiones que denotaban cambio de humor en el tiempo que pasábamos en aquella habitación de lujo—. No me gustan los hospitales.
—Concuerdo contigo —Estaba de acuerdo con él. La última vez que había pisado un hospital era cuando tenía 8 años. Luego de aquel trágico accidente del cual mi padre me había contado, pero aquello había sido otra mentira más—. Odio el olor a desinfectante.
El castaño a mi lado no responde, es más, debo fijar mis ojos en él para asegurarme de que sigue respirando.
Sus ojos se enfocan en un punto neutro, como si estuviera recordando algo que no es de su agrado. Como si aquel recuerdo, sólo lo perturbara un poco más.
—¿Daen?
—La última vez que estuve en un hospital te vi en una cama... —Su voz es ronca y más baja de lo normal—. Estabas conectada a varias maquinas y no podías respirar por tu cuenta...
—Daen —Llamo su atención. Gira su rostro con rapidez en mi dirección, y creo que está a punto de llorar. Sus ojos se encuentran rojos, y es cuando me doy cuenta que está luchando contra las lagrimas—. Estoy aquí.
No sé que más decir para quitar esa expresión de su rostro. Luego de unos segundos, él asiente, y todo parece volver a la realidad.
Nos quedamos sentados hasta después de 20 minutos, en los cuales ambos solo jugamos con nuestros dedos. Daen aprieta mis dedos con suavidad, y yo lo dejo continuar.
Simplemente no quería dejar que aquel recuerdo se filtre en su mente.
—Daen, Hel, es su turno —Mi cabeza se levanta y observo al médico de mi padre a unos cuantos pasos frente a nosotros. Daen es el primero en levantarse y tirar de mi mano para ayudar a levantarme—. Perdón por la demora, tuve que terminar con una operación antes.
—No hay problema. —Aseguro, regalándole una sonrisa al hombre entrado en años. Su nombre aun se escapaba de mi mente, pero no le doy importancia, él único que intercambiaba información importante con él era Daen, y justo ahora, era lo menos que ambos queríamos hacer.
Seguimos al médico a través del pasillo, hasta dar con una puerta celeste, el se encarga de abrirla, y dejarnos pasar para luego cerrarla a sus espaldas.
—Necesito que te recuestes en la camilla, Hel, yo iré por las cosas que necesito.
Asiento, esperando a que el abandone nuevamente la habitación. Daen hace una mueca al observar la habitación mientras yo subo a la camilla. El castaño posa los ojos sobre mí.
—Debes dejar de hacer cosas estúpidas, Hel —Dice, su voz es severa, pero sé que no está enojado—. No quiero volver aquí.
—Lo intentaré. —No puedo evitar que mi voz suene con burla. Daen me lanza una mala mirada, pero cierra la boca en cuanto la puerta vuelve a abrirse. Un chico de unos 23 años ingresa en la habitación, y ambos lo observamos.
ESTÁS LEYENDO
KILLER © |SIN EDITAR|
Acción"Con solo un paso, él sabrá tu destino. No le dicen Killer por nada." Portada perfecta: @GDanyelle Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación...