—¿No tienes blusas más largas? —La voz de Daen me desconcentra de mi trabajo, haciéndome levantar la cabeza. La chaqueta negra cubriendo sus hombros tensos me hacía saber que no le gusta ver el vendaje en mi brazo.
—No —Respondo, verdaderamente incomoda. Toco las vendas que cubren las heridas a un frescas, y una mueca se apodera de mis labios ante el recuerdo de hace dos días—. Puedo quedarme aquí, estaré bien.
Sus labios forman una línea dura, y sabia que después de aquel acto de "valor", él no despegaría los ojos de mí. —Ya vuelvo.
Cierro la boca, observando algo confundida al castaño que abandona mi habitación. Con un suspiro, termino por poner las botas altas en mis pies. Tener que bajar de la habitación para comer algo, era algo tedioso.
No quería salir.
No después de lo que pasó.
Daen aparece un momento después, sujetando una de sus camisas blancas en su mano.
—Póntela. —Mi ceño se frunce en cuanto cojo la camisa entre mis manos, la examino por un momento, y vuelvo a posar los ojos sobre el alto chico frente a mí.
—Daen —Me rio, intentando aligerar el ambiente—, esta camisa me quedara enorme.
—No quiero ver tus vendas —Dice, como si el simple hecho de tener parches en mi piel, lo incomodara—. Sólo póntela.
—Daen...
—No quiero recordar lo que paso —Me corta, observándome con intensidad—. No quiero tener el recordatorio de que te lastimaron de nuevo por mi causa. Úsala, por favor.
La mirada en sus ojos me dice que no quiere pelear y, por un momento, siento la preocupación que transmite con aquella mirada azul que me había cautivado cuando era niña.
Sin decir una sola palabra, me coloco la camisa sobre la blusa que me había colocado con anterioridad.
La gran camisa blanca es del doble de mi tamaño, pero termino arreglando un poco más para que cubra mis vendas.
Una vez que termino, sonrió con dirección a Daen y doy un giro sobre mi lugar. Cuando enfoco nuevamente sus ojos, este está mucho más tranquilo, se acerca a mí y tira del cuello de la camisa con suavidad.
—Eso dejará en claro que tienes dueño.
—No soy un objeto, Daen. —Murmuro, intentando sonar enojada, pero él se limita a encogerse de hombros. Se inclina un poco a mi dirección, y me observa con algo de diversión en sus ojos.
—Cariño —Suelta, paseando su mirada de mis ojos a mis labios—, eres mía desde que pusiste un pie en la oficina del abogado.
No puedo evitar reír cuando sus labios se presionan contra los míos y me envuelve en un suave abrazo. Aun cuando intentaba seducirme, se veía frenado por mi estado. El hecho de tener 8 puntos cubriendo mi estomago no lo había dejado feliz, en realidad, la rabieta que había formado el día anterior, me había dejado completamente avergonzada ante el médico personal de mi padre.
—Estoy bien —susurro en cuanto intenta alejarse de mí. Mis brazos se enredan en su cuello, y tiro de él aun más cerca de mí—. Lo prometo.
Un suspiro contrae su pecho y lo siento pegar su cuerpo aun más al mío. Mi cabeza descansa contra su pecho mientras la barbilla del castaño descansa sobre ella.
El recuerdo de mi padre entrando en mi habitación listo para la charla de chicos, me hace reír.
—¿De qué te ríes?

ESTÁS LEYENDO
KILLER © |SIN EDITAR|
Action"Con solo un paso, él sabrá tu destino. No le dicen Killer por nada." Portada perfecta: @GDanyelle Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación...