La carta

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Habia llegado a casa hace casi dos horas, pero la revista había quedado olvidada sobre mi escritorio, y es que no podía simplemente rasgar la bolsa y leerla sin más. Tenía que ser en el momento perfecto donde nada ni nadie me interrumpieran.

Estuve ayudando a mamá con la limpieza y a preparar la cena, a eso de las siete y media papá llegó del trabajo junto a Mabel, después de todo no se había quedado en casa de sus amigas. Cenamos juntos como todos los días hasta que dieron las ocho y cada uno se fue a su dormitorio. Con el estomago lleno y sin nadie que me molestara me dispuse a leer mi tan preciado comic. Un placer culpable me invadió al momento de sacarlo de la bolsa, sentado en la cama y con el pijama puesto, aquella prometía ser una gran noche.

El reloj avanzaba de prisa y las hojas pasaban por mis manos, como siempre el trabajo era impecable, siempre esperaba el último día del mes para ver con que me sorprendería Bill, esta vez había sido lo mejor.

Cuando terminé de leerla eran las dos de la mañana y todo estaba en silencio, había repasado cada ínfimo detalle y hasta solté un par de lágrimas, la espera y la inmensa fila habían valido la pena, Bill Cipher siempre hacia que todo valiera la pena. Solté un suspiro satisfecho, no podía esperar a la siguiente edición. Cuando iba a ponerme de pie algo llamó mi atención.

Al reverso de la ultima pagina siempre vienen anuncios de otros trabajos de la editorial o simplemente promociones de productos y rebajas, nunca los tomaba en cuenta pero en esta edición había algo extraño. No eran portadas, solo un cuadro amarillo pálido con un triangulo de un solo ojo, el símbolo que casi siempre acompañaba la firma del autor. Tomé la revista para leerla más de cerca, casi me quedó sin aire cuando me enteré...

La editorial tiene el agrado de invitar a nuestro querido lector a participar en el exclusivo concurso para conocer a Bill Cipher, autor de la serie de comics " " el viernes 15 del siguiente mes. Los participantes deberán escribir una carta señalando las razones por las que él o ella quieren conocer al artista. Los ganadores serán escogidos por nuestro equipo y se les hará llegar personalmente la información con respecto a la visita.

Participa mandando tu carta a la dirección: Deer street 2497 Nueva York. Su respuesta llegará a más tardar el día 10 de enero.

-oh... por... dios... -leí la nota de nuevo, y por tercera vez para asegurarme que no me estaba volviendo loco o que la vista me fallaba a esas horas de la madrugada. El anuncio estaba ahí, no había duda, frente a mis ojos estaba la oportunidad de mi vida de conocer a Bill Cipher, el hombre que me había trastornado desde que era un niño.

No pude contenerme más y solté un grito al más puro estilo fangirl, y como si fuera poco bajé de la cama de un salto para salir corriendo hacia la habitación de Mabel. Ni siquiera me molesté en tocar la puerta, ella estaba dormida hecha un ovillo y abrazando un peluche gigante, salté en el colchón suficientemente fuerte como para despertarla.

-¿Qué...? ¿Dipper? –ella me miraba con sus ojos cafés iguales a los míos apenas abiertos, no le gustaba que la despertaran y en cualquier otra situación no me hubiera arriesgado a molestarla, pero se trataba de Bill, estaba dispuesto a recibir un golpe de Mabel con tal de contarle a alguien lo emocionado que estaba. -¿Qué pasa?

-conoceré a Bill Cipher

-¿estuviste soñando con él otra vez? –negué con la cabeza mientras le sonreía, luego extendí la revista por el reverso señalando el anuncio. Mabel lo leyó mientras luchaba por no quedarse dormida.

-¿puedes creerlo?

-supongo que sí, lo que no puedo creer es que me hayas despertado a las dos de la mañana por algo así.

-es el mejor momento de mi vida, tenía que compartirlo con alguien.

-¿no podías esperar hasta mañana? –dijo volviendo a acomodarse entre las mantas de su cama, ya me había levantado y estaba dando saltitos a su alrededor.

-lo hare...

-¿Qué harás?

-la carta, voy a empezar en seguida. –y ni siquiera me detuve a escuchar lo que iba a responder, tomé mi revista y volví a mi habitación. Saqué papel y lápiz dispuesto a empezar la carta que sería el inicio de mi nueva vida, una vida en la que conocería a Bill.

"Señor Cipher..." había comenzado, pero pronto me atacaron los nervios, ¿Qué se supone que iba a decirle? Si le confesaba que había estado soñando con él, un hombre que ni siquiera conozco en fotografía pensaría que soy extraño, pero si no sonaba suficientemente interesado no ganaría el concurso. Aquella pintaba para una larga, larga noche frente a la intimidante hoja en blanco.

-tal vez... si escribo varias cartas. –pensé, pero rápidamente lo descarté de mis opciones. En primer lugar hubiera sido imposible inventar suficientes identidades falsas y segundo, no podría dividir algo tan gigantesco y profundo como lo que sentía por el autor y todas las cosas que quería preguntarle. Solo escribiría una, la carta que definiría lo que pasaría conmigo. –demonios...

Será mejor que vaya preparando el café, estaría despierto un par de horas.

Save me (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora