Monstruo

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A lo largo de mi vida me había imaginado cientos de posibles escenarios en los que conocería a Bill Cipher, pero luego de ese momento me di cuenta de que por mas que me pasara imaginando como seria y lo que del diría nunca estuve realmente preparado para tenerlo frente a mí. No podía controlar el latido de mi corazón ni detener el temblor en mis piernas. El no había dicho ni una palabra así que decidí tomar su silencio como afirmación. –soy Dipper Pines.

-no me digas. –fue hasta el escritorio para tomar el teléfono, yo me quedé en silencio por miedo a interrumpir lo que sea que estuviese a punto de hacer. –muero de hambre, tráeme mi almuerzo Rita. –dijo al teléfono, luego de alguna forma recordó que también estaba ahí y se giró a mirarme fastidiado. –¿vas a comer algo, mocoso?

-ehh... claro.

-que sea comida para dos. –luego cortó violentamente dejando el teléfono en su lugar. –aun no me has respondido, ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

-y-yo, gané el concurso de la editorial... esperaba poder hacerle algunas preguntas sobre su trabajo. –Bill puso los ojos en blanco antes de dejarse caer en la silla giratoria, no había un lugar para que yo me sentase y el no parecía dispuesto a buscarme uno, así que me quedé de pie observando los bocetos en las hojas de papel desperdigadas por el suelo.

-no tengo todo el día, pregunta de una vez. –no sabía cómo explicarlo ni que pasaba por mi cabeza cuando decidí quedarme. Cualquiera en mi lugar hubiese tomado sus cosas para salir y nunca volver, después de todo ya es bastante malo que te traten así, pero cuando tu más grande ídolo lo hacia se sentían como mil cuchillos atravesándote el pecho. Con todo y eso no podía dejar de mirarlo y sentirme maravillado de estar a su lado. Mi sueño frente a mis ojos, llevándose la punta del lápiz a la boca y girando en la silla como un niño.

Mientras trataba de organizar las palabras en mi cabeza para no sonar como un loco desesperado, dejé que mi vista vagara por el escritorio, ahí estaba lo que sería el nuevo tomo de Gravity Heroes y yo no hacía más que mirarlo como si se tratase de un santo grial, pero entre todos hubo un papel que llamó más mi atención. En grandes letras negras se leía claramente "carta de renuncia" escrito en mayúsculas y con una fuente especialmente notoria, no había que ser un genio para saber de quién era.

-el hombre que acaba de salir... ¿va a renunciar?

-ya lo ha hecho. –dijo impulsándose hacia atrás. –creí que ibas a hacerme preguntas sobre el trabajo.

-lo siento, es que... no puedo creer que alguien quisiera renunciar a trabajar para la editorial. Es decir, es el mejor trabajo del mundo. –sentí su mirada recorriéndome el rostro, y aunque era presa de los nervios no pude hacer más que quedarme viéndolo, dejándole el paso libre para su indiscreción. –señor Cipher...

-No tienes cinco años mocoso, puedes llamarme solo Bill. –cualquier golpe me hubiera dolido menos, nunca nadie me había hablado así, o al menos nunca me había importado tanto, pero escucharlo a él... digamos que me dejaba mucho que desear. Y no sé si fue por mi típico positivismo idiota o las ganas de cegarme ante el nuevo Bill Cipher que acababa de descubrir, pero saqué mi libreta y lápiz de la mochila para acercarme lentamente a su escritorio.

-bueno... Bill. –dije aclarándome la garganta. –antes de empezar con las preguntas quiero que sepa que su trabajo siempre me ha inspirado muchísimo.

-ajá...

-y-y que espero algún día poder dedicarme a ser dibujante de comics. –le alcancé mi cuaderno de dibujos abierto, como parecía no tener ningún interés en cogerlo solo lo dejé sobre la mesa esperando lo peor. Bill pasó un par de hojas con el mismo gesto indiferente de antes. –espero poder ser tan bueno como usted.

-muy lindo niño, pero si estas esperando que te de mi apoyo y te mienta diciéndote que puedes lograr lo que sea que te propongas estás perdiendo tu tiempo.

-no es eso, solo quiero que vea mis dibujos. –poco a poco y sin darme cuenta había comenzado a subir la voz. No quería gritarle, pero la rabia y el desconcierto me estaban superando. –solo... solo quería su opinión.

-¿quieres saber lo que opino? –Bill cerró el cuaderno de golpe y se puso de pie. –una basura, así que ni te molestes en intentarlo.

-no son una basura. –dije tan serio como pude aunque ya se había formado un nudo en mi garganta. –no voy a quedarme aquí parado escuchando como me insulta.

-no tienes que quedarte mocoso. –el mayor caminó hacia mí, y con cada paso que daba me parecía más alto e intimidante, pero sobre todo más triste. A medida que su rostro se acercaba podía ver la soledad que derramaban sus ojos. No estaba enojado, al verlo me sentía más bien perdido. –terminemos con esto de una vez, dame tus tontas revistas para que las firme y te largues de mi oficina.

-no será necesario. –le dije dando un paso hacia atrás y apretando las correas de la mochila tan fuerte como pude. –ya me voy.

Por estúpido que suene tenía la esperanza de que dijera algo, que me tomara de la mano y no me dejara partir, pero todo era parte del absurdo sueño que me había obligado a mi mismo a creer. Bill Cipher, el creador de aquellos súper héroes y sus historias solo era una fantasía, el hombre detrás del comic no era más que un monstruo.

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Holi C: debo admitir que este capítulo me dolió, escribirlo trituró mi corazón de shipper, pero bueno... era necesario. espero que les esté gustando y que me dejen sus comentarios y votos UwU me motivan mucho a seguir y me dejan sonriendo todo el día. Como no pude actualizar ayer creo que voy a subir otro capítulo a la noche.

Las quiero mucho y nos leemos. >3< 

Save me (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora