Save me (BillDip)

¡Por favor y Gracias!

Me había dado cuenta de que Bill era una de esas personas a las que no les importa en lo más mínimo hacerte sentir incomodo con tal de darse a entender, ahora lo estaba logrando, ya que no cabía duda de que no quería a su hermano ahí, podía leerlo en sus ojos, en sus labios apretados y sobretodo en el pesado ambiente que hubiera podido cortar con un cuchillo. –yo... solo subí a dejar las correcciones... -dijo el menor de los hermanos Cipher.

-ya lo hiciste, ahora vete. –el rubio señalaba la salida con el dedo, y parecía que todo el mundo en ese lugar estuviera acostumbrado a los momentos incómodos, ya que Will salió sin más que darme una pequeña despedida con la mano al momento de llegar a la puerta, luego avanzó por el pasillo. Me hubiera gustado salir detrás de él a disculparme por el mal rato aunque intuía que después de todo el problema que hubiera entre Will y Bill no era asunto mío. Además, tenía cosas peores de las que preocuparme, como la insistente mirada cobriza del mayor que no se despegaba de mi.

-¿señor Cipher...?

-¿Qué quieres mocoso?

-¿escuchó lo que dije? –aunque no tenía que responder mi pregunta, su cara me lo decía todo de la misma forma que la mía delataba lo avergonzado que estaba.

-si no quieres que toda la editorial te escuche, deberías dejar de gritar. –quería desaparecer, pero el único escondite que tenía a mano era el cuello alto del suéter que llevaba puesto. Parecía un caracol y eso solo lograría enfurecerlo más.

-lo siento...

-¿Por qué te disculpas, mocoso?

-yo... no lo sé. Pero de todas formas lo siento. –Bill se llevó una mano al rostro para cubrirse los ojos mientras caminaba hacia el cuarto detrás de la oficina donde guardaba las cosas no relacionadas al trabajo. Bolsos, abrigos, había incluso un pequeño sillón de descanso y televisión. Yo estaba parado buscando algo que hacer para olvidarme del calor en mis mejillas cuando lo oí decir algo por lo bajo.

-maldita sea, Dipper. ¿por qué tienes que ser tan adorable?... -aunque claro, puede que no haya sido más que mi imaginación.

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-Y así fue como conocí al señor Cipher. –dije dándole el ultimo sorbo a mi jugo de frutas. Penny estaba a mi lado, recargando la cabeza en los brazos y prácticamente tirada sobre la mesa de la cafetería del centro comercial.

-Dip, ya lo sé. no has parado de contarme la misma historia una y otra vez. –dijo levantando la cabeza para mirarme algo molesta. – ¿podemos hablar de otra cosa que no sea Bill?

-clero, lo siento Penny. –no me había dado cuenta de lo molesto que estaba siendo con el tema, no siempre tenía la oportunidad de estar con mi amiga y cuando lo hacía no dejaba de hablar de alguien más. -¿de qué quieres que hablemos?

-tengo algo que contarte. –comenzó ahora con una sonrisa. –trasladarán a papá por su trabajo, a que no adivinas donde.

Me encogí de hombros, desde que la conocía Penny había vivido como una gitana, siempre mudándose de un lugar a otro por el trabajo de su padre, una de las principales razones por las que nunca había logrado tener muchos amigos además de Mabel y yo. Realmente no podría adivinar donde iría a parar.

-seremos vecinos Dipper. –dijo posando una mano sobre la mía. –Papá trabajará en Nueva ork a partir de ahora.-

-no puede ser, Penny... Eso es genial.

-tendremos mucho tiempo para estar juntos. –quise devolverle la sonrisa, aunque nadie en el mundo podía sonreír como ella, y se veía tan feliz. De pronto mi teléfono sonó, lo saqué enseguida por la simple razón de que nadie, jamás, nunca me llama, nadie además de Penny, por lo tanto solo había tres opciones posibles.

1-una emergencia.

2-era mi mamá, y todos sabemos lo terrible que puede ser no contestarle a tu mamá.

3-podia ser una llamada de la editorial.

Estaba en lo correcto, en la pantalla estaba el nombre de Bill, que aunque solo era su teléfono para el trabajo y tenía prohibido llamarlo, aun así me serbia para presumir que tenía su número. La expresión en el rostro de Penny cambió abruptamente a la molestia anterior. –no me digas... ¿es Bill?

Asentí con la cabeza sin poder evitar soltar un gritito nada masculino. -¿Cómo me veo? –le pregunte antes de contestar.

-es una llamada Dipper, el no va a verte. –rodé los ojos mientras negaba con la cabeza, Penny no entendía que debía verme bien hasta para contestar una de sus llamadas.

-¿diga? –dije lo más calmado que pude, esa era la primera vez que hablábamos por teléfono.

-¿Dónde demonios estas? –escuche su voz grave y áspera llegándome desde el otro lado de la línea y haciendo que los vellos de la nuca se me erizaran. Podía sentirlo tan cerca que me daban escalofríos. –no te pago por andar vagando por ahí, mocoso.

-señor Cipher, usted no me paga. –miré mi reloj, eran apenas las 2:15. Ese día habíamos salido temprano de clases y aproveché para invitar a Penny a tomar algo. Aun quedaba bastante rato para estar en la editorial. –aun no son las tres,

-quiero que traigas tu trasero aquí ahora mismo.

-pero...

-escucha, no tengo tiempo que perder hablando con un crio. Hubo un problema con una de las dibujantes de fondos y necesito que vengas a cubrirla.

-no iré si lo pide de esa forma. –no supe de donde había salido eso, no pensé en responderle así, y por la cara que había puesto Penny parece que ella tampoco se lo imaginó. No me gustaba discutir, pero no iba a quedarme callado escuchando como Bill me gritaba por teléfono. –señor Cipher, debe pedirlo por favor.

se quedó en silencio unos segundos, en los cuales no supe si se estaría riendo de lo infantil que había sonado eso o planeaba la forma más dolorosa de matarme. Me llevé una gran sorpresa cuando lo escuché mascullar un seco. –por favor... -no necesitaba más para ponerme de pie de un salto y comenzar a tomar mis cosas.

-estaré ahí en cinco minutos.

-gracias. –fue su respuesta antes de cortar. Saqué el dinero de la billetera y estaba listo para pagar y partir cuando Penny me habló.

-¿te irás así nada más? –no estaba molesta, estaba furiosa.

-es una emergencia, te prometo que te lo compensaré.

-él se esta aprovechando de ti. –dijo agazapada en su asiento, pero yo no estaba de ánimo ni con tiempo de entrar en una discusión sin sentido, tenía que correr a ayudar a Bill.

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No olviden decir por favor y gracias!!! holi holiiiiii :D ¿como están? los extrañaba. Yo estoy muuuuuuuuuuuy bien y muy feliz de poder escribir otra vez UwU espero que les haya gustado el capítulo y que sigan leyendo. 

Los amo a todos con todo mi corazón shipper, quiero abrazarlos y besarlos *w* juejue.