Quiéreme

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-¿sigues despierto mocoso? –había pasado poco más de una hora desde que me había llamado, y de alguna manera terminamos leyendo comics por teléfono, no sabía si era algo patéticamente ñoño o la cosa más cursi que se había hecho alguna vez. –Dipper... -le insistí porque ya apenas oía murmullos que acompañaban a su serena respiración.

-estoy despierto. –dijo con voz somnolienta. –gracias por ser tan amable conmigo, y por contarme que sucede con Gravity, y por traerme a casa todos los días y... en fin. Gracias por todo señor Cipher.

-estás mal de la cabeza niño, no he hecho nada que cualquier otro no haría. –Dipper negó apenas, parecía a punto de quedarse dormido.

-ya le he dicho que es especial, que es mi héroe. –mi estomago se contrajo en un nudo y tenia la garganta seca al momento de alejarme del celular para ver le pantalla la foto del castaño sonriéndome como tantas otras veces. No me sentía digno de ser el causante de esa sonrisa, y mucho menos capaz de mantenerla en su lugar para siempre. –me gustaría hacer algo por usted también.

-ya me ayudas en la oficina.

-pero quiero hacer más. –se removió un poco en la cama y su voz se escuchaba cada vez más apagada. -¿Qué le gustaría señor Cipher?

Puede haber sido por causa de la valentía que nos viene a altas horas de la noche para hacer estupideces o que simplemente ya no podía retener más todo lo que quería decir. Las palabras fluyeron sin más, ansiosas luego de estar tanto tiempo guardadas en mi mente. –quiero ir a algún lugar donde nada nos haga daño y no tenga que vivir con el miedo de que algún día esa sonrisa se aleje de mi lado, quiero ver cada mañana al despertar esos ojos castaños dándome la bienvenida y que me mires como si realmente quedara en mi algo por salvar. Quiero tenerte entre mis brazos, quedarme envuelto en tus piernas y poder decirte... decirte que te quiero, mocoso... y necesito escuchar que me quieres también.

No hubo respuesta del menor, solo lo escuchaba respirar apacible muy lejos de cualquier cosa que pudiera decirle. – quiéreme Dipper... por favor, quiéreme. –era un susurro que guardaba la potencia de mil gritos pero que tal vez nunca llegaría a ser más de lo que era ahora. Una deseo oculto en sueños que moriría tan rápido como surgió. –buenas noches, mocoso.

~

Mi madre llamó justo cuando terminé con la última clase, hoy era día viernes, pero no un viernes cualquiera del año. Era el aniversario de boda de mis padres y como acostumbraban saldrían a cenar y seguro que pasarían la noche fuera de casa. Desde que somos niños había sido lo mismo, una noche al año nos dejaban con una niñera hasta que cumplimos catorce y decidieron que teníamos edad para cuidarnos solos, así que con o sin llamada yo ya sabia que al llegar no habría nadie esperándome. –la cena está en el microondas, no le abras la puerta a nadie ¿ok? Tampoco quiero que te quedes despierto hasta tarde.

-mamá, voy a estar bien. –ella suspiró al teléfono, nunca le gustó dejarnos solos en casa.

-lo sé... te amo hijo. –le respondí que también la amaba, en voz baja por supuesto. No quería que toda la escuela se enterara que mi mamá me trataba como un bebé. Luego de colgar vi el registro de llamadas, cuando pasé por la del señor Cipher se me escapó una sonrisa de la nada. Aunque no recuerdo bien como terminamos de hablar ni quien cortó primero, sabia que había sido algo especial.

Caminaba por el pasillo con la vista fija en la pantalla pero tuve que detenerme cuando vi en el camino los pies de alguien que no se movía de enfrente. –permiso... -dije subiendo la mirada hasta reconocerlo, James estaba cruzado de brazos esperando por mi a la salida de la escuela, la frontera donde la autoridad de los profesores y el director perdía todo su poder y tenias que sobrevivir por tu cuenta. Un escalofrió me recorrió la espalda de solo pensar lo que me esperaba. –James...

-deja de pretender que tienes alguien con quien hablar por celular... además de tu mamá y tu patética hermana dudo que alguien quiera hablar contigo.

-tengo que irme. –dije haciéndome a un lado pero el me siguió sin dejarme pasar.

-no he terminado de hablar, enano. –el más alto me miró de pies a cabeza, por suerte esta vez no iba con ningún comic a la vista que pudiera destrozar, pero no le faltaría algo de lo que burlarse. –ese teléfono es demasiado costoso para alguien como tú, será mejor que me lo des.

-n-no. –mi primer instinto fue apegarlo a mi pecho, muy mala idea, eso lo enfureció.

-¿no?

-no voy a dártelo, consigue tu propio teléfono. –james pareció divertido con mi reacción, quitármelo sería tan fácil como arrebatarle un dulce a un niño y el se regocijaba con mi miedo. Estiró un brazo sobre mi, yo solo atiné a cerrar fuertemente los ojos listo para recibir el golpe que sin duda alguna llegaría, pero nada ocurrió en los siguientes segundos, y pensé que era demasiado cruel incluso para él alargar un momento así. Cuando abrí los ojos de nuevo me quedé quieto y hasta podría jurar que mi boca se abrió de la impresión. Detrás de James estaba Bill sosteniéndole el brazo con tanta fuerza que sus dedos temblaban.

-¿Qué mierda? Suéltame, esto no tiene nada que ver contigo. –dijo james girándose a encarar al mayor, pero Bill no pensaba soltarlo.

-tiene mucho que ver. –giró la muñeca haciendo que todo el brazo de james se doblara también, ahora lo tenía de espaldas haciéndole una llave que se veía dolorosa. Por alguna razón tenia más miedo de lo que Bill pudiera hacerle que de lo que James planeara hacer conmigo. –verás, Dipper trabaja para mi y lo necesito sano y salvo, no quisiera que le hicieras daño. –le dijo lento y calmado para alargar el dolor en su brazo, james se retorcía y soltaba gruñidos.

-¿Qué...?

-lo diré más simple para que lo entiendas... Si tocas un cabello de este mocoso voy a matarte. –su rostro se ensombreció de golpe y por más que lo llamaba no parecía escuchar más que las suplicas de james. –no quiero que le hables, ni que lo mires aléjate de él o tendré que venir por ti y la próxima vez no será solo una advertencia. Voy a terminar de romperte el brazo.

-e-esta... bien... pero déjame ir. –algo me dijo que James O'Connor no volvería molestarme.

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Volvi a escribir dos capítulos porque cuando no tengo internet en casa me pongo muy productiva UwU espero que les gusten. 

Mi corazón está dividido D: hoy hay un partido importante entre Chile y Argentina y ya saben como los amo argentinos U-U quiero que ganen los dos, les digo esto para que si son chilenos o argentinos no hagan asados con carbón >:C usen una parrilla eléctrica y cuiden el medio ambiente, ya me dejo de molestar. Los amo demasiado >3< déjenme una estrellita y sus comentarios >w<


Save me (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora