Save me (BillDip)

A tu lado (Final)

~Narra Marco~

Les pedí que no abrieran el agua, les rogué que esperaran un minuto más. Pero no podían arriesgarse más de lo que hasta el momento lo habían hecho. El fuego no hacía más que expandirse y si no lo apagaban pronto terminaría por alcanzar los edificios contiguos.

La idea de salvar a Dipper era solo eso, una esperanza casi imposible y aun así le había bastado a Bill para dejarlo todo atrás y salir en búsqueda del castaño. Y me hubiera gustado verlos salir sanos y salvos, pero al momento de ver colapsar las paredes del séptimo, sexto y quinto piso bajé la cabeza abatido... no había forma de que salieran de ahí.

-ya va calmándose. –dijo el bombero desde el camión. Evidentemente, el fuego se había apaciguado y ya poco quedaba de lo que había sido. Pronto los pisos inferiores cayeron también, solo quedaban escombros del primero y de lo que había sido una de las editoriales del comic más importantes de la ciudad. Las personas murmuraban a mis espaldas, los bomberos gritaban instrucciones y pronto el aguacero se detuvo. Sentí una mano posándose delicadamente en mi hombro. Era Rita, con el rostro manchado de cenizas lloraba a mi lado por las únicas vidas que no habíamos podido salvar.

Sobraban las palabras, me limité a abrazarla con fuerza y a recargar la cabeza en su hombro, ella se abandonó al llanto entre mis brazos, por mucho que quisiera ayudarla no había nada que yo pudiera hacer para calmar su dolor, porque no podía traer conmigo a Bill ni a Dipper y porque desde luego... también yo estaba llorando. –no es justo... -la escuché decir.

Suspiré derrotado, iba a levantar la cabeza para mirarla a la cara, pero me detuve como poseído al ver las ruinas de la editorial moviéndose con esfuerzo. Las exclamaciones de asombro de los bomberos y los jadeos asustados de la gente alrededor hicieron que Rita se separase de mí y ambos quedamos de frente para ver el milagro. Desde debajo de la madera calcinada, bajo las placas de vulcanita quemada Bill se arrastraba con un brazo, mientras que con el otro aferraba contra su pecho el cuerpo lacio del castaño.

Rita ahogó un jadeo cubriéndose la boca con las manos, nuevas lágrimas aparecieron en sus ojos ahora de la pura emoción.

Una pareja de bomberos se les acercaron para ayudarlos, aunque Bill se negaba a separarse del cuerpo pálido del menor, lograron sacarlos de los escombros para dejarlos en el centro del concurrido grupo formado por el personal de la editorial. Me acerqué para comprobar que todo aquello no era un sueño, y por el contrario de lo que se esperaba para una multitud, nadie se atrevía a hacer ruido, solo podíamos escuchar la respiración pesada de Bill que descansaba la cabeza aparentemente agotado en el pecho de Dipper.

Dos, tres, cuatro segundos de pura expectación. Entonces el rubio soltó el aire en una fuerte respiración y sus ojos se llenaron de lágrimas. –esta vivo... -dijo levantando la cabeza un segundo, pero volvió a acercarse al pecho del castaño que se movía débilmente seguramente por miedo de que en cualquier momento dejara de hacerlo. –Dipper está vivo...

~

~Narra Dipper~ 

Lo primero que escuché fueron los pasos de unos tacones resonando por el pasillo, también el pitido constante de una maquina. Todo lo demás era suave silencio que me mecía para que siguiera durmiendo. Pero había tanta luz en la habitación que poco a poco fui abriendo los ojos aun confundido. Tenía la vista nublaba y los parpados me pesaban, pero las imágenes se iban formando de a poco. Él estaba a mi lado, lo sentía muy cerca, casi encima mío y mirándome fijo sin querer perderse nada. Cuando abrí los ojos por completo el también abrió los suyos emocionado.

-señor Cipher... - extendí mi mano mas pálida que de costumbre, para rozarlo con las puntas de los dedos, él la recibió y dejó un beso en el dorso. Entonces me di cuenta de que llevaba una especie de brazalete en la muñeca con mi nombre y mi edad. -¿dónde estamos? ¿Qué... que ocurrió?