Lo siento

7K 1K 447
                                    

El señor Cipher estacionó el auto frente a mi casa en el lugar en el que acostumbraba, el sol se había puesto hace un rato y el fuerte viento había ahuyentado a las personas de la calle. Era tanto el silencio a nuestro alrededor que por un momento me pareció que éramos los únicos en el mundo, y hubiera estado bien desaparecer por unos momentos más perdido en la mirada fija del rubio, pero el reloj digital del auto marcaba las siete y media. Ya debería estar en casa.

-que no se te haga costumbre esto de faltar a clases mocoso. –dijo quitándole el seguro a las puertas. –no tengo intención de llevarte por el mal camino.

-usted es el mal camino, señor Cipher. –le respondí bromeando luego de dejarle un sonoro beso en la mejilla. Había tomado mis cosas para bajarme, pero antes de cerrar la puerta sentí que me retenían por el brazo. Era el señor Cipher que sonreía tan radiante como nunca.

-no tengo idea de lo que acaba de pasar hoy... pero sea lo que fuese, fue todo gracias a ti. –le devolví la sonrisa enternecido, pero no podía quedarme mucho más tiempo, las luces de mi casa se habían encendido dejando ver siluetas que se movían veloces, algo muy anormal y preocupante para esas horas de la tarde.

-tengo que irme. –le dije apurado. –lo veo mañana en la oficina. –

Atravesé la calle con el corazón apretado sin saber por qué, nunca había creído en los presentimientos o cosas por el estilo ya que nunca antes había experimentado esa horrible sensación de saber que algo malo está a punto de pasar y no puedes hacer nada para evitarlo hasta ese momento. El auto avanzó por la calle una vez estuve dentro de la casa, el sonido de la llave girando en la cerradura marcó mi sentencia alertando a mis padres que salieron de la sala a recibirme tan furiosos que tuve la certeza que mi vida había llegado a su fin. -mamá... papá... ¿estaban esperándome?

-lo estábamos... te esperamos desde que saliste de clases, pero tú no estabas ahí. –dijo mi padre, a simple vista se notaba que estaba conteniéndose con todas sus fuerzas para mantener la calma y no golpearme ahí mismo. -¿Dónde estabas?

-oh... ya sabes, tuve que salir muy rápido para alcanzar a cambiarme para la práctica.

-me parece raro que puedas practicar, si ni siquiera estas en el equipo. –todo mi mundo pendía de un hilo, un hilo sostenido por mentiras del que no me enorgullecía para nada pero ahí estaba luchando por sostenerse. Mis ojos vagaron por todo el lugar buscando inspiración, aunque a todas luces ya estaba acabado. Miré a mamá que no apartaba la mirada del piso, más dolida que molesta, eso terminó por destrozarme y ya no pude hacer nada más que tratar de disculparme y negociar un castigo que no implicara alejarme de mi trabajo después de la escuela ni de Bill.

Sobre todo de Bill...

-papá, lo siento... iba a decirte la verdad.

-¿Por qué lo hiciste Dipper? ¿Qué es tan importante como para ocultárselo a tus padres? –cómo confesarles todo lo que había vivido en estos últimos dos meses. Si descubrir que los había engañado con respecto al equipo de baseball los había molestado hasta ese punto, admitir que tenía un trabajo y un jefe con serios trastornos emocionales del cual estaba locamente enamorado los mataría de un ataque cardiaco. Mi padre suspiró cansado y le dio una mirada a mamá, ella seguía en silencio con los labios apretados esperando al igual que yo a que un milagro me salvase. –no vas a contarnos... ¿cierto?. –negué fuertemente con la cabeza y debí parecer de lo más infantil y malcriado, pero a esas alturas no podía importarme menos. –está bien... solo quería escucharlo de tu boca hijo. Antes de tener que castigarte.

Me quedé estático y mirándolo aturdido, papá sacó del bolsillo el sobre arrugado lleno de billetes que había sido mi primer y único sueldo junto al último número de Gravity Heores que lo acompañaba. -¿de dónde sacaste eso? –le dije en un murmullo.

-yo debería ser quien lo pregunta. –refutó muy serio. –de no saber la verdad pensaría que lo robaste, pero Penny ya nos lo contó todo. –entonces todo encajó, y ya no tenía la menor esperanza de poder salvarme de esto.

-déjame explicarte.- dije alzando las manos tratando de calmar el ambiente. Pero él ya se había contenido demasiado, mucho más de lo que cualquier otro hubiera soportado. Tiró la revista al suelo y el dinero se esparció alrededor.

-no quiero que vuelvas a verlo. –fue toda su respuesta, y no necesitó más para darse a entender, ya sabía todo sobre Bill. –no volverás a esa ridícula editorial ni verás a ese... pedófilo.

-¡no lo llames así! Ni siquiera lo conoces...

-¿Por qué tienes que hacer esto Dipper? Es un hombre.

-es el hombre que amo. –el rostro de mi padre se desfiguró, ya veía venir la bofetada que me daría pero no iba a dejarme amedrentar. Si ya no podía salvarme de todo aquello al menos soportaría defendiendo lo que amaba hasta el final. –te mentí sobre el equipo de baseball y lo siento, sé que no debí haberlo hecho. Pero encontré el lugar donde pertenezco... la editorial es lo que siempre he querido y lo sabes.

-esa no es la forma de hacer las cosas.

-no puedo ser lo que esperas de mi papa... no quiero serlo. –sentía mi corazón latiéndome en todo el cuerpo y mis piernas luchando por sostenerme. Si mi padre no me mataba, una crisis nerviosa terminaría por hacerlo. –no quiero estar en un equipo deportivo ni graduarme de una universidad tradicional, no quiero casarme ni tener 2.1 hijos*, ni trabajar en algo que odio para envejecer siendo infeliz y miserable... lo siento. –me pareció que por un segundo lo estaba considerando. Sumido en el mutismo más absoluto, parecía cansado, viejo y destrozado como nunca antes lo había visto.

-vete a tu habitación. –dijo por fin. –no quiero verte.

-¡¿por qué no puedes aceptar que sea diferente?! –mi tono de voz no hacía más que subir sin yo poder evitarlo. –no pensarías así si conocieras a Bill, o si vieras su trabajo o lo que hacemos en la editorial... o simplemente si me escucharas.

-¡NO VOY A HABLAR DE ESO AHORA DIPPER!

-¡YA BASTA! –Una tercera voz se había sumado, era mi madre que se interpuso entre nosotros dos con una mano en el pecho de cada uno poniendo distancia. Le dio una mirada severa a mi padre antes de decirme. –no vamos a solucionar nada estando tan enojados... Dipper, ve a tu habitación. –alcé una ceja inquieto, pero mamá no se movía ni iba a permitir que los gritos siguieran inundando la casa. –yo arreglaré esto.

No me molesté en recoger el comic o el dinero. Subí corriendo la escalera tan rápido como pude para entrar a mi cuarto y cerrar la puerta con estrépito, preguntándome que era lo que había salido mal.

--------------------

¡necesito urgentemente su ayuda! 

bueno, no es tan tan urgente, saben que soy una exagerada nwn alguno de ustedes podría ayudarme con una portada linda para mi nuevo fic? u///u solo si tienen tiempo claro y les daría los créditos, los seguiría y amaría por el resto de mi vida. Otra cosa... si mis cálculos son correctos, a este fic le quedarían 6 o 7 capítulos máximo TwT 

los amo <3 y recuerden... ImOnlyABeautiful_dissaster es canon :v

Save me (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora