Esta lloviendo.

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-¿Qué te hace pensar que voy a dejar que pongas tus manos en mi trabajo? –dijo Bill frunciendo levemente el ceño mientras se ponía de pie.

-¿Y por qué no?

-en primer lugar, eres un niño ¿Cuántos años tienes? ¿13? ¿14?

-tengo 16. –corregí de inmediato, pero él no parecía haber terminado.

-no tienes edad legal para trabajar, ni siquiera para firmar un contrato. Tienes que ir a la escuela y no puedo depender de ti. No sabes cómo funcionan las editoriales y aunque tus dibujos sean aceptables debes ser totalmente inútil para el resto de las cosas. –sentí que el calor me subía al rostro e incluso a las orejas. Vale quizá tenia razón pero solo en la mitad de lo que decía. Me apoyé con las manos en el escritorio para acercar mi rostro al suyo, tal vez más allá de lo que el espacio personal tenia permitido.

-puede que sea joven, pero te aseguro que soy lo bastante bueno... tu mismo lo dijiste, además no hay nadie en el mundo que conozca más la historia que yo. –se hizo silencio entre los dos y Bill no dejaba de mirarme, tenía la esperanza de que al menos lo estaba considerando. –puedo venir a trabajar después de la escuela y los sábados y no es necesario que haya un contrato... ni siquiera tienes que pagarme.

-¿Por qué haces esto? –preguntó bajando los hombros mientras soltaba un suspiro. –no sé si eres un completo idiota o un masoquista.

-soy tu mayor admirador. –dije sin reparos, el solo desvió el rostro hacia la ventana. Puede que sea una tontería de mi parte el pensar que Bill Cipher iba a aceptarme, pero no iba a quedarme sin decir nada teniendo la oportunidad tan cerca. – y estas desesperado... -dije para finalizar con una pequeña sonrisa.

Bill se llevó una mano a la cintura y otra al rostro, estaba agotado y aun así no perdía ese aire tan interesante y misterioso con el que siempre lo había imaginado, quien iba a pensar que un dibujante de comics, la especie más freak de la fauna humana iba a ser tan... sexy. –como te odio mocoso. –

Aquella era más emoción de la que mi joven corazón podía soportar. Quise saltar, reír a carcajadas y tirarme a sus brazos a pedirle que se casara conmigo, pero fui detenido por su mano extendida que me había tomado del hombro empujándome hasta una de las sillas del escritorio. –no hagas escándalo, si escucho un solo grito de fangirl voy a llamar a seguridad.

Asentí con la cabeza mientras me mordía el labio, no había otra cosa que pudiera hacer para calmarme. –¿qué haré primero jefe? ¿Quiere que revise los bocetos? O tal vez pueda ayudarlo con la historia o...

-aun no soy tu jefe mocoso, tienes hasta que termine el día para convencerme de que no te saque a patadas de mi oficina. –Bill se llevó la mano al bolsillo del pantalón para sacar un cigarrillo aplastado, fue hasta la ventana y lo encendió. –puedes empezar por organizar mi correo. –dijo señalando una pila de cartas tiradas al azar en una caja. Con la mejor de mis sonrisas la levanté para comenzar con la tarea, solo unos minutos después cuando salió de la oficina pude soltar un chillido de emoción, dar saltos y girar en la silla del mayor hasta marearme.

No tardé en sacar mi celular para avisar en casa que no me esperaran hasta más tarde de lo acordado, también le mandé un mensaje a Mabel:

Estoy en la oficina de Bill, tengo un nuevo trabajo. Te cuento los detalles en casa xoxo. -Dipper

Bill esta buenísimo ;) -Dipper

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Tan pronto como había llegado ese gran día terminó con los últimos rayos del sol perdiéndose entre los edificios de la ciudad. El invierno estaba siendo bastante frio este año haciendo temblar de pies a cabeza a cualquiera que tuviera la mala suerte de andar sin un buen abrigo... alguien como yo.

Mi propio aliento me calentaba las manos de a ratos, cuando tenía que apartar la vista de la pantalla del ordenador o cuando el frio se me hacia insoportable, nunca me había gustado el invierno después de todo. Eran las siete y varios de los empleados iban saliendo de sus oficinas, la misma Rita había entrado hace unos momentos para despedirse. –no te quedes hasta tarde Dipper, las calles son peligrosas a esta hora. –había dicho antes de irse aunque yo le aseguré que podía cuidarme bien.

-Rita tiene razón. –dijo Bill sin apartar su atención de lo que estaba dibujando. –ya puedes irte.

-pero aun no termino.

-ya está bien por hoy, no me hagas lanzarte por la ventana.

-ok. –tomé mis cosas lentamente tratando de prolongar el tiempo a su lado, y es que aun no podía creer que todo aquello estuviese pasando. –vendré el lunes después de la escuela. –fue una pregunta mas que una afirmación, Bill me miró de pies a cabeza pero no hubo nada más que sus profundos ojos moviese por mi cuerpo, parecía una estatua ahí sentado esperando algo desconocido para mí. –entonces... supongo que adiós. –pero antes de que pudiera abrir la puerta lo sentí acercándose hacia mí, y cuando me giré a verlo ya lo tenía muy cerca, tanto que podía sentir el ligero olor a tabaco mezclado con su perfume. -¿Bill?

El se llevó un dedo a los labios para que estuviera callado, no quise ni siquiera respirar por temor a interrumpirlo. –Está lloviendo... -dijo de pronto.

Miré por la ventana que comenzaba a llenarse de gotas. –será mejor que me apresure antes de que llueva más fuerte.

-no puedes salir así. –parece que hablaba en serio. Una mano había detenido la puerta y no tenía intenciones de moverse. -deja que baje por mi auto.

A Mabel y a mí nos habían dicho que no subiéramos al auto de desconocidos desde que podía recordar, y había pasado dieciséis años siguiendo aquel consejo al pie de la letra. Pero no tuve que pensarlo más de dos segundos cuando Bill me lo ofreció.

-esta bien-

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holi holi holiiiiiii >w< ¡¡¿como están?!! yo estoy bien solo extrañándolos mucho UwU también extrañando escribir, pero espero tener mas tiempo esta semana. espero que les haya gustado el cap y que me dejen un comentario con su opinión. 

Recuerden que los amo <3 de aquí a la luna y de vuelta, seguramente actualizo mañana. Bye C:

Save me (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora