Capitulo 3
Bryan
Había visto llegar a la nueva ingeniera y hasta su presencia me molestaba. Rick ya andaba de perro faldero detrás suyo, pero ya yo le enseñaría a ésa mujer prepotente quien mandaba y que esa lengua afilada se la tendría que tragar.
Ésa mujer estaba vestida impresionante. Llevaba un jean negro ajustado, una camisa blanca holgada, una chaqueta dd mangas largas verde menta y unos tacones finisimos del mismo color de su chaqueta.
— Jamie, dígale a la señorita Hernández que en media hora la necesito para mostrarle una construcción que la estaré esperando abajo — dije por intercomunicador.
Sonreí imaginandome como se vería y la cara que pondría cuando viera el lugar. Además aprovecharía para reprenderla por no traer la ropa adecuada para el lugar.
Bajé quince minutos después al estacionamiento y me monté en mi auto para luego salir y conseguir aparcarme frente al edificio. Esperé los minutos que hacían falta con mucho gusto. Me estaba saboreando mi pronta victoria. Quería ver lo tonta que se vería caminando en esos tacones entre clavos, varillas y cemento.
— Perra — susurre cuando la vi salir con unas botas sencillas, pero utilizadas para trabajar en construcción. Se había quitado la chaqueta y su sostén verde menta se le transparentaba. Más su pelo se lo había recogido en una alta coleta.
Maldita mujer.
La ganas que me daban, era arrancar y dejarla plantada. ¿Por qué me molesta tanto está mujer?
— Buenos días — saludo al sentarse en mi coche. La miré de soslayo—. Buen día, no sabía que ése era el uniforme de la oficina.
— No, no lo es, pero siempre vengo preparada para todo. Por si no lo recuerda le dije que hice mi práctica en Londres y aprendí demasiado — dice sin mirarme.
No hubo ninguna palabra más de parte de ambos y ella se enfocó en mirar hacía la vía. Todo el trayecto no pude evitar mirarla de medio lado, pero mis ojos siempre caían en su clavícula. ¿Cómo sería pasar mis labios por allí? Tal vez unas semanas más y... ¡No! Tu amigo está interesado en ella. Sus intenciones deben ser serias para estar como perro faldero detrás suyo, pero a mi no hay quien me diga que esta es una trepadora.
¿Qué mujer tan guapa esta soltera? ¿Será soltera?
— ¿Es usted casada? — pregunto al estacionarme frente a la construcción.
Constanza posa su mirada en mí y me quedó impresionado por sus ojos. La muy arpía tiene unos preciosos miel muy brillantes.
— No, no estoy casada, señor Smith — responde abriendo la puerta del auto.
Sonreí burlón—. Pensé que una mujer de su edad ya estaría casada.
Constanza soltó una pequeña risita y negó—. Qué me dice de usted, ¿No debería estar usted casado? — Siguió caminando como si yo fuera una plasta de mierda.
El lugar era enorme y estaba siendo construído un parque acuático. Estábamos en la fase final y solo faltaba unos pocos meses para inaugurarlo. El parque sacaría buenas ganancias para sus dueños y traería a muchos turistas en la temporada de verano. Todo estaba fríamente calculado.
— No. Tampoco deseo casarme. Me dedicaré a malcriar a mis sobrinos — respondí cuando logre alcanzarla.
Constanza ni se inmuto en decir una palabra más y se dedico a observar todo minuciosamente. Mientras caminaba con su cabeza erguida y su trasero contoneandose pude ver como los hombres se la comían con la mirada. ¿Acaso vino para mostrarse entre ellos?
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¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4
HumorBryan no ha tenido suerte con las mujeres y todo porque solo busca la belleza en ellas. Bryan es un infeliz arrogante que con el paso de los años amaso su fortuna, haciendolo el hombre más deseado entre las mujeres. Nunca ha mirado más allá del fí...