Capitulo 9
Bryan
Estaba hasta los güevos con Constanza. Le doy el mejor oral que haya recibido en su maldita vida y en vez de agradecermelo se largo. Es que ésa mujer no tiene vergüenza. No sé como pudo ser tan descarada de aceptar los coqueteos del idiota de Fischer.
Estoy prometido. ¡Sí, y yo soy vírgen!
Fischer tiene cara de ser un cuarentón calenturiento quiere meterse entre las piernas de Constanza. El imbécil creé que soy estúpido, le ofrece el piso y obvio que tendrá una llave de reemplazo para entrar cuando le de la gana. Solamente pensarlo me ganas de marcarle mis nudillos en su boca.
— Ahora mismo quiero que me expliques eso de la política de la empresa que mencionaste ayer — dijo Rick entrando a mi habitación después que abriera la puerta.
Ya el hombre andaba perfumado y un poco arreglado.
Mierda.
— No me pareció a dejar a la ingeniera Hernández bajo el ojo de águila de Fischer — digo mientras me pongo mi camisa blanca de mangas largas.
— ¿Desde cuándo a ti te importa lo que le pase a Constanza? — pregunto muy serio y yo resople.
Bendito sea los hombres enamorados.
— Rick, no me gusta para nada como lo estás haciendo sonar. Ésa zorra no me importa un carajo...
— ¡Dejá de llamarla así, no la conoces!
Quise reírme por el simple hecho de que conocía todo lo que había debajo de su ropa.
— Esta bien. Pero cálmate porque ella ni siquiera es nada tuyo.
Mi amigo respiraba algo agitado y seguía mirándome con furia. ¿Qué podía hacer? Decirle que ya me había acostado con la mujer que le gusta. Ni loco, eso sería mi muerte o la muerte de nuestra amistad. Además las cosas se dierón sin siquiera proponérmelo.
— Perdón amigo. Me pase, no vuelvo a decir tal cosa. ¿A dónde vas?
Rick respiró hondo y respondió—. Invité a Constanza a dar una vuelta. Ella le gusta la nieve. Me gusta mucho y quiero conquistarla.
La sangre comenzó a bullir dentro de mi ser. ¿Por qué demonios no se aleja de ella? Constanza ya dijo que quiere su amistad. Por Dios y ya yo me acosté con ella.
— Yo tu no lo intentó. Ella solo quiere tu amistad — digo intentando que entre en razón.
Rick camina hasta la puerta—. Tal vez, pero lo intentaré. Tu jamás has seguido mis consejos y ahora yo no seguire los tuyos — murmuro divertido y salió.
Ahora le da con ser rebelde. ¡Maldición!
— Dos malditas horas juntos y no han regresado. Tal vez están haciendo muñecos de nieve como imbeciles — digo entredientes dando vueltas en la habitación con una buena botella de ron haciéndome compañía.
Solo eran las doce del medio día y ya me estaba embriagando como una idiota.
— Por mi como si se casarán. No me importa — digo poniendo la botella en el mini bar.
Tome con exasperación mi abrigo y salí de la habitación. Cuando las puertas del ascensor abrieron me encontré con ellos entrando al edificio, sonriendo. Ambos se agarraban de los antebrazos como si fueran una pareja de enamorados.
— Hasta que llegan — digo plantándome frente a ellos.
Constanza estaba sonrosada y lucía mucho más blanca por el frío. Mi ojos se fueron a sus labios y quise besarla. ¿Por qué tiene que ser tan bella?
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¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4
HumorBryan no ha tenido suerte con las mujeres y todo porque solo busca la belleza en ellas. Bryan es un infeliz arrogante que con el paso de los años amaso su fortuna, haciendolo el hombre más deseado entre las mujeres. Nunca ha mirado más allá del fí...