Capitulo 13
Bryan
Sin muchas ganas de salir me vestí muy casual. Llevaba jeans crema y una camisa azul eléctrico. Los padres de Rick me invitaron a cenar y no supe como negarme. Siempre me habían agradados sus padres. No eran de esas personas que se creen inmortales solo por tener dinero. Al contrario, eran amables y divertidos.
— Tanto tiempo sin verte — vociferó Amanda tan pronto abrió las puertas de su casa.
Amanda nunca cambiaba. Siempre era la persona más dulce que conozco, pero si la hacen enojar, saca el monstruo que tiene dentro de ella.
— He estado muy ocupado — digo dándole un beso en la mejilla.
Ella coloca ambas manos en sus caderas y niega.
— Solo dime que estabas pasandola rico con alguna chica y ya — Me tomo del brazo y me adentro a la casa—. La mesa estará servida dentro de poco. Solo falta que llegue Rick con su amiga — añadió invitándome a sentar en uno de los finísimos muebles de la sala.
¿Amiga? Apreté los puños sabiendo quién era. ¡Maldita sea!
— Me imagino, Constanza — Murmuré apretando la mandíbula.
Los ojos grises de Amando brillaron emocionados—. Sí, es una mujer muy bonita y mi hermano esta que se muere por ella. ¿Por qué no le hechamos una mano para emparejarlo?
Me ahogue con mi propia saliva. Amando había perdido el juicio y no quería ni pensar que ideas cruzaban por su cabeza. Por nada en el mundo ayudaría para emparejarlos. Yo me estaba acostando con ella y ni loco quiero que mi amigo también lo haga.
Claro que estoy molesto con Constanza. Desde que lo hicimos han pasado cuatro días y me niego a buscarla. ¡Joder que me trata como a un perro! Mientras lo hacíamos, la sentí tan mía y de un momento todo cambió. Su entrega ya no era la misma y su silencio me lo confirmo.
No supe como sentirme. Sus besos fueron el elixir que llevaba días necesitando y que por fin ella me entregaba. Pero no, ella lo arruino todo. Hasta me sentía como un jóven adolescente. Cada vez que la miraba sentía mis hormonas alborotadas y solo deseaba tenerla entre mis brazos. En mis brazos, pero en una cama y ése era otro problema. Ella no quería compartir la cama, lo de ella eran encuentros salvajes que me encantaban, pero también comenzaba a sentir otra necesidad.
Solo tenía que probarla unas cuantas veces más y esta sensación de desasosiego se iría. El problema era que es como un juguete nuevo y hay que usarlo hasta que se canse. Constanza era ese juguete nuevo y por eso me sentía así.
— No creo que sea buena idea. A tu hermano no le agrada que te inmiscuyas — murmuro viendo como la señora Sullivan aparece por las escaleras.
— Bryan, tanto tiempo sin venir a verme. Nos has abandonado — Me abrazo y yo le correspondí.
Alejandrina era una señora de unos cincuenta años con un cabello castaño y pocas canas. Su estatura era promedio y siempre vestía con elegancia.
— Sigue luciendo tan joven como siempre, señora Sullivan.
Ella bufo—. Hay muchacho si eso fuese cierto mi marido no me estuviera engañando con su dentista — murmuro llena de resentimiento.
— ¡Mamá!
ESTÁS LEYENDO
¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4
HumorBryan no ha tenido suerte con las mujeres y todo porque solo busca la belleza en ellas. Bryan es un infeliz arrogante que con el paso de los años amaso su fortuna, haciendolo el hombre más deseado entre las mujeres. Nunca ha mirado más allá del fí...