¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4

Capitulo 19

Capitulo 19

Constanza

— Sabía que esto pasaría — comento Valentina dándole un sorbo a su malteada.

Estaba sin trabajo por culpa de la inmadurez de Rick y me sentía como una mierda.  Así que mi mejor amiga me obligó a salir un rato juntas para olvidar todos los problemas que tenía encima.

— Es que está perdiendo todo por mi culpa.  Nunca fue mi plan hacer que la constructora se viniera abajo — digo desesperada.

Me dolía que Bryan lo estuviera perdiendo todo por mi culpa. Mi plan era herirlo, humillarlo, pero nunca dejarlo en la ruina económica.

Valentina volcó los ojos—. El problema es que te has enamorado y te sientes culpable.

— ¡No! — brame dando un golpe en la mesa y los clientes del local empiezan a mirarme—. No estoy enamorada de él. Sabes que lo detesto — susurro obligándome a respirar con tranquilidad.

— Aja y yo tengo tres tetas — murmuro mi amiga exasperada.

Quería ponerme a gritar para quitarme todo el remolino de emociones que llevo dentro.  Bryan había sido un patán, pero el pobre también había sufrido como un condenado. Todavía se me hace un nudo en la garganta al recordar lo que me conto sobre su hijo.  Sé que el no tener cerca a su pequeño lo pone muy mal y yo me siento como una perra por lo que estoy haciendo. 

— Es que me siento mal, Valen.  Él también tiene sus heridas y yo vine a abrirlas.  Lo voy a lastimar — digo sintiendo un nudo en mi garganta.

— ¿Por qué te sientes mal?

Tragué saliva intentando encontrar las respuestas correctas, pero todas me llevaban a él y sus detalles.  Me tenía atontada con sus detalles, que si flores, películas, chocolates un pequeño oso que puedo prender en la oscuridad y la manera en que sus ojos me miran.  A veces me veía contando los minutos para verlo llegar o escuchar solo su voz.

— No importa.  Prefiero irme lejos antes de continuar con esto — digo reteniendo las lágrimas en los ojos.

Los ojos de mi amiga se agrandaron por la sorpresa y negó. 

— No, ahora terminas lo que empezaste o lo lastimas o le dices la verdad.  Mi amiga no es una cobarde.

— No puedo — digo con la voz quebrada—. Me va a odiar.

Valentina respiró profundo y se acomodo su chaqueta.

— Ya se te olvido como te humillo.  Ya olvidaste como se burlo de tí, Constanza. Mejor que te odie a que te lastimé cuando se enteré de la verdad. — Tomo mis manos intentando darme ánimos.

Los recuerdos de la manera que me había tratado me vinieron de golpe y tuve que aceptar que me había enamorado como una tonta del hombre equivocado. Por favor si me hizo daño y trata a las mujeres como objetos.

Excepto a tí, me recordó mi subsconciente.

— Prefiero decirle la verdad. Me equivoque con todo esto.  No puedo ser igual a él.

Me levante de la silla y salí con rapidez del local.  Iría a su oficina y le diría todo.  Se acabo la farsa.  No puedo seguir con ésto. 

Con el corazón latiendo a mil, tome un taxi y le di la dirección. Sabía lo que me esperaba, su rechazo e indiferencia, pero prefiero esto a seguir con algo que me esta lastimando a mí también.

Llegue al edificio que ya no tenía tantos empleados, gracias a Rick.  Cuando llegue a su piso sentí que pronto caería al suelo.  Me temblaba todo el cuerpo y me faltaba el aíre.