Capitulo 22

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Capitulo 22

Constanza

Tenía la garganta rasposa y el rostro lo sentía hinchado. Toda la noche me la pase llorando por todo. Por lo que fuí, por lo que soy y por lo que siento. Me duele el corazón de tanto dolor. Nunca había creído que lastimarlo a él no me haría daño, pero si que lo hace aunque él no se lo merece.

Bryan era un mujeriego que le gusta lastimar a las mujeres. Él no cambiará nunca. ¿Cómo pude llegar a creer que sentía algo por mí? Fui una tonta.

Las horas comenzaron a pasar y yo continuaba sumida en mi desdicha. No había salido de la habitación y no quería ingerir nada. No tenía ganas de nada. Es increíble como un hombre puede causarte tanto daño, un daño que a veces es imposible continuar.

- Ya tuve suficiente de ti. ¡Basta! Ya lo has llorado toda la noche. Al final termino siendo el infeliz que creías - dijo mi amiga entrando como una tromba en mi habitación.

Lleva su pelo con unos cuantos rolos en la cabeza y en la mano cargaba la plancha de pelo. Tan pronto escuche sus palabras comencé nuevamente a llora. Mi vida era una mierda.

- Es hora de volver a la realidad. Tienes una propuesta de empleo en Londres desde hace mucho tiempo. Tómala amiga, sabes que es lo mejor - murmura con dulzura sentandose a mi lado y comenzando a acariciar mi pelo.

Claro que no había olvidado ese empleo. Después de mis prácticas en Londres, me habían ofrecido una plaza en su firma, pero regrese solo por esta estúpida venganza que ahora solo me tiene destrozada.

- No sé que haré. Tengo que ir a la boda de mi hermana dentro de un mes, pero debo estar antes para la prueba del vestido - digo sorbiendo mi nariz.

Valentina resopla, pero me da una mirada tranquilizadora-. Entonces acepta el trabajo para después de la boda. No te preocupes que yo te visitaré.

Después de haber hablado un rato con mi amiga y prometerle que intentaría no llorar más, ella se fue a una cita con un cliente. Con los pocos ánimos que me quedaban me duche y me puse algo presentable. No quería seguir sintiéndome como una tonta sufrida.

Solo había pasado un día y Bryan ni siquiera hizo el intento de llamarme. Áunque era un maldito mentiroso, una llamada mostraría un poco de interés. ¿Tal vez estaba con Eve? El tan solo pensarlo me hacía retorcer mi estómago del coraje y la impotencia. ¡Que se quedé con ella, mejor! ¡Son iguales!

Unos golpes en la puerta me hicieron volver a la realidad y suspiré con tristeza. No valía la pena sentir dolor por él. Tan pronto abrí la puerta me encontré con Rick. ¿Qué carajos quería él ahora?

- ¿Qué quieres? - preguntó sin preámbulos.

No deseaba tenerlo cerca después de todo lo que me había hecho, lo que le había hecho a Bryan.

- Ya veo que te ha dejado como a todas - dice muy serio. Éste Rick no parecía para nada al hombre que yo había conocido.

Estaba vestido de gris como todo un hombre de negocios y lucía impecable, pero su porte y su semblante eran distintos.

- No, no me dejo él, pero tampoco te importa. Quiero que te largues de mi casa ahora - digo mirándolo con desprecio e intentó cerrar la puerta, pero él no me lo permite al sostener la puerta con su mano.

Alcé la cabeza para mirarlo a la cara, pero él empuja la puerta con su hombro. Me sobresalto por él ataque y retrocedo un poco asustada.

- ¡Fuera!

Rick cierra la puerta y me observa con una sonrisa torcida.

- Eres una zorra, Constanza. Siempre diciendo que solo querías mi amistad - dijo sonriendo-. Pero aceptabas mis invitaciones. Incluso conocistes a mi familia, pero eras tan perrita que seguias "queriendo mi amistad" - añadió caminando lentamente hacia a mí.

Yo solo podía retroceder. Miré a mi alrededor en busca de algo para defenderme, pero estaba muy lejos para agarrar cualquier cosa.

- Rick, siempre fui clara. Nunca te di esperanzas...

- ¡Perra mentirosa! - bramó y en unas zancadas ya estaba sobre mí dándome una bofetada que me hizo caer al suelo.

Estaba sorprendida, asustada y preocupada. Rick nunca había sido así conmigo. Comencé arrastrarme de espaldas para alejarme de él.

- Rick por favor no hagas algo de lo que te puedas arrepentir - susurro con la voz quebrada.

Rick se quita la chaqueta y la tira sobre el mueble. Mientras se acerca a mí se arremangó su camisa blanca.

- Mi padre tenía razón a las mujeres hay que tratarlas como se merecen.

Aterrada conseguí ponerme en pie e intente correr, pero él me alcanzó. Me agarro del pelo con fuerza y grite.

- Cállate la boca o te va ir peor - siseo a mi oído. Intenté soltarme de su agarré, pero él me superaba en fuerza y furioso me golpeo contra la pared causando un fuerte mareó.

- Rick...por favor. Éste no eres tú - balbuceó cuando suelta el agarre de mi boca.

Me ignora y me arrastra del pelo hasta mi habitación. Estaba temblando del miedo e intente luchar revolviéndome como una fiera. Me empujo a la cama y rápido se trepo sobre mí.

- Te voy a dar lo que estabas buscando. Querías joder con los dos pues te voy a dar lo que quieres

- ¡Basta! ¡Ayúdenme! - chille cuando Rick me volvió a cubrir la boca con fuerza.

El deseo y la lujuria estaban reflejados en sus ojos. Estaba intentando defenderme de él con mis manos, pero no servía de nada. Rick no se detenía. Con una sola mano consiguió quitar mis pantalones y mi ropa interior.

Sentía que me faltaba el aíre por su agarre en mi boca. Volvió a darme un golpe fuerte en el rostro para inmovilizarle porque no me detenía. No quería que me violara. Histérica comencé a llorar y llorar, solo recibí otro golpe en el rostro.

- Te lo mereces, Constanza - murmuro penetrandome de una estocada.

Ya no podía luchar. Me sentía sin fuerza y él no se detenía. Me estaba matando con su brutalidad.

Me agarró de la mandíbula con fuerza cuando ya había terminado-. Atrevete a abrir la bocota y te vas arrepentir. Eso es lo que te pasa cuando juegas con dos - dice arreglándose los pantalones.

Yo solo me quedo abrazandome a mi misma en un rincón de la cama sin dejar de llorar.

- Nadie te va a creer. Mi padre tiene muchas influencias y solo conseguiras que te tachen como la cualquiera que eres.

- ¡Fuera! ¡Lárgate! ¡No quiero volver a verte! - chille histérica desde el lugar donde estaba.

Rick sonrió y salió de mi habitación. Cuando sentí la puerta cerrarse con mucho esfuerzo conseguí ponerme de pié. Me miré en el espejo y odie mi reflejo todo amoratado.

Tenía fuerte dolor en mi vientre cuando me sumergí bajo el chorro de agua. Con fuerza intenté borrar sus sucias caricias, hasta que comencé a ver sangre en el suelo. Las lágrimas no cesaron de derrarmarse cuando temblorosa fui en busca de mi móvil.

****

- Debería hacer una denuncia. No puede dejar que ése desgraciado se salga con la suya - murmuro una enfermera mayor con el pelo completamente gris.

Ella me miraba con dulzura y yo solo quería llorar y gritar de coraje e impotencia. Me sentía sucia, utilizada y humillada.

- No puedo - digo temblando.

La enfermera me toma de la mano intentando darme fuerzas.
- Pero ése tipo puede hacerle lo mismo...

- No lo mencione por favor.

Me acomodé como pude y cerre los ojos quería olvidar. Por culpa de él hay muy pocas posibilidades de que algún día pueda tener un hijo.

***

HOLA

QUE CAPITULO MÁS INTENSO. Rick es un desgraciado y se que lo odian al igual que a mí.

Qué opinan del capi?? Gracias a tod@s por el apoyo.

Besosss

¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora