¿Enamorado de la hippie? ¡No puede ser! - SNSRTE 4

Capitulo 8

Capitulo 8

Constanza

Me sentía asqueada conmigo misma. Había actuado como una completa zorra. Me acosté con Bryan, me lo recordaba una y otra vez desde que el sol había entrado por mi ventana. En realidad ni siquiera había pegado ojo en toda la noche. Solo rememoraba una y otra vez lo que había ocurrido. Claro que había disfrutado tratándolo como mierda y echándolo de mi habitación, pero me sentía sucia al haberme acostado con alguien a quien odio.

El plan es enamorarlo ni modo que lo enamores a besos de piquitos y a manita sudada. ¿Qué estara pensando de mí en estos momentos? ¡Obvio que eres una vil zorra!

El teléfono de la habitación sonó-. ¿Bueno?

- Hola hermosura, te estámos esperando para desayunar - dice Rick muy animado desde la otra línea.

¿Nosotros? Obvió que Bryan estaría allí. Tenía ganas de esconderme, pero no le puedo dar la satisfacción de huír.

- Ya voy a bajar.

Cuelgo y termino de retocarme la ropa. Llevo unos pantalones ajustados blancos, una camisa plateada y una chaqueta negra larga hasta arriba de las rodillas y unas botas del mismo color. Mi pelo lo sostuve en una coleta alta y salí de la habitación.

- Buenos días - digo con mi mejor sonrisa. Bryan ni siquiera me mira. Muy al contrario de Rick que se pone en pie para ayudarme a sentar.

- Que servicial te has puesto - murmura el rubio mientras ingiere su desayuno.

Un omelet con tostadas, unos panqueques y unas frutas en otro plato.

Rick lo mira con seriedad-. Porque yo soy un caballero - murmura de manera burlona.

Bryan pone sus ojos castaños en los de su amigo y resopla volviendo a lo suyo.

- ¿Cómo dormiste, hermosura?

Sonreí comenzando a llenar mi plato con lo que había en la mesa-. Dormí delicioso - respondí concentrada en lo que estaba haciendo.

- Me imagino - farfullo Bryan comenzando a sonar sus cubiertos con cada uno de sus movimientos.

Rick y yo lo miramos.

- ¿Por qué lo imagina, señor Smith? - pregunto odiándolo por su descaro. Sabía que estaría furioso, pero el culpable es él por no saber durar.

- Porque...sí.

No vuelve a mirarnos y con brusquedad se levanta de la mesa, y se va.

- Disculpalo. Lleva unos días insoportables.

Resopló-. Al parecer le hace falta a una mujer - murmure en broma y Rick solo pudo reírse.

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- Buena ubicación - comenté observando el inmenso espacio de terreno en donde sería construído el hospital. El diseño que yo creé y que Bryan se había negado darle el visto bueno.

- Lo sé. Esta a la vista de todos y lo mejor de todo es que tiene el centro comercial a unos pies de distancia - dice Harold Fischer.

Harold es una eminencia en cardiología y proveniente de una familia influyente. Gracias a ellos y a sus grandes recursos quiere construir éste hospital, donde muchos puedan ser atendidos y hayan oportunidades de empleo.

- Ha pensado en todo, doctor Fischer - digo muy cordial observando detenidamente el lugar-. Aunque le informe que aveces resulta peligroso trabajar mientras el clima está tan frío, pero podré acoplarme muy bien a sus deseos - añado muy formal observando directamente a los ojos de este hombre.