Forever

Capítulo 18: Prófugos

Si no llego la notificación del capítulo anterior te recomiendo que lo leas ya que la mayoría no lo ha hecho.

ADRIEN

¿Es común que quiera matar a un pelirrojo? Porque si lo es, estallaba de rabia ante la situación.

-En verdad te agradezco Nathanaël- dijo mi azabache quien se encontraba recostada en una camilla mientras el chico le ayudaba a curar su herida. Es un aprovechado...

-No hay de que Marinette– sonrió mostrando sus perfectos dientes.

¡Ugh! Maldito.

-En verdad me sorprende que tu seas uno de los líderes junto con Nino y Alya- continuó Marinette -Siempre eres tímido y reservado-

-Las cosas cambian- guiñó un ojo -Desde que ustedes fingieron su muerte la vida en París no es fácil- espera... ¿el sabe sobre nuestras identidades?

-¡¿Qué?!- gritó -¿Cómo sabes sobre eso?- por poco y cae de la cama, por suerte la detuve a tiempo.

-Era demasiado obvió- el ojiazul se recogió el cabello en una pequeña coleta debido a que ya era bastante largo -Además Alya me lo contó- tomó una venda y le cubrió con sumo cuidado la herida hasta no dejarle visible.

-¿Toda la ciudad lo sabe?- interrumpi, el negó energéticamente.

-Las únicas personas que conocen su secretos somos los lideres y sus padres- aclaró -Pueden confiar en mi-

Por supuesto que yo no lo hacia. Vamos, el quería a mi dulce mariquita.

-Lo haremos- Marinette me observó con cara de pocos amigos, al parecer soy demasiado obvio -Adrien- Oh oh -¿Puedo hablar contigo?- estoy muerto -A solas-

-Por supuesto mi Lady- trague en seco, ya estaba listo para su gran sermón de como actuar correctamente. Los demás salieron de la habitación.

-Adrien- repitió sin levantarse aún de la camilla -¿Por qué mirabas de forma tan horrible a Nath?- su voz sonó dulce...por suerte.

-Es que...-

-Estas celoso- levantó una ceja mientras afirmaba -No sabes mentir minino-

Suspire de frustración.

-No me gusta que otros chicos te vean. Tu eres mía- aclaré, ella rodó los ojos.

-Sólo intentó ser amable conmigo-

-Pero el quería contigo- hice un puchero.

-¿Acaso no confías en mi?-

Esa carita tan dulce. Sus ojos estaban cristalizados.

-Lo hago- le abrase con cuidado de no lastimarle -En quien no confió es en el-

-Eres un sobre protector- susurró -Eso nos puede traer problemas- correspondió al abrazo -Pero aun así eres mi gato tonto-

...

Prófugos

Esa palabra de cierta forma dolía muy en mi interior. Tanto Marinette como yo teníamos prohibido salir del refugio. Los días pasaban con una exagerada lentitud.

-El itinerario de hoy es el siguiente:- se escuchó a través de los altavoces que se encontraban instalados por todo el edificio -El desayuno es en cinco minutos menos tres segundos, a las novecientas horas hay entrenamiento en la sala de usos múltiples. La comida se ajustara al área donde estén ubicados bla bla bla- intenté apagar el que se encontraba en mi habitación. Estaba cansado de esos horrendos horarios y para empeorar la situación me habían alejado de mi Marinette.