Capítulo 14: Secreto-Lemon

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NARRACIÓN NORMAL

El rubio se vistió rápidamente mientras que la azabache se escondía dentro de el armario.

-Adrien?- una mujer abrió la puerta de la recámara -Dónde esta Marinette?- preguntó.

Los extremos nervios le invadieron.

-Ella... Seguramente... Esta...en...el...baño!- el chico quería darse una gran bofetada ante tal idiotez -Es que estaba muy llena de sombra y quería limpiarse!- la dama de negro dobló la cabeza demostrando duda pues la actitud del chico le extrañaba demasiado pero al final tuvo que creerse la mentira ya que no existía una razón mas lógica.

-Bien- fue lo único que salió de su boca -Cuando regrese dile que es hora de cenar- el chico asintió y cuando por fin la mentora salió del lugar dejó escapar un gran suspiro.

-Ya se fue?- preguntó Marinette desde el armario donde se encontraba.

-Sip- el chico estaba aún nervioso por la repentina situación -Ya puedes salir- una pequeña risa salió del lugar.

-Es que no puedo- dijo avergonzada.

-Por qué?- cuestionó con un tono coqueto mientras se acercaba al ropero.

-Me quede atorada- su voz sonaba cada vez más baja.

-Qué?!- soltó una fuerte carcajada -Con qué?-

-Con unas...cobijas- susurró. Adrien abrió la puerta y antes de que la chica cayera; este la atrapó por la cintura. Con delicadeza tomó a la azabache y la ayudó a desenredarse hasta volver a mostrar su cuerpo.

Sus pechos descubiertos.

-Deberíamos ir a cenar- la joven se alejó un poco de él para intentar buscar su ropa. Por suerte su entrenadora no había notado el sostén que se encontraba tirado en el piso.

Sin embargo el ojiverde permanecía completamente callado. Marinette se colocó un tirante y...

-No!- el chico reaccionó -Yo...-

La chica comprendió, no pudo evitar sonrojarse -No podemos hacer esto Adrien- se cubrió los pechos sabiendo que eran la debilidad de su amado.

Pero Adrien no escuchaba nada, solo podía fijarse en lo hermosa que se veía la chica ante esa situación.

-Ya te dije que no me importa- susurró.

-En verdad no podemos, ella esta aquí- continuó siendo ignorada y comenzó a retroceder cuando se dio cuenta que el rubio iba tras ella.

Chocó contra la base de la cama, no le quedo otra opción más que subir a ella hasta que el espacio se terminase. Y eso fue lo que sucedió.

Entre ella solo de encontraba la pared y un muy agitado Adrien.

-Nos va a matar- chilló -No Adrien!- su contrario tomó su cintura con una mano y con la otra logró acorralarla. No tenia escapatoria.

-Ya no me importa la moral- se acercó a su oreja y le susurró -Mi pequeña mariquita, si usted me lo permite hoy será mía-

Las palabras provocaron que la chica suspirada y comenzara a respirar de forma entrecortada. Cuando menos se dio cuenta, su amado ya intentaba besarle.

-Abre tus labios princesa- pasó su lengua por el labio inferior de la ojiazul -Dejame besarte- en la boca de la chica se formo una perfecta "o". Adrien aprovechó para invadir el lugar.

Marinette quería separarse pero el chico era insistente ante sus actos.

-Estúpido gato- dijo en sus adentros -No me va a soltar- pues por más que intentaba no lo conseguía.

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