Capítulo 12: Entre las sombras

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ADRIEN

Habíamos tardado una hora aún pues la señora "me tapó la cara" nos pidió continuar practicando por un rato y después encaminarnos hacia la ciudad.

-Luces muy misteriosa my Lady- dije. Marinette iba vestida con su traje, capa y un antifaz blanco con motas negras que cubría y sombreaba su rostro junto con la capucha de la capa. Sus ojos azules brillaban ante la oscuridad y apenas era reconocible.

-Lo mismo digo minino- una sonrisa escapó de su rostro, sus labios eran lo único plenamente visible aparte de sus ojos -Incluso tu capucha tiene orejas de gato-

Yo no quedaba atrás. Si Marinette lucía sombría yo estaba peor pues todo mi conjunto era negro y, en efecto si antes lucía como Chat Noir solo con el traje, ahora con la mascara era auténtico.

-Pueden guardar silencio?- dijo una voz a nuestras espaldas.

Mi ojiazul se limitó a dar una sonrisa falsa hacia ella y yo solamente le gruñi.

Cientos de arboles se hallaban a nuestro alrededor, aun no comprendía como Tikki y Plagg sabían el camino o incluso cuando Marinette salió un día para depositar la carta para nuestros padres.

Los minutos pasaban. Diez, quince, veinte, cien, miles de arboles y arbustos y finalmente el cielo empezaba a notarse con más facilidad. Cuando menos lo esperamos ya nos encontrábamos fuera del bosque, aun teníamos que caminar mucho más para llegar al centro de la ciudad. Las armas ya nos pesaban, caminar con diversas espadas, cuerdas y otras cosas era un peso difícil de manejar y el clima no era favorecedor como para llevar puesto una gruesa capa. Estaba muriendo de calor.

-Esto es muy tedioso- murmuró Marinette, al parecer ella me comprendía en totalidad -Mis pies me están matando-

-Tranquila princesa- le respondí -Ya casi llegamos- y no mentía pues sin darnos cuenta ya estábamos frente a la ciudad.

Una ciudad en catástrofe, post-apocalíptica se alzaba frente a nosotros. Diversos edificios destruidos, ventanas rotas, gente oculta y miles de sombras que volaban alrededor; las sombras de Thalia.

-Esto es peor de lo que pensé- dije -Es terrible- comenzamos a notar que algunas personas caminaban con sigilo a través de las calles mientras usaban capas similares a las nuestras y al parecer las sombras no se daban cuenta de eso. De la oscuridad emergió una fuerte luz en el cielo proyectando una enorme pantalla donde se dejaba ver una figura conocida.

-Parisinos, parisinos!- los aplausos y la hipócrita sonrisa de Thalia se dieron a conocer -Día treinta y seis de mi nuevo régimen, dónde están sus queridos héroes?- el silencio era incomodo y agrio -Es cierto!- empezó a carcajearse -Ellos están muertos!-

Intenté esforzarme para que la amarga bilis no subiese a mi garganta y me causase un mal sabor de boca, tenía unos incontables deseos de destruirla, de salvar a todos esos pobres ciudadanos que sufrían.

-Son las seis y treinta, todos deben reunirse en el antiguo edificio de la alcaldía para venir a veneradme - abrió los brazos como si intentara ser abrazada, a nuestros lados solo se escuchaban los suspiros cansados de las personas. La pantalla desapareció después de que la chica pelirroja chasqueara los dedos.

-Ahora comprenden el porque de la capa?- dijo nuestra entrenadora a nuestras espaldas -Thalia piensa que es un símbolo de respeto hacia ella pero en realidad es un luto hacia los héroes caídos- avanzó hasta quedar frente a nosotros y continuó caminando, nosotros le seguíamos.

Hasta el momento lograba controlarme pero cuando vi por primera vez como una sombra atrapara a un civil... Quede destrozado o mas bien asqueado.

Por qué?

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