Capítulo 16: Novatos

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ADRIEN

-Y bien...- dijo Alya -¿En dónde vamos a dormir?- una ola de electricidad subió a través de mi espalda. La casa era muy pequeña y seguramente tendríamos que compartir recamara con ellos.

Eso significaba que verían todo el desastre que dejamos de horas pasadas.

-¿Adrien?- mi dulce ojiazul tomó con ternura mi cabeza y comenzó a acariciarla -¿Pasa algo?- no quería preocuparle, negué. Podía sentir como mi cara se sobre -calentaba.

-E-estoy bien- levanté los pulgares e intente caminar lo mas normal que fuese posible -Solo déjenme ordenar un poco la habitación para que ellos se puedan hospedar- al parecer Marinette no había pensado en la situación, al captar la indirecta inmediatamente su piel se tornó rojiza. Pobre bichito.

-¡Tiene razón!- gritó y entró corriendo a la cabaña, yo le seguí el paso.

-Tranquila Marinette- le ayudaba a recoger todo el desorden que habíamos causado -¿Sabes...?- la pobre no dejaba de estar sonrojada y se limitó a verme apenas unos segundos.

-¿Qué?- su voz sonó inocente, sabía que por dentro ella se moría de la vergüenza.

-Estoy muy triste- fingí limpiarme lágrimas de las mejillas -Ya no podre dormir contigo- le guiñe un ojo, ella estaba cada vez más roja.

-¡Mejor para mi!- su lado Ladybug salió a flote, esa mujer seguía siendo un enorme misterio que yo con el tiempo seguiría descubriendo. Ya sin la capa podía ver a la perfección su hermosa figura, contorneada por un traje blanco y de puntos negros. Agradecía de cierta manera a nuestra mentora por vestirle así.

-¡Deja de mirarme!- Marinette me arrojó un zapato -Gato pervertido- cruce los brazos.

-No me arrepiento de nada- le mire por el rabillo del ojo, sus labios estaban entreabiertos y sus cejas marcaban la sorpresa que tenía en el momento.

-Eres imposible- fue lo único que alcanzó a decir pues Nino y Alya entraron a la habitación.

-¡Yo con Marinette!- gritó Alya.

-Ya que...- Nino no estaba muy a gusto, era obvió que el chico gustaba de su compañera pues no dejaba de observarle de pies a cabeza.

La noche no fue muy cómoda que digamos.

-¡Silencio Cam!- la portadora del Miraculous del zorro perseguía por todo el lugar a su kwami.

-¡No!- al parecer la criatura era muy rebelde -¡Quiero naranjas!- en sus pequeñas manitas llevaba la cascara de una de las frutas.

-¿Más?- Alya rodó los ojos -¡Estoy segura de que ya te comiste un árbol entero!-

-Cam- susurró el kwami de Nino -Yo se que tiene mucho tiempo en que no comías tus adoradas naranjas pero ya es hora de dormir-

La pequeña suspiró resignada y terminó recostándose a lado de su portadora hasta quedar profundamente dormida.

-Supongo que todos estaban dormidos menos yo-pense. Los recuerdos me carcomían, en verdad extrañaba a Plagg.

-¿Estas bien?- dijo Marinette al otro lado de la habitación. Ella al igual que yo estaba despierta desde hace horas.

-No- admití -Ver a Cam y Wayzz me trajo muchos recuerdos de Plagg- le mire fijamente a los ojos -Le extraño-

La azabache sonrió -Lo mismo con Tikki. Siempre es nuestro tema de conversación ¿no?- se levantó de la cama y caminó hacia la ventana -Agradezco que ellos estén aquí- señaló a nuestros compañeros -Y también que nuestros padres estén bien-

ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora