Forever

Capítulo 21: Kwami

MARINETTE
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¡Es hora de levantarse Marinette! O si no llegaras tarde- una suave voz se escuchaba mientras yo aun seguía dormida -¿Acaso no quieres ver a tu amado Adrien?- se escuchó una muy tierna carcajada.

Como en los viejos tiempos.

Abrí lentamente los ojos y mi visión tardo un poco en aclararse. Un diminuto punto rojo se materializó frente a mi.

-No pensé que ya dormías con el- dio una picara sonrisa -No imagino lo que hicieron en nuestra ausencia-

-¡Tikki!- me lancé para abrazarla -¿Cómo es...?-

-...Posible?- complementó -Digamos que ya teniamos la energía suficiente para regresar y mejorar sus poderes. Además Plagg ya estaba desesperado por queso-

Me llevé instintivamente las manos a las orejas, nuevamente llevaba mis pendientes puestos.

-¿Quién te dejo aquí?- mi sorpresa no cabía en ninguna parte, estaba demasiado feliz.

-La mam... ¡Su mentora!- se corrigió automáticamente -Ella nos vino a dejar. Nosotros le dimos el aviso a través de los Miraculous-

-¡Oh Tikki!- volví a abrazarla -No sabes cuánto te extrañe-

-Yo también- ahora fue ella quien abrazó mi mejilla -¡No sabes lo aburrido que es estar atrapada en unos pendientes!- fingió un desmayo -Detesto estar encerrada-

-Y supongo que Plagg piensa lo mismo... Hablando de el. ¿Dónde están esos dos gatos?-

-Salieron hace unos minutos. Adrien intentó despertarte pero esta vez le fue imposible- la pequeña se recostó en una almohada -Pidió te dijera que tenia un par de asuntos por resolver-

El leve recuerdo del padre de Adrien diciendo que le dijera a su madre que la amaba me llego a la mente. Seguro y nuestra pobre mentora sería acosada durante todo el día.

-Supongo que hoy no nos veremos- suspire -¿ Quieres ir por unas galletas al comedor?- dije resignada, sus pequeños ojitos brillaron como dos hermosos zafiros.

-¡Por supuesto. Ya esperaba esas palabras!- exclamó entusiasmada e inmediatamente se ocultó en mi capucha -¡Vamos!-

Solté una leve carcajada. Me alegraba tener a Tikki de vuelta.
...

Bajamos un par de pisos hasta llegar al comedor principal donde algunos chefs colocaban los platillos preparados para el desayuno de los rebeldes.

-Buenos días señorita Dupain Cheng- dijo uno de ellos. En sus manos sostenía una charola llena de todo tipo de galletas -¿Gusta?-

-Buenos días- contesté mientras agarraba unas cuantas galletas de chispas de chocolate -Gracias-

-Es un milagro verla despierta tan temprano- sonrió -Siempre llega tarde al desayuno-

-Lo se, alguien hoy me despertó antes de tiempo-

-Bueno- el señor se dio la vuelta -Debo seguir cocinando. Nos vemos luego- giró y entró nuevamente a la cocina. Nosotras regresamos al dormitorio.

-Tikki- dije mientras Caminábamos por el pasillo.

-¿Si?- tenía su boca llena de galleta, apenas podía hablar.