Capítulo 28: Primera llamada

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MARINETTE

De nuevo tocaron la puerta.

-¿Marinette?- se escuchó una aguda voz proveniente de la planta inferior, mi madre suspiró con pesadez.

-Supongo que deben estar dormidos- dijo otra persona que reconocí al instante. Tal vez si en esos instantes no hubiese estado desnuda y con mi cuarto hecho un desastre correría para abrazarle -Mañana ya tendré tiempo para verle-

El sonido de sus pies bajando por las escaleras en poco tiempo se hizo nulo.

-Papá- fue lo único que alcance a decir.

Por suerte habíamos cerrado la puerta anteriormente y por esa razón ellos no entraron o de lo contrario nos hubiesen descubierto.

-Eso estuvo muy cerca- dijo Adrien quien tenía sus dos brazos detrás de su cabeza, su pecho estaba al descubierto y lo único que cubría la sabana era de la cintura para abajo.

Gato estúpido.

-¡Es tu culpa!- golpeé uno de sus hombros, el ojiverde literalmente maulló de dolor.

-¡Marinette!- se retorció incomodo al mismo tiempo que sobaba el reciente golpe -Tú fuiste quien decidió alargar las cosas- levantó las cejas y comenzó a moverlas de un lado a otro. Yo no pude evitar reír.

-Pues es tú culpa por ser tan...- inmediatamente cubrí mi boca.

¿Qué estaba a punto de decir?

-¿Irresistible?¿Purrrrfecto?- comentó burlesco, inmediatamente sentí como la sangre subió a mi rostro -Vamos Bugaboo-

-No pienso responder a esa pregunta- bostecé y le di la espalda.

-No importa- pasó su pulgar alrededor de mi columna vertebral causándome escalofríos -Ya se la respuesta- depositó un suave beso en mi espalda y finalmente se recostó, debíamos de dormir.

-Sigue soñando- susurré antes de caer dormida.
...

Alguien deberá sacrificarse por el bien de la sociedad.
La sangre derramada permitirá el descanso eterno del mal y la purificación de quien fue cegado por la venganza.
Y entonces el sol volverá a resplandecer pero brillará por luto ante esa alma ofrecida que arriesgó todo su destino.

...
Un sueño, esta vez sin fondo alguno. Solamente voces similares a susurros y una más fuerte que las demás.

Desperté exaltada y llena de lágrimas, ¿Cómo que un sacrificio? ¿Acaso alguno de los dos debíamos morir? Se supone que esa profecía sólo nos incluye a Adrien y a mi.

La voz de mis sueños era irreconocible para mi pero podía adivinar a ciencia cierta que ese mensaje era parte de la profecía. Ahora comprendía el por qué nadie quería aclarar la profecía entera aunque lo que escuche supongo que sólo fue una mínima parte de algo más complejo.

No quería morir.
No quería que Adrien muriese.

No me di cuenta cuando comencé a sollozar y ante la situación Adrien se despertó.

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