Capítulo 38: Después de la calma

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ADRIEN

Abrí los ojos, la vista de la mañana filtrandose a través de mis párpados me impedía captar el lugar en donde me encontraba pues mi última imagen había sido en mi fusión junto con Marinette.

¿O todo había sido una ilusión? Mi memoria era confusa y apenas recordaba algunas cosas ¿Qué había pasado con Set?

Mi vista finalmente fue enfocada, me encontraba en medio de un edificio abandonado, el suelo en el que me encontraba se sentía terriblemente caliente como si debajo de este hubiese lava corriendo a través de este, el cielo a través de los ventanales rotos se filtraba levemente pero no sabía si era de día o de noche debido a que estaba nublado y a varios kilómetros se notaba que en el lugar no habitaba nadie.

-Veo que habeis despertado- dijo una voz detrás de mi, su tono era terriblemente familiar aunque de este salía un ligero eco, como si una segunda voz abundara en él. Los pasos retumbaban en el lugar.

Gire la cabeza viendo por primera vez a la persona.

-¿Padre? - susurre, sabía perfectamente que no era él, sus ojos en esos momentos eran de un color diferente y era de su cuerpo de donde emanaba el calor -No, Set- la persona a mi lado sonrió maliciosamente mostrando unos picudos y amarillentos dientes que para nada pertenecían a mi padre.

Claro, a menos que los modificase por moda o algo así.

-Veo que sus queridos dioses apadrinados les han abandonado- dijo, en verdad no podía recordar nada de los que sucedía ¿Osiris me había poseído y por eso no recordaba? -No comprendes nada- a pesar de ser el cuerpo de mi padre sabía que el no lo podía controlar en ese momento, tampoco estaba transformado.

Plagg.

Baje la vista notando que mi anillo no se encontraba en mi mano, algo que no había notado pero podía figurar que ocurrió durante la batalla.

-¿Osiris? - pregunté mentalmente esperando alguna respuesta.

El silencio permaneció durante unos segundos.

-No puedo sentir a Isis- respondió el dios en mi interior, su voz se notaba bastante preocupada.

Al igual que él yo también temía lo peor.

Levante la vista nuevamente encontrándome con la dura vista de mi "padre", al parecer tenía idea de lo que estaba pasando y simplemente cruzó de brazos como si existiera todo el tiempo del mundo para destruir todo.

Aunque seguramente ya estaba bastante débil.

-Si preguntas por Isis querido hermano puedo suponer que ha regresado a su reino - dijo Set respondiendo la pregunta como si supiera lo que pasaba -Ella ya no tiene que ver en este asunto- chirrie los dientes, me sentía terrible sin saber en donde estaba y que procedía -También tu querida novia está bien, es una lástima porque realmente quería que muriera- dijo esta vez fijándose en mi.

¿Realmente se encontraba bien?

-Entonces- dije secamente, la garganta me fallaba pues necesitaba agua con gran urgencia.

-Oh, vamos - el hombre aplaudió fuertemente, de momentos la figura de Set lucía por encima de la mi padre confundiendo mi vista una y otra vez provocando que intentase bajar la guardia mientras sus gestos aparentaban suavizar -Nosotros aún tenemos asuntos que resolver - a pesar de que su sonrisa era malvada sus ojos reflejaban ligeramente tristeza, supe de inmediato que a pesar de todo mi padre aún me escuchaba.

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