Capítulo 35: Profecía

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Desde el profundo suelo alguien renacerá.
Y enemiga de la mejor amiga se volverá.
Esa alma tendrá ayuda de aquella otra renacida.
Durante días dominará la oscuridad
Miles de suspiros se robarán
Y para salvar aquella inocencia
Alguien deberá sacrificarse por el bien de la sociedad
La sangre derramada permitirá el descanso eterno del mal y la purificación de quien fue cegado por venganza.
Entonces el sol volverá a resplandecer
Pero brillará por luto ante esa alma ofrecida que arriesgo todo su destino.
Sin embargo será ajena a las renacidas
Y tendrá la oportunidad de regresar en una nueva vida.

...

ADRIEN

¿Era normal que todo mi cuerpo doliera? Tal vez, había sido golpeado tantas veces que supongo mi razón se estaba viendo afectada.

Luego de que Marinette se librase de su sombra todo había pasado demasiado rápido.

El cielo se tornó rojo y una luz al ser desprendida provocó que la mayoría de los edificios se desintegrara. Todos sabíamos de que se trataba aquello y aunque el día ya era noche podíamos asegurar que faltaba mucho por terminar.

Y en menos de un parpadeo todo un ejercito nos rodeaba, no existía escapatoria. Sin embargo no veía rastro alguno de nuestros aliados. Marinette inmediatamente se tomó en posición lista para la batalla aunque seguramente ella estaba más herida que yo, sus piernas temblaban y podía escuchar con brevedad el choque que sus dientes causaban.

Me sentía inferior ante lo que mis ojos presenciaban y si eso fuese posible seguramente me hubiese lanzado al suelo.

Todo nuestro trabajo, los días de recolección y las noches de desvelo se habían arruinado. Oscuridad nos rodeaba hacia todos los alrededores como si esta intentase invadirnos.

Las sombras habían regresado y con estas el verdadero culpable de todos nuestros problemas: Set, el dios que todo lo destruye se encontraba frente a nosotros mientras sonreía de forma maliciosa. Sus dientes retorcidos y la piel completamente rojiza como los rubíes le daban un aspecto demoniaco junto con toda aquella oscuridad reunida a su lado.

La temperatura bajó de forma brutal aunque por la mañana el clima había sido reconfortable, una nube de arena nos rodeo dando el macabro aspecto de un desierto en medio de una ciudad.

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