Capitulo 8. El adiós.
KENDY
Los tacones de mamá resuenan por toda la sala de estar, me acomodo sobre el sillón mientras que Fany a mi lado sostiene una bolsa de hielo sobre su mano izquierda magullada por los golpes que le dio a Alice hace unas cuantas horas, Tany se encuentra a su lado jugando con el cabello rubio de Brody quien se encuentra sentado en el suelo frente a ella. Mamá finalmente se detiene frente a nosotros y clava su mirada estricta en cada uno, trago fuerte mirando a cualquier lado menos a ella.
— Me mato trabajando en un restaurante todo el santo día, incluso a veces doblo turno, me desvivo en el trabajo para solventar todo en esta casa, para que ustedes vivan bien y no les falte nada. ¿Y ustedes cómo me pagan?—gruñe con la cara roja y luego alza la voz sobresaltándonos a todos— ¡Metiéndose en peleas a puño limpio en la bendita escuela! Voy al trabajo tranquila porque se supone que tengo unos hijos ya grandes y bien portados, ¿pero qué recibo a mitad de mi turno? ¡Una llamada del director de la escuela diciéndome que mis hijas acaban de desfigurarles la cara a otras dos muchachitas de la escuela!
Sus ojos furiosos se quedan fijos en mi.
— Lo creí de Fany, lo esperé de Brody... Pero nunca pensé que tú ibas a comportarte así Kendy Hale, se supone que debes ser el buen ejemplo que tus hermanos necesitan, ¡pero los has metido en una pelea!
— ¡Ella no tuvo la culpa, mamá!—interviene Fany poniéndose de pie—. He sido yo la que se ha ido a los golpes con esas zorras, Kendy solo me defendió de ellas, así que no te la agarres con ella si no ha hecho nada más que cuidarme. Y antes de que me eches la bronca a mi, voy a explicarte por qué lo hice.
Ella me mira de reojo y yo niego rápidamente aterrada de que le diga algo de la apuesta. Si mamá se entera de todo, va a ser un caos, y la única que va a salir perdiendo voy a ser yo.
— Ellas... son compañeras de Kendy y las escuché hablar mal de ella, entonces me llené de rabia y admito que no pensé bien las cosas, te juro que no me di cuenta ni en qué momento fue que me tiré encima de ellas. Por suerte Kendy estaba allí para salvarme de las garras de esas gatas...
— Fany cierra la boca y que no te vuelva a escuchar hablar así.—gruñe mamá mirándola seria y luego dirige su mirada hacia mi—. Mira nada más la cara de tu hermana, ¿te das cuenta de lo que has causado Fany?
— Lo sé y estoy arrepentida, lo juro.
— Y ustedes dos no se salvan.—mamá camina hacia Brody y Tany quienes la miran con la misma mirada de cachorrito desolado—. Brody le diste el puñetazo de su vida al hijo del Senador Williams, y tú Tany... le fracturaste el dedo del pie a ese chico quien por cierto es hijo de un empresario importante. Les juro que nunca pensé que mis propios hijos me harían pasar tanta vergüenza.
— No fue la gran cosa, mamá.—interviene Brody—. Yo solo me regresé a darle su merecido al único del grupito que no lo había recibido, hay que ser justos. No fue nada.
— ¿Tener una reunión con los padres más poderosos del maldito distrito escolar no es nada Brody Angelo Kannigan Hale?—la cara de mamá no podria estar más roja—. Están castigados, todos, desde la más grande hasta la más pequeña.
— ¡Yo soy niño!
— ¡Me vale! Estás castigado también.
Brody chasquea los dientes y hace un puchero.
Luego de recitar una larga lista de prohibiciones y reglas, mamá se marcha a su trabajo y el calvario de un mes sin aparatos electrónicos y sin salidas da comienzo.
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Kendy ©
Ficção AdolescenteLa vida de Kendy siempre se ha resumido en ser buena hija, buena amiga y ser un buen ejemplo a seguir para sus hermanos menores. Pero todo cambia cuando ella y sus hermanos son trasladados a un nuevo instituto a mitad del año escolar. Allí Kendy co...