Kendy ©

🌸 Capitulo 7 🌸

Capitulo 7. Caída libre.

KENDY.

Mis ojos se abren lentamente, la luz del sol se escabulle a través de las cortinas y el olor a una colonia masculina se filtra por mis fosas nasales, un dolor punzante ataca mi cabeza al instante en el que me reincorporo sobre la cama, maldigo por lo bajo mientras cubro mi cuerpo desnudo con las sábanas, mis ojos cafés recorren el lugar con lentitud sintiendo el miedo recorrerme entera. Suelto un respiro aliviado al ver una foto de Connor en una de las repisas de uno de los muebles, entonces los recuerdos de la noche anterior comienzan a llegar uno a uno y mi cara se calienta bruscamente, ¡tuve sexo con Connor Smith!

Me dejo caer sobre el colchón ocultando mi rostro entre mis manos, sé que es normal tener sexo con tu novio pero... fue nuestra primera vez y estábamos muy borrachos, aunque eso no significa que no fuera genial, pero yo quería que estuviéramos en nuestros cinco sentidos cuando pasara.

Me quejo un poco cuando decido levantarme de la cama, el ardor entre mis piernas es un poco incómodo pero no es la gran cosa, por suerte no tardo en encontrar mi ropa y me apresuro a vestirme, gracias a Dios Connor tiene un baño propio en su habitación por lo que aprovecho a lavarme la cara y enjuagarme la boca, mojo mi cuello y mi frente para intentar quitar un poco el dolor de la resaca, aún no puedo creer que me hayan hecho tomar todos aquellos chupitos de tequila y vodka.

En poco tiempo me encuentro bajando las elegantes escaleras de la enorme casa en la que vive Connor, muerdo mi labio observando todo a detalle, cada maldita decoración por más pequeña que sea parece ser diez veces más cara que mis únicos tres pares de zapatos decentes para salir. No era un secreto para mi que Connor y su familia son gente de dinero, pero aún así me asombra lo diferente que somos; él es un chico popular, con dinero y calificaciones envidiables, mientras que yo vengo de una familia humilde, no soy extrovertida y mis notas no son tan impresionantes al lado de las suyas. Aún no entiendo cómo es que logramos congeniar tan bien, supongo que cuando te enamoras de verdad nada de eso importa realmente.

Recorro la sala de estar en busca de mis amigos pero no hay señal de ellos por ningún lado, por lo que camino hacia la que parece ser la cocina, unos murmullos se escuchan del otro lado de la puerta, mi mano toma el pomo dispuesta a entrar pero por alguna razón me quedo un momento allí escuchándolos hablar.

— Lo siento chicos, pero ya no quiero seguir con el plan de enamorar a Kendy, ya no quiero fingir que me siento malditamente enamorado de ella. Ya no quiero fingir que sus besos me vuelven loco, ya no quiero fingir que ella me gusta, ¡es más! ¡no soporto su jodida inocencia!

Mi corazón da un vuelco doloroso al escuchar la voz de Connor pronunciar aquellas palabras tan dolorosas para mi, por un instante pienso que quizás están bromeando pero luego escucho a Alice decirle que "está a punto de ganar la apuesta" y mis ojos se llenan de lágrimas.

La rabia invade mi ser y empujo la puerta con fuerza, mis ojos lo buscan directamente a él, porque él ha sido el hijo de puta que me ha mentido en la cara, él ha sido el que ha jugado conmigo desde que llegué al instituto, él es quien me ha utilizado para ganar una jodida apuesta.

Me ha destruído.

— ¿Ahora se supone que tengo que aplaudirles por su magnífica actuación?—menciono con la voz ahogada por la cólera, entonces miro a las otras tres personas, mis ojos miran a Damián con dolor—. Pensé que eras mi amigo, pensé que todos eran mis amigos... pero supongo que gracias.

Ellos me miran impactados y completamente confundidos.

— Gracias, porque con esto me han demostrado que no son más que una mierda, gracias porque esto me enseñará a no ser tan ingenua y no confiar tan rápido en personas que no conozco.—las lágrimas bajan de mis ojos con rapidez, ni siquiera sé cómo es que logro hablar.