Capítulo 27. Heridas profundas.
KENDY
Mis manos acarician la pequeña espalda de Kiara con suavidad, mi pequeña acaba de dormirse después de un baño espumoso y descansa sobre mi pecho soltando suspiros y quejidos bajos que me roban sonrisas de vez en cuando. Mientras tanto yo reviso mis redes sociales y como unos bombones de chocolate que Connor me trajo la noche anterior. Han pasado dos días desde que pasamos la noche juntos y nos entregamos de aquella forma tan apasionada, mentiría si dijera que no disfruto la nueva intimidad que hay entre nosotros desde esa noche; es como haber recuperado lo que teníamos antes de todo el caos pero esta vez es incluso más intenso lo que tenemos.
Cada vez que me besa, me abraza o simplemente está cerca de mi, todo en mi interior se llena de cosquillas y me convierto en un manojo de nervios y hormonas. Todos han notado el cambio en mi y aunque yo no le he contado nada a nadie ellos asumen que las cosas entre Connor y yo comienzan a acomodarse.
Ver que todo en mi vida comienza a tomar rumbo me hace sentir tan bien y tan tranquila, siento que la tormenta finalmente está acabando y la calma comienza a gobernar, sé que Connor tiene muchas cosas que poner en orden y yo debo tomar una decisión importante pero también sé que las cosas van a salir bien, lo que tenga que pasar va a pasar.
Mi teléfono suena de pronto interrumpiendo mi momento de relajación con mi bebé, pero sonrío al ver que se trata de una videollamada de mi mejor amiga, lo primero que escucho al responder son unos suaves ronquidos, observo a través de la pantalla como Zoe suelta una risita y se lleva su dedo índice a los labios antes de mover un poco la cámara de su teléfono para enfocar a un Kyan sumido en un sueño profundo, el niño ronca a un lado de Zoe sobre la cama. Suelto una risita y cuando mi amiga vuelve a aparecer en pantalla enfoco con mi teléfono a mi pequeña Kiara. Zoe se carcajea al ver a mi chiquita durmiendo con la boca abierta sobre mi pecho. Pasamos al rededor de una hora hablando sobre cómo van las cosas en Nueva York; aparentemente Noah ya se encuentra arreglando los papeles de Kyan para que sea un Valentine más y obtenga la ciudadanía estadounidense, con esos papeles en orden las probabilidades de que gane la custodia del niño crecen más. Pero definitivamente con la prueba de ADN estoy segura de que será más que suficiente para ganarle a la familia de Martina, pues ese es su alegato, decir que Noah no es el papá biológico de Kyan.
— Espero que todo salga bien chicos, pase lo que pase aquí estaré para ustedes, las puertas de la casa de tía Darla estarán abiertas para cuando lo necesiten.—pronuncio sonriéndole a Zoe con diversión a lo que ella ríe asintiendo.
— Gracias Kend, iremos a visitarlas el fin de semana.
— Suena bien...
Mi sonrisa flaquea al ver que una llamada de un número desconocido aparece en la pantalla de mi teléfono celular.
— Zoe te hablo más tarde, alguien está llamándome.
— De acuerdo, te escribo al rato.
Cuelgo la llamada y en ese momento el número desconocido también lo hace, chaqueo mis dientes frustrada pero no pasa mucho tiempo cuando vuelve a llamar y esta vez sí logro alcanzar a contestarle.
— ¿Diga?
— ¿Es... Kendy Hale?—pregunta una voz femenina del otro lado de la línea.
— Si, ella habla. ¿Quién es?
— ¡Oh, qué gusto!—chilla emocionada y yo me confundo más—. Mi nombre es Cassandra Smith, soy la mamá de Connor.
Mis ojos se abren de par en par al escucharla, ¡es la madre de Connor! Mi corazón comienza a alborotarse dentro de mi pecho y las palabras se esfuman de mi boca, no tengo ni idea de qué decir o hacer, su llamada me ha tomado por sorpresa, yo no estaba ni un poco lista ni preparada para hablar con ella.
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Kendy ©
Teen FictionLa vida de Kendy siempre se ha resumido en ser buena hija, buena amiga y ser un buen ejemplo a seguir para sus hermanos menores. Pero todo cambia cuando ella y sus hermanos son trasladados a un nuevo instituto a mitad del año escolar. Allí Kendy co...