Capitulo 4. Demonios.
KENDY
Tres semanas después...
El profesor Kennett termina de borrar el pizarrón y se dispone a escribir las indicaciones para realizar un trabajo que costaría veinte puntos para todos. Suspiro profundamente sintiendo mi cerebro punzar con fuerza, llevo una semana en Trenton High School y adaptarme no ha sido nada fácil; empezando con la maldita clase de cálculo en la cual me encuentro ahora mismo y en la cual también soy un asco. Miro de reojo a Smith y por dentro lo maldigo por que él es un genio en esta materia. Resoplo por lo bajo al ver que de ejemplo el señor calvo escribe una serie de números que en lugar de parecer una ecuación parece algún escrito maya.
— Estoy frita.—gruño en voz baja.
— ¿Soy yo o la señorita perfección no entiende nada en esta clase?—escucho su voz burlona a mi lado, ruedo los ojos e ignoro el cosquilleo que siento en el estómago al escucharlo tan cerca de mi.
— No entiendo mucho...—volteo a verlo, él se cruza de brazos y yo suspiro—. De acuerdo, no entiendo absolutamente nada. En el otro instituto no estabamos en este tema, y llegué justo cuando ustedes van a la mitad de él. Y el bendito tema es tan extenso que me está matando.
— Bueno, yo soy experto en los números, si quieres puedo ser algo así como tu tutor, aún faltan varias semanas para los examenes, tenemos tiempo, enfoquémonos en el trabajo.
Una sonrisa tímida abarca mi cara, debo admitir que aunque Connor sea un tanto bromista y burlón, él es muy caballeroso y atento. Las últimas semanas él se comportó muy bien conmigo, al igual que sus amigos, claro a excepción de la pelirroja quien aunque en algunas veces se juntaba con nosotros se mantenía algo alejada de mi, yo no pasaba desapercibida su forma de mirarme; como si ella supiera algo que yo no.
— ¿Qué dices, Hale?—Connor me regresa a la realidad—. ¿Seré tu tutor?
Me lo pienso un poco, pero al final termino asintiendo, pues necesito ayuda con urgencia.
— De acuerdo.—murmuro—. ¿Pero qué quieres a cambio?
— ¿Por qué piensas que yo quiero algo a cambio?
— Bueno, nadie hace nada sin esperar recibir algo a cambio. Anda Smith, dime qué quieres.
Los ojos grises de Connor me miran con picardía dándole el aspecto de un niño a punto de hacer una travesura y yo no se si enternecerme o tenerle miedo. El chico sonríe de lado y se acerca peligrosamente a mi, trago fuerte sin saber qué hacer pero él solo se acerca a mi oído para susurrarme:
— Lo único que quiero de ti es que me dejes llevarte a una cita, y no, no como amigos.
Su aliento choca contra mi piel sensible causando que esta se erice.
— No entiendo por qué insistes en salir conmigo, Connor.—susurro mirando de reojo al profesor quien se mantiene distraído explicándoles algo a algunos alumnos de la primera fila—. He visto cómo miras a la chica pelirroja, parece que te gusta, así que no entiendo qué es lo que pretendes pidiéndome salir.
Lo miro entrecerrando los ojos.
El pelinegro se pone serio de repente, ambos guardamos silencio durante varios minutos en los que no le puedo sostener la mirada por mucho tiempo y termino bajándola hacia mi regazo.
— No quiero lastimarte, Kendy—susurra de pronto, alzo la mirada hacia él y veo sinceridad—. Ella me gustó durante mucho tiempo, fue inevitable; Tara es hermosa pero... cuando te vi sentí algo más que atracción Kend, quizás no me creas porque es muy pronto para decir eso pero es la verdad.
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Kendy ©
Teen FictionLa vida de Kendy siempre se ha resumido en ser buena hija, buena amiga y ser un buen ejemplo a seguir para sus hermanos menores. Pero todo cambia cuando ella y sus hermanos son trasladados a un nuevo instituto a mitad del año escolar. Allí Kendy co...