Capítulo 15

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Julieta

Pude notar la cara roja de Maia entrar a la cafetería, ¿Qué le habría hecho su amiga?, miré a Chelsea quién parecía tan confundida como yo. Miré a Brad quién negó levemente, Ally bajó la mirada y Agustín sólo miraba su comida.

- Ella parece alterada. - Murmuré. - ¿Creen que tengo que mandarle un mensaje?

- No creo que debas. - Miré a Agustín. - Ella viene para acá.

-Agus, lamento que...

- No tienes la culpa de gustarme.

- Julieta, ¿Podemos hablar en privado?

- Maia, no. - Chelsea apareció por su espalda. - Deja que las cosas se calmen.

- ¿Qué ha pasado?

- Vamos. - Maia tomó mi brazo levantándome.

Ella me arrastró al corredor vacío y suspiró, parecía verdaderamente enojada y no entendía por qué.

- ¿Qué te ha dicho Megan? - Ella me miró.

- Prometeme que no te enfadaras.

- Eso me hace creer que me enfadaré. - Ella suspiró.

- Ella me besó. - Sentí mi corazón pararse por un momento. - Di algo por favor.

- ¡¿Cómo que te besó?!

- Baja la voz. - Murmuró. - No lo sé, en un momento me hablaba sobre el error que estaba cometiendo y como no podías gustarme, cuando le iba a decir que se callara pues me besó.

- ¿Le seguiste el beso?

- ¿Qué?, no. Claro que no. La separé lo más rápido que pude y escapé de la estúpida sala. De verdad no puedo creer que Megan hiciera eso. - Ella pasó sus manos por su cabello. - ¿Estas enojada?

- Sólo algo sorprendida, no pensé que a ella...

- Dímelo a mí, nos conocemos desde hace años. - Maia volvió a suspirar.

- ¿Qué harás?

- Tratar de seguir con mi vida, sé que ella no dirá nada. - Le vi morderse el labio nerviosa. - No queda mucho para acabar el curso así que, no tendremos que ocultar esto más tiempo.

- ¿Y qué es esto? - Ella sonrió levemente acercándose a mi.

- Pues, eres mi casi novia y yo soy tu casi novia, por lo que nos deja en una casi relación. - Sonreí pasando mis manos por su cuello mientras ella pasaba las suyas por mi cintura.

- ¡Pelea, pelea, pelea! - Nos separamos ante los gritos que venían de la cafetería.

- ¿Pelea? - Nos miramos y corrimos rápidamente a la cafetería, cerré mis ojos al ver a Brad siendo arañado por Megan.

- ¡Estúpida, mi cara idiota! - Traté de no reír ante el grito de Brad.

- Chelsea, ¿Qué esta pasando? - Maia se acercó a su amiga.

- Tu amigo, - Me miró. - le ha llamado zorra de narnia y ya sabemos como es Megan. - Se encogió de hombros.

- ¿Por qué nadie interfiere?

- Es Megan. - Ambas dijeron.

- Brad apenas se defenderá porque es una chica. - Murmuré antes de quitarme el suéter que llevaba.

- Vaya dotes te guardas, Julieta. -Me sonrojé ante las palabras de Chelsea pero me aleje rápidamente sabiendo que Maia le golpeó.

Me acerqué a Megan por la espalda ya que estaba entretenida golpeando a mi amigo, tenía que alejarle sin que me matase a mi hasta que llegue alguien de la dirección, misión imposible operación Megan. Pasé mis brazos por su torso y la alcé en mis brazos.

- ¡Hasta que apareces! -Brad lloriqueo. - Te demandaré, loca. Mira mi rostro, idiota.

- Brad, para de insultarle. - Dije con dificultad ya que ella no parecía dar su brazo a torcer para golpearnos. Sentí sus uñas en mi brazo y no pude evitar soltarle.

- ¡No me vuelvas a tocar, sucia mexicana!

- Ella no lo dijo. -Brad murmuró.

- ¿Qué pasa? - Escuché la voz de Maia.

- Ya lo verás.

- ¡¿Qué dijiste?! - Le di un empujón. - Seré mexicana, y estoy orgullosa de llevar esa sangre tanto como la española. Al menos, no soy una perra como tú.

- Mira, lesbiana de... - Ella intentó acercarse a mí pero algo inesperado pasó.

Esos chicos que siempre murmuraban cosas en español, se pusieron frente a mí como una barrera, incluso Paco, el líder del grupo de latinos de la escuela, era uno de los pocos becados de la escuela y a pesar de ser un buen estudiante, a veces daba la impresión de ser un pandillero.

- Oye, no te me acercas a esta chica. - Paco habló y Megan retrocedió. - Y mucho menos volverás a despreciarle discriminandole por sus raíces o por quien decide acostarse.

- Hey, Paco no queremos problemas. - Me sorprendió ver a Maia al medio. - Megan sólo esta alterada y algo así no volverá a pasar, lamento lo ocurrido, es algo vergonzoso. - Vi como le miró por el rabillo de su ojo. Paco asintió y el grupo frente a mi se disolvió dándome una sonrisa, Paco se puso frente a mí.

- Te hemos juzgado mal, princesita.

- Me han juzgado, ese es el problema. - Él asintió.

- Tienes razón, mis disculpas por eso. Pero como sabrás ninguno lo ha tenido fácil. - Yo asentí.

- Lo entiendo, gracias por salvarme.

- Recuerda esto, nosotros protegemos a los nuestros. Si necesitas cualquier cosa, puedes llamarme. - Él me guiño un ojo antes de irse. Miré a Maia, Megan ya no estaba con ella.

- No puedo creer que ella haya dicho eso. - Maia murmuró negando. - Lamento los problemas.

- Lo superare. - Reí levemente.

- Pues esa zorra me dejará marcas. - Habló Brad quién se miraba en el reflejo de su teléfono.

- Te pasa por no mantener la boca cerrada. - Él rodó los ojos. - Le llevaré a la enfermería. - Maia asintió y dejó un rápido beso en mi mejilla antes de ir con Chelsea. - ¿Y los chicos? - Brad guardó su teléfono antes de empezar a caminar.

- Fue Agustín quien se puso primero entre ustedes, Ally fue en busca de su botiquín con agua bendita. - Reí levemente. - Creo que a él le importas.

- Somos amigos.

- Por eso lo digo, es un buen chico, algo tonto pero bueno. - Yo asentí, cuando caminabamos a la enfermería nos cruzamos con Ally. - Hasta que llegas, enfermera del ejercito de paz.

- No sabes cuanto disfrutaré pasando el alcohol por tus heridas. - Brad se calló y yo reí.

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