Capítulo 21

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Julieta

Abrí mis ojos al escuchar ruido en el exterior, me fijé en la oscura habitación notando que no era la mía. Al ver los brazos y piernas atrapandome sonreí, Maia me tenía abrazada y estabamos en su habitación. Podía ver como algunos rayos de sol se filtraban en la habitación a pesar de las cortinas.

- Maia... - Murmuré y ella ni se inmutó, vaya ella era linda hasta para dormir. - Maia, tengo que ir a hacer pis.

- Uhm, claro. - Ella me soltó dándome la espalda enseguida, ella al parecer seguía dormida. Sonreí divertida antes de levantarme, busqué en mis pantalones mi celular y noté que era casi mediodía.

Cuando volví del baño, noté que ella abrazaba la almohada que había usado en la noche. Iba a ir a despertarle cuando pisé un papel, al abrirlo vi un número de teléfono. Suspiré antes de mirar a Maia, le moví haciendo que abriera un sólo ojo que me inspeccionó antes de cerrarlo para abrir los dos.

- Buenos días. - Murmuró con la voz rasposa, demonios eso era sexy. Concentrate Julieta. Le mostré el número y ella hizo una mueca.

- Puedes botarlo si quieres, siempre me dan números y los guardo para evitar que se sientan mal. Cuando me preguntan digo algo como, "Oh, se me ha perdido" o simplemente a algunas les digo la verdad, que no estoy interesada. - Ella se sentó en su cama estirandose.

No iba a mentir, claro que me molestaba toda la atención que recibía Maia, en su trabajo y donde sea que estuviese. Pero, yo no tenía el derecho de prohibirle nada, ella era una persona libre y yo no le quitaría eso.

- Debo ir a mi práctica. - Tomé mi ropa.

- Hey, Julieta. No tienes que irte. - Le miré con una pequeña sonrisa.

- Pero debo ir a mi práctica.

- Entonces déjame acompañarte, podemos desayunar y le pido el carro a mi padre así te acompaño. - Me acerqué a ella subiendo a gatas.

- ¿Por qué no vas cuando termine mi práctica?, así puedes dormir un poco más. Te ves cansada. - Noté como sus ojos apreciaban mi rostro.

- Me gustan mucho tus ojos. Me encantan a decir verdad, también me gusta tu risa es contagiosa, además eres inteligente y bueno, me haces sonreír y creo que... - Atrapé sus labios entre los míos, era algo lento y sin presiones, algo tranquilo que dentro de mí solo me hacía sentir un cosquilleo en mi estómago. - Y claro, me encanta cuando me besas.

- Vuelve a dormir. - Murmuré dejándole un corto beso antes de tomar mi ropa y volver al baño. Me cambié rápidamente pues odiaba llegar tarde a los lugares. Cuando salí del baño me encontré con su hermano que al verme sonrió inmesamente, yo me sonroje levemente.

Él tomo una libreta de notas de su bolsillo y anotó algo en ella rápidamente.

"Necesitas escapar?"

Le miré confundida y él sonrió.

"Papá es algo celoso, y no creo que le guste que la novia de su hija, la cual no conoce, haya pasado la noche con su princesa."

Oh, rayos. Le indiqué que esperara antes de entrar rápidamente a la habitación de Maia quién miraba el techo, dejé a un lado la pijama que me había prestado.

- No me dijiste que tu padre era celoso... - Murmuré agitada y noté como su hermano entró a su habitación.

- Si te lo dije, duh. - Ella rodó los ojos. - Pensé que podría estar en el jardín y no te notaría. - Ella hacía señas mientras hablaba, miré a su hermano que le decía algo. - Oh, él esta viendo un partido. - Ella hizo una mueca. - Sal por la ventana.

- ¿Me estas jodiendo?, es el segundo piso. - Ella chasqueó su lengua antes de volver a hacerle señas a su hermano.

- Ian te pondrá una escalera, puedes escapar por ahí. - Ella se volteó para poder dormir mientras su hermano se iba.

- ¿Estás loca, Maia? - No pude evitar hablar en español, cuando estaba alterada solía hacerlo. - Esta es una jodida locura.

- Hey, que aún me cuesta entenderte si hablas rápido. - Ella me miró con el ceño fruncido.

- No saldré por la ventana. - Me crucé de brazos. - Él debería entender que tú eres mayor y no hicimos nada más que dormir. - Noté como ella trató de no sonreír, ¿Pero qué le pasaba?

- Bien. - Ella se levantó y tomó mi mano llevandome abajo. - Hey, papá mira ella es Julieta, la chica de la cual te hablé. - Vi como Ian estaba sentado a su lado comiendo patatas, claro que esto era un plan para presentarme a su padre. Demonios.

- Oh, tú eres Julieta. - Él se levantó mirándome detalladamente. - ¿Y cuándo llegaste?

- Pues, bastante temprano. - Respondí algo nerviosa.

- Se quedó a dormir, salimos tarde del trabajo y ella estaba sola en casa. - Miré a Maia, ella tenía una sonrisa y su padre se había cruzado de brazos.

- ¿Ya has desayunado?

- Iba a comer algo en el camino, yo... - Él tomó mi brazo arrastrandome a la cocina. Vi como preparaba un sándwich y me lo dio.

- Puedes comerlo de camino, no tienes que comprar algo. - Él sonrió, él era realmente amable. - Ahora, escuchame. - Yo asentí. - Maia, es mi hija, mi única hija. Y nunca ha estado con alguien pero si le han roto muchas veces el corazón. No quiero que pase de nuevo.

- No pasará, entre mis planes no esta el hacerle daño a Maia. De ninguna forma. - Él asintió.

- Estupendo, espero verte pronto de nuevo. - Él me sonrió antes de irse a la sala, vi a Maia asomarse con una sonrisa.

- ¿Todo bien? - Asentí comiendo del sándwich, empecé a caminar a la salida. - ¿Entonces te veo luego?

- Si, - Besé su mejilla. - nos vemos después.

- Bien, - Salí de la casa de mi novia pero me detuve al escucharle de nuevo. - te amo. - Cuando me voltee la puerta estaba cerrada.

¿Ella me había dicho te amo?, ¿Ella en serio sentía eso por mí?

Imagine You & I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora