Imagine You & I

Capítulo 2

NOTA: Las palabras en cursiva serán el significado del lenguaje de señas que habrá, disfrutad de la lectura.

Maia

Estaba en el sofá cuando abrí mis ojos, me levanté levemente y me quite la manta que seguramente me había puesto mi padre. Escuché ruido en la cocina y al levantarme a ver quién era, vi a mi hermano sentado con una taza de té mientras papá preparaba huevos.

- Buen día. – Mi hermano me hizo las señas. Yo sonreí.

- Buen día a ti también. – Él me sonrió antes de volver a mirar el periódico. – Buen día, papá. – Besé su mejilla haciéndole sonreír, cuando me senté él puso una taza de café frente a mí y yo sonreí.

- ¿Cómo estuvo el trabajo?

- Como siempre, Beth te manda sus saludos. – Él sonrió.

- Llamaron de la escuela de tu hermano. – Miré a papá antes de mirar a mi hermano que seguía leyendo. – Tu madre no asistió a la reunión de padres y me preguntaba si podrías hablarle para que hable con la maestra. – Yo asentí.

A papá no le agradaba mucho la idea de hablar con mamá, desde que Scooter me golpeo todo el cariño que le tenía se fue ante la mala decisión que había tomado mi madre. A mí no me gustaba mucho la idea de que mi madre siempre este saliendo con hombres que solo le rompen el corazón pero al fin y al cabo era su vida, a Ian no parecía importarle mucho lo que mi madre hiciera o bueno, él decía que eran sus decisiones y mientras no afectara su vida le daba igual, como el resto de las cosas.

- ¿Conociste a alguien?- Él llamó mi atención.

- ¿Por qué lo preguntas?

- Algo en ti me lo dice. – Él sonrió y mire a papá que seguía en el desayuno.

- ¿Recuerdas a la chica de mis clases de Ciencias y Religión? – Él asintió y yo sonreí. - Ayer apareció en el bar y le di mi número. – Él me miró asombrado. - ¿Qué?

- Solo estoy algo sorprendido, actúas rápido.

- Te dije que me gustaba, era mi oportunidad.

- ¿Qué hay de la escuela?

- Luego hablaré de eso con ella, está claro que será difícil con la clase de personas que asisten. – Él asintió.

- ¿De qué hablan? – Preguntó mi padre hablando y gesticulando, ambos negamos.

- Nada importante. – Le dije a mi padre, sabía que Ian también lo entendió porque a veces era capaz de leer los labios, otras veces podía malinterpretar lo que los otros decían.

"Buen día, espero no haberte despertado"

Sonreí al ver el mensaje, pero se me borro la sonrisa al notar a los dos hombres frente a mí.

"Buen día, tranquila he despertado hace un rato"

"Entonces le he acertado, no quería responderte antes por miedo a despertarte:("

"Muy adorable <3"

Sonreí levemente tomando de mi café, mi padre me miraba con una ceja alzada a diferencia de Ian quien tenía una sonrisa burlona en su cara.

- ¿Con quién hablas?

- Una amiga de la escuela.

- ¿Qué amiga?

- Solo es Meg. – Mentí.

- ¿Desde cuándo Meg te hace sonreír así?

- ¿Desde cuándo el desayuno se volvió un interrogatorio? – Contraataqué.

- Bien. – Él se enfocó en su comida y yo en la mía.

Papá solía respetar nuestros espacios y nuestra privacidad la mayor parte del tiempo, era un padre genial, de hecho cuando le dije que me gustaban las chicas parecía aliviado de no correr el riesgo de un embarazo y hasta me enseño algunos "trucos" de la vieja escuela, tuve que aceptarlos porque o si no Ian tendría que pasar por lo mismo dos veces.

"Maia"

"¿Si, Julieta?"

"También creo que eres linda"

Me sonroje levemente, yo era bastante segura y sabía que era linda, puesto que Megan y las chicas me lo recordaban a cada hora del día pero por alguna razón me hizo sentir bien que ella pensara eso.

"Gracias"

"Ahora, discúlpame pero debo irme."

"¿Me dejarás?:("

"Lo lamento, tengo que ir a mis clases de Kendo Karate:("

"Woah, eso es sorprendente."

"No es para tanto."

"Claro que si, así cuando salgamos podemos quedarnos hasta tarde porque sabré que tú me protegerás de cualquier cosa."

Ella no respondió y quise suponer que era porque se había ido, la verdad no quería creer que se sintió incomoda o algo. Paso un buen tiempo y su mensaje no llegaba, decidí por esperar un poco y en la espera me dormí por el cansancio de la noche anterior.

Un ruido sonó en mi habitación, era mi celular. Me apresuré a tomarlo y sonreí al ver el mensaje.

"Claro, yo puedo protegerte pero primero tendremos que salir"