bittersweet story | lrh

37 - It's Okay

Misty's Pov

—Necesito hablar contigo. No quiero perderte, no otra vez... no lo soportaría. — dijo desde el otro lado, apoyé ambas manos en la puerta, la cabeza me daba vueltas, mi pecho dolía, mis ojos picaban por las lágrimas y lo peor fue que mi memoria me traicionó al hacerme recordar algo al escuchar sus palabras.

Su mirada estaba opaca, ya no existía aquel brillo que me transmitía felicidad. La razón de su tristeza me desconcertaba.

—Me duele aquí. — murmuró por lo bajo, se llevó una mano a su pecho, al lado izquierdo. — ¿Qué es lo que sucede?

—No sé. — le respondí perdida, también quería llorar, verlo así me confundía y dolía a la vez. — Luke, basta.

Él me dio una mirada perdida.

Eran las 7 de la noche cuando Luke apareció en mi habitación casi con expresión moribunda. No podía entender cómo había entrado a mi casa.

—No quiero que te vayas. — confesó. Negué al no entender. ¿Irme? ¿Dónde?

— ¿De qué hablas? — me levanté de la cama y me crucé de brazos, él me observó de pies a cabeza, y supe que en verdad esto era grave porque no se había burlado de mi pijama de princesas.

—Escuché a mis padres hablar, ellos decían que tu papá había conseguido un nuevo empleo en Melbourne y tendrían que mudarse.

¿Qué?

—Luke, yo no... — estaba anonadada, en realidad desconocía de aquella noticia. Mis padres aún no habían hablado conmigo. Tenía que ser una broma. — Bromeas.

Luke negó. Llevaba un pantalón jeans y una camisa negra básica, su cabello estaba desordenado. Él era un chico un tanto extraño. ¿Qué esperaba? Tenía 13, al igual que yo.

—Quédate. — me dijo, se acercó a mí y me tomó por sorpresa cuando me abrazó fuertemente. — No quiero perderte... no lo soportaría. — entonces empezó a llorar, y no duró mucho cuando yo también me le uní.

Cerré los ojos y evité la sensación de nostalgia que me abarcó al pensar en aquello, recuerdo que aquella vez todo había sido una confusión, el único que debía viajar era mi padre, no yo. Pero supe en ese instante que Luke me quería mucho, sus palabras me habían hecho flaquear y eso pasaba ahora; estaba flaqueando frente a él.

—Misty. — dijo cuándo le abrí. Inmediato él entró, cerré la puerta y tuve miedo de encararle. — Lamento tanto lo de hace rato, me dejé llevar por mis impulsos, yo ni siquiera supe cómo llegamos hasta ahí, me siento tan estúpido, me odio porque sé que te estoy lastimando, eso no debe de ser así, se suponía que deberíamos de estar bien, como amigos...

Luke dijo todo aquello como si de vomito verbal se tratara, lucía muy nervioso, su mirada en ningún momento había chocado con la mía y tenía que aparentar que la palabra "amigos" que salió de su boca no me había dolido. Esto sin dudas apestaba.

—Luke, no me perderás, en algún momento siempre volveremos a la misma rutina de siempre. — le dije y al parecer mis palabras no le cayeron bien.

—La misma rutina de siempre. — murmuró perdido, me alejé de ahí yéndome a sentar a la orilla de la suave cama, sentía que si seguía en pie podía flaquear y caer. Odiaba que Luke pudiera hacer aquello en mí.

—Siendo amigos. — completé y me crucé de brazos. El rubio me dirigió una mirada dolida, asintió e hizo lo que menos me esperaba.

Él se había acercado a mí, sentado en el suelo, a la altura de donde estaba sentada. Parecía que iba a pedirme perdón, pero no, Luke solamente enrolló sus brazos en mi cintura y apoyó su cabeza en mis piernas. No sabía qué hacer, pero algo dentro de mí despertó haciendo que pasara mis manos por su cabello desarreglado y comenzara a hablar.

—Luke, cuando éramos niños teníamos este juego, donde tú eras el rey y Calum era tu secuaz, ambos decían que tenían que proteger a la reina, en este caso yo... Pensándolo mejor; Calum era tu empleado. — solté una risita nostálgica y seguí peinando su cabello con mis dedos. — Una vez que ambos estábamos en la casa del árbol de tu vivienda, me dijiste algo creyendo que dormía, no te culpaba, siempre me quedaba dormida cuando tú y Calum tardaban demasiado en sus misiones. — paré de hablar para verle su perfil, él lucía concentrado en la historia que contaba, su agarre seguía siendo fuerte y su mirada estaba fija en cualquier lugar, puesto que un lado de su cara estaba en mis piernas. — Recuerdo que comenzaste hablando sobre la gran misión de recolectar flores del jardín de Liz para hacerme una corona nueva, pues la mía se estaba marchitando, juro que no era mi intención fingir dormir, pero había algo que me impedía abrir los ojos y hacerte saber que estaba despierta, quería escucharte hablar...

—Recuerdo ese día. — Luke me interrumpió, su voz sonó apaciguada y asentí. Seguí pasando mis dedos entre su cabello, llevé una de mis manos a su mejilla, cerca de su pómulo y comencé a acariciarle. Su rostro parecía pura ficción, ¿Era posible que existiera?

—Esa tarde dijiste que era la niña más linda que jamás habías visto y que por ello necesitaba una corono e flores muy hermosa, que te ibas a arriesgar a ser regañado por Liz porque pensabas cortar sus orquídeas preferidas. — Solté un suspiro y seguí. — Me gustó que pensaras aquello, pero lo que más me gustó fue que dijeras que si yo no estuviese contigo tu vida sería muy aburrida, que me querías mucho y que tenías miedo de decírmelo, ibas a seguir hablando, pero Calum irrumpió el lugar, entonces me dejate sola, en tus pensamientos estaba durmiendo... aquel día pensé mucho... Luke, no soy tonta.

— ¿Hmmm? — musitó con tono confundido, tenía los ojos cerrados, podría decir que mis caricias le estaban afectando.

—Cuando éramos niños sabía que te gustaba.

Entonces abrió los ojos de par en par.

— ¿Qué?

—Era obvio, pero luego pasó todo esto de 5 Seconds of Summer, ustedes volviéndose famosos con los chicos de One Direction... En ese momento me quedé sola, sí, hablábamos, pero no era lo mismo, recuerdo que siempre me llamabas emocionado porque los conciertos habían sido estupendos, me contabas lo asombroso que era tener fans y todo eso. — solté una risa baja. — Yo quería seguirles el paso con esas cuentas de Twitter, eran mis amigos, hasta Ashton que me lo habían presentado una tarde, él llevaba una camisa morada horrenda. — Luke rió al igual que yo.

—Es hoy en día y nos seguimos burlando de su camisa. — el rubio soltó su agarre, por un segundo pensé que se iría, pero solamente se giró para verme cara a cara, sentándose de piernas cruzadas. Me pareció gracioso porque me recordaba al preescolar, cuando la profesora se sentaba en un banco y sus alumnos se ponían alrededor en el suelo. Luke parecía igual a un niño de cinco años prestándome toda la atención del mundo.

—El punto es que en ese momento sentí que ya no me necesitabas, me alegraba que estuvieras cumpliendo tu sueño, pero luego vinieron las Groupies y las vinculaciones... supe que ya nada era como antes, ustedes ya habían crecido, al igual que yo.

—No entiendo.

— ¿Él qué?

— ¿Qué tiene que ver mi enamoramiento de la infancia hacia ti con todo esto de la fama?

Era una buena pregunta.

—Ya no era tu todo. — confesé y no me importó sonar egoísta, eso no importaba ahora.

—Yo... — Luke se quedó callado por un segundo se había quedado en blanco, totalmente trabado.

—Pero está bien. — dije de forma firme y me aplaudí por ello, me levanté de la cama y ahora Luke solamente me miraba desde abajo, desde el suelo. — Porque hemos crecido, y lo que pasó en la habitación de Michael es una cosa pasajera al igual que lo de la infancia, y ahora solamente somos amigos de nuevo.

Y supe por su expresión que le había dado un golpe bien bajo.