bittersweet story | lrh

57 - The Quiet

Narrador

—Debemos besarnos. — dijo el muchacho rubio, levemente extrañado y no tan cómodo con la situación, por segunda vez después de haber estado en un momento silencioso lleno de miradas fugases.

—No lo creo. — habló la rubia teñida, viéndole mal, ella pensaba que él solamente quería jugar con sus sentimientos y tal vez aplastarlos más.

—Es una afirmación, Misty, debemos besarnos para continuar con esto. — Luke gruñó, impaciente por tener ya los labios de la chica junto a los suyos. Misty le miró cautelosa, casi tratando de encontrar la broma en sus palabras, pero nada, él estaba totalmente serio y parecía hablar sensatamente.

—Pero es que no lo entiendo.

—No debes hacerlo. — volvió a gruñir, cruzándose de brazos. — Basta con que yo lo entienda. — murmuró perdido. — Tengo miedo, bueno. — confesó, y sintió desvanecerse en el mueble en el que seguían sentados los dos, él entendía o por lo menos captaba lo que iba a hacer y por qué, y que no le dijera nada Luke a Misty, a ella le molestaba.

— ¿Miedo? — preguntó confundida, ella también lo tenía, pero era lo normal, ya saben, los nervios.

—A la mierda. — susurró el rubio, inclinándose hacia delante, tomando por sorpresa a su amiga al momento de coger su rostro entre sus dos manos y acercarlo al suyo para besarle. Ella no se negó, sin embargo, seguía frustrada. El beso era suave, sin prisas, como si necesitaran su tiempo para analizar lo que estaba sucediendo, para poder saber si esto estaba bien, y vaya que lo estaba, pero todo seguía siendo raro y eso fue lo que detuvo el beso. — Okay, es hora de hablar. — Luke dijo directamente, Misty ni siquiera se había recuperado del acto anterior y no supo que decir al instante, así que solamente asintió.

¿Pero qué diablos? Se preguntó ella con todo el tanque de confusión lleno.

—Ahora que estoy algo claro, puedo decirte todo.

—Entonces hazlo. — ella tragó duro, preparándose para lo que sea que fuera a venir.

Luke le miró a los ojos, azul contra azul, y recordó todas aquellas veces que esos ojos habían estado para él en los momentos malos y buenos. Lo que sí tenía en claro él, era que no podía perder a Misty, sin importar cuales fueran las situaciones en las que quedaran.

—Últimamente algo muy molesto ha estado rondando por mi mente, por más que no quiero pensar en eso, lo hago, es inevitable y muy molesto a la vez, me frustro demasiado porque me hace pensar en lo idiota que he sido todo este tiempo, en todos esos momentos fallidos por tenerte conmigo, es extraño, pero el asunto con Calum hizo que esa idea saliera a flote. — dijo, apagándose al final, él intentó reordenar sus ideas por milésima vez, pero siempre quedaba en lo mismo y eso era malo, muy malo.

—Luke, sigue. — Misty le alentó a que siguiera hablando, ella quería saber sobre esa molesta idea, pero a la vez tenía miedo. Mucho.

—El hecho de que a Calum le gustaras me hizo pensar lo mismo de mí, sobre si también me gustabas...

La habitación quedó en silencio, en el cual, si ponías atención se podía escuchar la respiración tranquila de Misty, era obvio que ella estaba tratando de estar lo más serena posible, pero ¿Cómo? Eso que dijo Luke había activado una gran alarma dentro de ella, se podía imaginar miles luces policiacas y gente corriendo, en este caso sus emociones.

—Y tengo miedo de la respuesta.

—El beso solamente fue para saber si te seguía gustando, ¿Cierto? — preguntó ella, en un rebujo de temor.