48 - Cold

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Sus hermosos ojos cafés que me observaban centímetro a centímetro, me hicieron sentir culpable. Su cabello castaño que iba peinado hacia un lado lucía inmaculado, al igual que todo en él. Diablos. Era muy lindo.

—Estás rara. — puntualizó mi novio. Le miré, me encogí de hombros e hice mi boca una fina línea. No iba a salir de esta.

— ¿Por? — llegué a preguntar a como pude, me limpié las palmas de las manos en mi pantalón, pues estas estaban sudando demasiado. Bryan sonrió de lado, levantando sus comisuras, frunció el ceño y se aclaró la garganta.

—No lo sé, dime tú. — hizo una mueca y se encogió de hombros, volvió a su labor de observarme y no supe qué hacer.

—Yo tampoco lo sé. — contesté e intenté mostrar una linda sonrisa, que de seguro pareció una mueca de estreñimiento. Rayos.

Bryan asintió, tomó su teléfono, le miré teclear algo rápido, estuvo unos minutos interactuando con el aparato hasta que por fin sus ojos cafés chocaron con los míos. Él había venido a mi apartamento para pasar el rato, estábamos sentados, casi acostados, en mis sillones, al frente nuestro presentaban algún programa sobre la mascotas adorables, pero eso no hacía nada para que él fuese así, parecía enojado y estaba temiendo por lo que podría pasar.

— ¿Qué es lo que tiene él en especial? — preguntó, miró por última vez su teléfono para luego bloquearlo y centrar su mirada en mí. Mi pulso comenzó a ir rápido, no quería captar su pregunta, pero era más que obvio a qué se refería.

— ¿Él? — fruncí mi nariz, tratando de lucir confundida. Bryan solamente soltó una risa, pero que no era para nada de felicidad.

—Sabes de lo que hablo, Misty, no eres tonta. — volteó los ojos, tomó el control remoto y apagó la TV, oh no, el programa de mascotas adorables. — Ese chico me ha jodido la existencia. — gruñó. — Primero con Arzaylea, ella fue detrás de él, dejándome a mí, como si no le importara mis jodidos sentimientos.

Al escuchar el nombre de aquella chica me encogí en mi asiento, sabía que tocaría este tema.

—Bryan...

—No, Misty. — me interrumpió. — Sabía que al meterme contigo iba a tener que luchar con ese idiota, pero creo que ya es suficiente, ¿No crees? — me tomó del rostro, con delicadeza, para que le mirara a los ojos y me sentí mal al ver sufrimiento en esos orbes cafés. Me sentía como basura.

— ¿Suficiente? — pregunté confundida, el silencio que nos abarcó fue horrible, la tensión en el lugar era palpable, y Bryan parecía que iba a perder el control en cualquier instante.

—Hay algo entre tú y él. — dijo y negué de inmediato. — No es una pregunta, Misty, es una maldita afirmación. — espetó, molesto.

—Bryan, puedo explicarlo, yo... — trataba de encontrar las palabras correctas para expresarme, pero mi mente de un momento a otro se volvió nublosa, mis ojos comenzaron a picar por las posibles lágrimas y mi garganta a doler por el nudo que intentaba mantener.

—En serio me gustabas, pero sabía que vos siendo amiga de él iba a suceder algo como esto. — se dejó caer en el respaldar del sillón y fijó su mirada en el techo. — ¿Sabías que el idiota ese de tu amigo anduvo presumiendo que tenía a Arzaylea cuando empezaron a salir?

Abrí los ojos ante su pregunta, le miré incrédula y negué varias veces. Ese no era Luke.

—Las primeras fotos que aparecieron de ellos, donde salían agarrados de la mano, él la tenía sujeta con fuerza, jamás podrías creer que lo hizo para mostrarme a mí que tenía a mi chica...

—Mientes. — le corté, ahora enojada. Es que ese no podría ser Luke.

—No lo hago, no tengo necesidad, Arzaylea me lo dijo una vez que quise hablar con ella para solucionar las cosas. — sonrió de forma melancólica, aquello me estaba enfermando demasiado. — Dijo algo que Luke se sentía triunfador por tenerla, la llamé trofeo barato, lo recuerdo. — rió, sonreí por el apodo, se llevó ambas manos a su abdomen y prosiguió. — Esa chica puede llegar a ser muy manipuladora, pero me gustaba tanto que no me importó. Suelo tomarle demasiado cariño a una persona, Misty. — Giró su rostro para verme a los ojos, estaba sentada sobre mis rodillas, escuchándole y aún no podía procesar su información. — Tu amigo el rubio es un listillo, me sorprende que seas amiga de alguien como él y mucho peor que tengas algo.

Negué varias veces, Bryan se estaba equivocando.

—Luke no es así. — traté de aclarar, pero el castaño rió. — Admito que al principio, cuando empezó a salir con ella, él era un patán, pero...

— ¿Te gusta? — su pregunta hizo que me detuviera de hablar, haciendo que le mirara fijamente, al no contestar, Bryan sonrió. — Te gusta. — confirmó dolido.

—Bryan, en serio me agradas demasiado, eres una increíble persona, y créeme que me siento tan horrible por hacerte esto, lo siento. — le dije, me llevé mi pulgar a la boca para morder la uña, él asintió lentamente y chistó los dientes.

— ¿Estás de acuerdo que Arzaylea esté con él en Japón? — preguntó, ignorando mis disculpas.

Mi corazón se detuvo por unos segundos, mi boca se secó, sentí que mi estómago subió hasta mi garganta. ¿Bryan hablaba en serio?

— ¿Arzaylea está allá? — pregunté en un hilo de voz.

—Sí, ¿No lo sabías? Hace unos días salieron fotos de ellos dos caminado por las calles transcurridas de Japón, pensé que ya lo habías visto, en Instagram hay páginas fandoms de ella, pero creo que son de odio, no lo sé, el punto es que ella ha posteado cosas referentes a la cultura de Japón... — se calló y me miró detenidamente. — Por tu expresión asimilo que no sabías nada y que confiabas en ese idiota, ¿Me equivoco?

Mi cabeza dolía, tratando de procesar todo lo que había dicho Bryan, ciertamente me sentía como una completa idiota frente a él. Quería cavar mi propia tumba y morirme.

—Creo que debemos romper.

Aquello fue la gota que rebasó mis emociones, sin pensarlo me eché a llorar, escondí mi rostro entre mis manos, pude sentir los brazos del castaño envolverme en un fuerte abrazo y eso hizo que soltara un gran sollozo.

—Es lo mejor, Misty, créeme, nosotros no podemos estar juntos mientras tengas sentimientos por tu amigo. — dijo y volví a sollozar.

Asentí estando de acuerdo con sus palabras, él frunció su boca hacia un lado y se levantó del sillón.

—Lo si–siento. — musité, él me sonrió a duras penas, sabía que aún seguía enojado conmigo, no lo culpaba, yo también estaba enojada conmigo misma por ser una idiota.

—Debería irme. — pronunció de forma gélida, el ambiente se había tornado tan frío que temblaba, y no hablaba de forma literal, me refería a mi sistema y emociones. Estaba mal, todo se había derrumbado, y sí, era mi culpa, por ser una idiota de alto nivel, por creerle a Luke y a sus promesas.

—Entiendo si nunca más me quieres hablar. — dije y él negó.

¿Cómo pude hacerle aquello a alguien como Bryan? No se lo merecía.

—Me agradas, pero por el momento creo que deberíamos dejarlo, tengo tantas cosas en mi cabeza, y es obvio que tú también. — antes de marcharse y dejarme con mi miseria, él me sonrió sin mostrar su dentadura, no a como antes cuando mirábamos películas y yo decía un chiste tonto, no, esta vez sí sentí su expresión, era una sonrisa de pesar.

Ahora, cuando me encontraba sola, en la oscuridad y frío de mi apartamento, decidí que cuando Luke volviera del tour todo iba a ser diferente, no a su modo, al mío.

Después de haber calmado todas mis lágrimas, me debatía sobre si era una buena idea desbloquear mi teléfono y afrontar la realidad. Y así hice. Era una patética al poner en el buscador de Twitter: "Luke Hemmings y Arzaylea Rodríguez", pero más patética al querer llorar por el resultado. Sin dudas todas las palabras que Bryan me había dicho se habían confirmado. Ellos estaban juntos en Japón. Ella lo estaba acompañando en el tour.

Qué estúpida que era, una tremenda idiota.

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bittersweet story | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora