27 - Surprise

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Lindy se había quedado dormida en el asiento trasero, tenía que admitir que parecía un ángel mientras dormía, pero no lo era.

Mis manos jamás habían sudado tanto en mi vida, apretaba con fuerza el volante, y a cada momento tragaba pesado. Las consecuencias de estar a la par de Misty. Aun no podía creer que ella hubiera venido a Australia.

—Vamos a tu casa. — pidió de repente cortando el silencio que había y sorprendiéndome automáticamente.

— ¿A mi casa? — pregunté confundido. ¿Dónde había quedado la Misty que trataba de evitarme?

—Mis padres no saben que vine, es muy temprano y no quiero presentarme como una vagabunda cuando vaya a mi casa. — explicó rápidamente para luego tomar una gran bocanada de aire, no pude evitar reírme. — ¿Qué?

—Nada, está bien, iremos a mi casa. — asentí, aceleré la velocidad y traté de concentrarme en la carretera, aunque teniendo a Misty al lado mío no iba a ser fácil.

Entonces apreté por centésima vez el volante, ya como si fuese una costumbre.

***

—Todo está en silencio. — murmuró la castaña que me había abierto la puerta, pues traía a Lindy en mis brazos. Era una niña muy pesada.

—Duermen. — expliqué casi sin aire. — iré a dejar a Lindy a su cama. — susurré, antes de irme miré por última vez a Misty y ella parecía entretenida mirando a su alrededor.

Después de acostar a Lindy, casi troté hasta donde la chica, la cual seguía en el mismo lugar en la que la dejé.

—No ha cambiado nada. — musitó, fruncí el ceño y la miré acercarse a la repisa de fotografías familiares, sonrió al ver una foto donde salía Jack y yo y sin dudar la tomó. — Recuerdo este día, te habías enojado con Jack porque nos estaba molestando, luego Liz llegó furiosa y le regañó. Liz siempre regañaba a Jack... — sonrió anchamente y dejó la foto en su lugar. — ¿Y Liz?

—Duerme, nos acostamos muy noche ayer. — dije, me metí ambas manos en los bolsillos del pantalón y me balanceé sobre mis pies mientras observaba a la castaña minuciosamente.

— ¿Mi llamada te despertó?

—No, ya estaba despierto, no pude dormir. — me justifiqué y pude ver arrepentimiento cruzar en su rostro.

—Lo siento.

—No tienes por qué disculparte. — dije y traté de darle una sonrisa.

—Luke, vamos a tu cuarto. — dijo repentinamente mientras giraba sobre su eje y tomaba su bolso.

¿Había escuchado bien?

— ¿Qué? — pregunté sorprendido, pero ella no me respondió pues ya se había dirigido hacia las escaleras. Era obvio, Misty se conocía esta casa de inicio a fin. Rápidamente la seguí, ella entró a mi habitación, tiró su bolso en el suelo y se sentó en la silla del pequeño escritorio para estudiar.

— ¿Estás bien? — pregunté y por inercia cerré la puerta.

—Estoy bien. — respondió y se levantó de un salto de la silla, pasó a mi lado y me sorprendí al oír el seguro de la puerta ser puesto.

— ¿Segura?

—Segura. — confirmó sonriente.

—Misty, seré directo; me confundes y mucho. — admití, ella asintió y se cruzó de brazos para escucharme. — Me ignoras, luego me besas, me evitas y luego estamos justo aquí. ¿Qué pretendes hacer conmigo? — me llevé ambas manos al cabello y lo jalé sintiendo la frustración correr en mí.

—Luke, no pretendo nada, yo... estoy confundida, y cuando digo confundida es muy confundida. — habló rápido y se llevó una mano a la mejilla.

— ¿Confundida con qué? — pregunté fijando mi mirada en la suya. Ella lucía exaltada.

— ¡No sé! — exclamó en un susurro. — supongo que...

— ¿Qué? — fruncí el ceño cuando ella se acercó demasiado a mí.

—Estoy confundida respecto a esto. — susurró cerca de mis labios, podía sentir su respiración cerca de la mía y mi corazón palpitar con demasiada fuerza. ¿Ahora qué?

—Misty...

Ella tomó mi rostro entre sus dos manos y me acercó a sus labios... Misty me estaba besando y yo todavía no podía salir del asombro de que estuviera aquí. Demonios.

Por inercia llevé mis manos a sus caderas juntando su delicada anatomía con la mía, pasó una de sus manos alrededor de mi cuello, jugando con el corto cabello de esa zona y en ese momento quise morir en sus brazos.

Realmente me gustaba Misty Ferguson. Mi Misty.

Sin ni siquiera saber cómo, ambos caminamos torpemente hasta sentir la suavidad de la cama, separé mis labios de los suyos por unos segundos y sentí que había pasado una eternidad. Me acomodé en el respaldar de la cama y como una profesional ella trepó encima de mí para luego continuar nuestro beso. ¿En realidad estaba sucediendo esto?

Llevé mis manos a sus caderas, sostuve con fuerza mi agarre, pues todavía aún no podía creer todo esto y tenía miedo de que solamente fuera una alucinación. Para mi sorpresa; Misty enredó sus dedos en mi cabello, se pegó más a mí si era posible, causando fricción haciendo que soltara un gemido y capturó con sus dientes mi labio inferior.

—Misty... — susurré sobre sus labios, ella sonrió, dirigió su mano a mi rostro y con su dedo pulgar me calló.

Ella me miró a los ojos, traté de descifrar alguna emoción, pero se me era imposible. Ella sabía ocultar sus emociones si quería.

Cuando la castaña iba a reanudar nuestro beso, se escucharon tres golpes en la puerta seguido de mi nombre ser gritado. Mi madre.

—Liz. — susurró totalmente espantada Misty, a como pudo se quitó de encima de mí. — ¿Ahora qué? — ella miró a todos lados y yo todavía seguía estupefacto.

—Luke, ¿Estás ahí? — escuché a mi mamá decir desde el otro lado y maldije porque no podía ir a abrirle, ella no podía verme así; con una jodida erección.

—Sí. — contesté con voz ronca, miré a Misty y ella miraba asustada la puerta.

—Entonces ábreme.

Mierda.

Misty me miró a los ojos casi pidiendo ayuda, pero la cosa era que yo también estaba en apuros.

—Abre. — me pidió ella en un susurro y negué mientras me señalaba la zona de mis pantalones, quise reír al ver cómo rápidamente quitó la mirada con las mejillas sonrosadas.

—Abre tú. — le dije y fui hacia el baño de la habitación para calmarme.

— ¡Sorpresa! — escuché decir a Misty desde la habitación y no pude evitar sonreír cuando mi madre gritó de asombro.

Jamás en mi vida había estado tan sorprendido y anonadado, ni siquiera cuando 5SOS se volvió famoso.

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bittersweet story | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora