Capitulo Catorce

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  Sólo hay silencio mientras me encojo de hombros.

—Estabas fuera con los chicos. No eres mi novio. No es tu responsabilidad salvarme cada vez que algo ocurre.

—Yo habría ido y te habría recogido —dice Niall, poniendo mi cabello detrás de mí oreja—. Los chicos y yo podríamos haber ido y salido contigo.

Eso me hace sonreír.

—Eso hubiera sido aburrido para ustedes.

—Oh, nunca es aburrido con nosotros —afirma Niall.

—Apuesto a que no —replico—. No querría molestarte. Sinceramente, tengo que aprender a estar sola, aunque me dé miedo.

Niall se burla.

—Eso es ridículo. O me quedaré contigo o tú te quedarás aquí esta noche.

—No puedo hacer eso —susurro, más tímidamente.

—Tonterías, te quedarás aquí. Lo último que necesitamos es que tu mamá vuelva a casa y tenga un berrinche porque yo estoy allí. Puedes dejar una nota diciendo que te estás quedando en casa de un amigo. Tienes 18 años, no puede decirte nada. —Antes de que pueda replicar cualquier cosa, Niall se inclina y me besa en la frente—. Alguien tiene que mantener un ojo en ti. Eres una alborotadora, después de todo.

Mirando hacia él, me río.

—Si ese no es el muerto riéndose del degollado no sé lo que es.

—¿Estás diciendo que soy una mala influencia? —pregunta Niall.

—No —contesto, dándole un codazo—. Eres la mejor influencia del mundo.

Con un guiño, Niall dice:

—Eso es lo que pensé. Vamos a conseguirte un teléfono.

En la compañía de celulares, voy rápidamente al más simple y barato teléfono.

—Esto servirá.

—¿Qué? No —resopla Niall—. Tenemos que conseguirte un teléfono inteligente.

—¿En serio? —respondo—. ¿Para qué voy a necesitar un teléfono inteligente?

Rodando los ojos, Niall dice:

—Para tener Internet, mensajes de textos, juegos... la lista es interminable, ah, y una lista de canciones.

—Tengo un reproductor de mp3 para eso —articulo—. De todos modos, mi computador ni siquiera sería capaz de sincronizar con una de esas cosas, y te juro que si dices que vas a comprarme una computadora, voy a salir de aquí.

Con un gemido, Niall dice:

—Está bien, pero puedes utilizar mi computadora.

—Niall —silbo en voz baja, ya que un empleado nos está mirando—. Realmente no necesito un teléfono de lujo.

—Está bien, iremos con uno de esos teléfonos libres, pero todavía puedes obtener un teléfono muy agradable por firmar el contrato.

Suspiro.

—Bien, podemos hacer eso. —Así que, lo hacemos. Cuando nos metemos en el auto, sacudo la cabeza—. Me va a tomar un mes aprender a utilizar esto. Nunca he tenido un teléfono celular antes.

—Te ayudaré a hacerlo mañana. Tenemos que ir a buscar tus cosas para esta noche —dice Niall, mientras arranca el auto.

—¿Estás seguro de esto? Quiero decir, puedo quedarme en casa. No quiero tener que ocupar tu sofá.

El Arte De La Vida 《N.H》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora