Capitulo Cincuentaicuatro.

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Mirando a Mike, simplemente declaro:

-Necesito hablar contigo en persona. ¿Trabajas mañana?

-No hasta la tarde, pero tiene la escuela.

-Está bien, vamos a ver un video en el primer periodo que vi el año pasado y luego tengo sala de estudio. Podemos reunirnos en la mañana. -Escupo dramáticamente.

Cassandra se ríe.

-¿Vas a decirme qué está pasando?

Eso me hace respirar profundamente.

-Acabo de llegar a la conclusión de que estoy enamorada de Niall.

Y luego hay silencio.

-Está bien, dime algo que no sepa.

-¿Qué se supone que significa eso? -chasqueo.

-He sabido que ustedes están enamorados el uno del otro por un tiempo. Es un poco obvio -declara Cassandra con un poco de humor-. Por lo tanto, la pregunta es, ¿cuándo vas a decirle a Niall?

Suspirando, digo:

-De eso es de lo que quiero hablar contigo, pero no por teléfono.

-Está bien, nos vemos en la cafetería en la esquina de Lincoln y Madison a las 8 en punto. ¿Suena bien?

-Sí -exhalo-. Realmente necesito hablar de esto.

Ella se ríe en el otro extremo del teléfono.

-Estará bien, sólo no actúes divertida esta noche. Si no quieres que sepa, solo se tu misma. Si comienzas a ser rara, él sentirá que algo está mal.

-Eso es más fácil decirlo que hacerlo -respondo-. Ni siquiera sé qué decirle.

-Sólo sé tú misma, o escóndete en tu habitación.

Buena idea. Asiento.

-Si me voy a la cama, entonces no necesito verlo.

-Sí, así que nos vemos en la mañana entonces -dice Cassandra.

-Sí -respondo-. Voy a estar allí. Puedes contar con eso.

-Trata de tener una buena noche Emma -afirma-. Estará bien.

Mis cejas se levantan.

-Sí, seguro que sí.

-Lo estará. Nos vemos mañana, ¿de acuerdo?

-Sí -replico sin ningún entusiasmo.

Cassandra se ríe.

-Adiós. -Y cuelga.

Guardo mi teléfono y luego miro a Mike.

-Voy a desayunar con ella mañana.

Sonríe.

-Eso es bueno. Tendrás a alguien con quien hablar que conoce a Niall

-Sí. -Exhalo-. Gracias por todo Mike. Lo digo en serio. Eres un gran tipo.

-Gracias -responde-. Debo llegar a casa sin embargo. Puede que tenga 18 años, pero mi madre sigue siendo exigente con las noches de escuela y quedarse hasta tarde.

Moviéndome, le doy un beso en la mejilla.

-Gracias.

-No hay de qué. Ten una buena noche. Si necesitas hablar, llámame -afirma Mike muy dulcemente.

Sonrío y salgo del auto. Durante unos segundos, me quedo allí, mirando hacia las ventanas. Bueno, no puedo esperar aquí para siempre. Se siente como que hay pesas de plomo en mis zapatos. Camino hasta el apartamento. Cuando llego a la puerta, la encuentro bloqueado. Raro.

El Arte De La Vida 《N.H》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora