12. Sonrisas tontas y miradas perfectas.

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Capítulo 12. Sonrisas tontas y miradas perfectas.

- Es para ti - Mamá me gritó desde la puerta principal, con una gran sonrisa en el rostro.

- ¿Qué? - pregunté cuándo llegué a su lado. Tenía una sonrisa tan grande que asustaba.

- Es el chico de la semana pasada.

En ese momento, Brooke salió de la cocina y se dirigió a la ventana que daba hacia la calle de enfrente, a lado de la entrada de nuestro hogar.

- Yo quiero verlo - mi hermana habló, abrió la cortina un poco y observó por la ventana detenidamente a Dereck.

- ¡Deja de verlo! - exclamé.

- Está muy guapo - dijo, mordiéndose el labio inferior.

- ¡Te vas a casar! - grité un tanto indignada.

- Tu hermana tiene razón - mamá me apoyó -. Lo que sí es que el chico tiene lo suyo. Así que Stefany Hathaway - miró mi atuendo por un segundo, un pantalón ajustado color salmón junto con una camisa denim clara y unas sandalias -, te ves bien -arregló un poco mi cabello suelto-. Ahora sal y diviertete con mi futuro yerno.

Rodeé los ojos. Ni siquiera nos habíamos besado, aún.

Una vez que salí de casa, avancé hasta su vehículo. Esperó a que me acomodara en el asiento del copiloto y pusiera mi cinturón de seguridad, para conducir hacia nuestro destino.

Estar con él me ponía nerviosa, demasiado, y no sabía el motivo.

- Entonces... ¿A dónde vamos? - pregunté, tratando de ocultar mi nerviosismo.

- Vamos a... - Su teléfono comenzó a sonar, interrumpiéndolo, y sin importarle las reglas de tránsito, tomó la llamada - Mande...Está bien - observé cómo sus manos en el volante se tensaban - Nos vemos ahí.

Finalizó la llamada y se tranquilizó un poco.

- Lamento esto, pero tengo que llegar a casa. Es urgente.

- No te preocupes - contesté -, nuestra cita puede esperar.

***

Apenas llegamos a su casa y Dereck subió las escaleras de par en par, mientras yo me quedé en la sala.

La casa era bonita. Tenía un tamaño ideal, poseía un estilo contemporáneo y los muebles se veían perfectamente ordenados.

Tomé asiento en uno de los sofás, con cuidado, esperando a que mi cita bajara por las escaleras.

- Hola - Una niña pequeña me saludó, bajando las escaleras.

Tenía ojos marrones y cabello castaño largo y rizado. Por su pequeña estatura le calculaba unos cuatro o cinco años. Debía de ser la hermana menor de Dereck.

- ¿Eres la novia de mi hermano? - me preguntó.

- No. Soy su amiga.

La niña sonrió y dio vueltas, provocando que su vestido rosa girara con ella.

- ¡Genial! - tomó mi mano y jaló de ella -. Serás mi invitada esta tarde a tomar el té.

No muy segura, asentí, y subí junto con la niña por las escaleras, hasta llegar a su habitación.

- Por cierto, soy Sofi.

***

- Muy mal, Señor Risitas, no mereces otra taza de té.

Sofi se divertía mucho con sus peluches. Colocaba algunos peluches alrededor de una pequeña mesa circular y ponía frente a cada uno de ellos una taza. Lo bueno era que las tazas estaban vacías y realmente no contenían té, pues no era una bebida de mi agrado.

Buscando al chico idealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora