Capítulo 16. Presentaciones formales.
Dejé la lasaña en el horno al escuchar el timbre. Me deshice del delantal que traía puesto y lo guardé en uno de los cajones de la cocina.
Tomé aire y caminé hacia la puerta principal. Pasé mis manos por mi vestido azul, arreglándolo un poco y eliminando cualquier indicio de arrugas en la prenda que llegaba hasta mis rodillas.
La abrí un poco y me sorprendí al ver a Dereck parado en el umbral de la puerta. Vestía una camisa azul grisáceo arremangada hasta unos centímetros más abajo que los codos y un pantalón negro, además, claro, de unos zapatos.
Nunca lo había visto con algo formal, las playeras con cuello en v o cualquier otra ropa casual parecía ser lo suyo. Jamás lo ví con una camisa y debía admitir, que con ellas parecía demasiado encantador. Caballeroso, era otro adjetivo que podía agregar.
- ¿Puedo pasar a la casa de mi novia? - preguntó, extendiendo un pequeño ramo de rosas blancas.
Una sonrisa apareció en mi rostro. Eran las primeras flores que me regalaba. Dereck no era muy detallista, lo sabía, así me gustaba, es por ello que las flores simplemente me sorprendieron.
- Claro - dije, abriendo la puerta completamente -, y técnicamente no soy tu novia.
Las comisuras de sus labios se elevaron.
- Eso lo podemos arreglar - tomé el ramo en mis manos a medida en que él se fue acercando a mí -. Annie, ¿quieres ser mi novia?
Reí, y después de susurrar un "sí", tenía los labios de Dereck sobre los míos.
Unas manos grandes tomaron de mis hombros, carraspeando y con eso, rompiendo el beso.
Era mi papá.
No recordaba que mis papás estaban en la sala, a tan sólo unos pasos de la puerta, de donde Dereck y yo justo nos acabábamos de besar.
- No me agradan las muestras públicas de afecto - papá habló con voz seria, separándome de mi novio y dándome a entender que esta no había sido la mejor primera impresión.
***
Cenábamos en el comedor. Dereck junto a mí y mis padres frente a nosotros. Nos dedicábamos a comer en silencio, sin saber exactamente qué decir.
- La lasagna está muy buena, señora Hathaway - Dereck habló.
- Yo no la preparé - respondió ella de una manera descortés, dándole otro bocado a la comida que yo había preparado.
La incomodidad se percibía en el ambiente. Tal vez invitarlo a cenar fue una mala idea para que conociera a mis padres.
- El pan también está sabroso.
- Lo compré - fue la cortante respuesta de mi madre.
No entendía la razón por la que ella se comportaba de esa manera, cuando era ella la que hablaba todo el tiempo de citas, parejas para el baile de mi hermana y novios. Lucía emocionada aquella vez que vio que salía con Dereck, y ahora que él estaba frente a ella, no había ningún rastro de alegría en su rostro, más bien, todo lo contrario.
Transcurrieron un par de minutos en los que el único ruido que emanaba del lugar era el de los tenedores moviéndose. Papá mantenía la mirada fija en su plato, mientras mamá fijaba su vista en Dereck; era extraño, pareciese como si estudiara su rostro con atención, memorizando cada parte de él, quizá queriendo ver a través de él algún indicio de información útil.
- Entonces - hablé, en un vago intento de mejorar el entorno -, ¿vieron el juego de las Medias Rojas?
Las Medias Rojas son el equipo de baseball representativo de Boston, y aunque vivía aquí, jamás asistí a uno de sus juegos, ni siquiera los veía por televisión. Prefería a los Yankees.
- ¿Eres mayor que Stef? - Mamá le preguntó al chico a mi lado, ignorando mi pregunta.
- Así es.
- ¿Mayor de edad? - preguntó mi madre un poco más tranquila, pero aún así, mirándolo con suspicacia.
- Lo seré en algunas semanas.
- ¿Casi veintiún años, eh? - papá habló, recibiendo como respuesta un asentimiento de cabeza por parte de Dereck -. ¿Cuántas novias has tenido?
De manera inconsciente mi boca se abrió un poco, esa pregunta me había mostrado sorprendida. Dereck no se había mostrado ni un poco cómodo desde que nos sentamos a cenar, y este tipo de preguntas no ayudaban a formar una conversación agradable.
- La única que me importa está a mi lado, señor - respondió, tomando mi mano por debajo de la mesa.
- Respuesta correcta, muchacho - Papá sonrió -. ¿Qué opinas del fútbol?
Y con esa pregunta, en los minutos siguientes me dediqué a escuchar la conversación de ambos sobre ese deporte. Se veían felices, cualquier indicio de incomodidad desapareció. Sin embargo, ahora la incómoda era yo, al no incluirme en la plática por saber nada sobre el tema.
Mamá, por otra parte, se dedicó a recoger los platos y cubiertos. Los lavaba una y otra vez, con fuerza, mostrándose impaciente. Caminaba de un lado al otro, abriendo cajones y gabinetes, para después cerrarlos con rapidez. Echaba una rápida mirada a papá, después observaba a Dereck, sacudía su cabeza e instantáneamente veía hacia la ventana.
Cuando su mirada por fin recayó en mi presencia, habló.
-¿Han notado que ambos tienen el mismo color de cabello? - señaló a los dos hombres que platicaban animados.
- El castaño es un color popular de cabello, cielo - Papá contestó, sin darle importancia a la pregunta y queriendo continuar la charla con mi novio.
Ella vaciló, apoyó sus brazos sobre la silla donde antes comía, como si está le diera cierto soporte, y dijo lo que en verdad le inquietaba.
- No puedo creer que ambos sean tan parecidos.
Una mueca se instaló en mi rostro. Mamá estaba comparando a papá con mi novio; que extraño era eso. Lo único que existía en común entre ellos era que, además de ser hombres, sus ojos y cabellos poseían un color oscuro, además de su afición por el fútbol, como cualquier otra persona en la actualidad.
- Gracias - Fue lo que Dereck pronunció, parecido más a una pregunta.
- Se lo que quieres decir con eso, Cristine. Aquí vienen seguir chosas reglas - habló papá con seriedad -. Siganlas y no habrá ningún problema - añadió -. Si las rompen, todo termina.
Mamá asintió, más tranquila, invitándole a seguir.
- No besos frente a nosotros - formó un gesto de disgusto -, y si no se besan nunca, mejor.
- Nada de estar completamente solos - mamá continuó, regalándonos una mirada de advertencia.
Tarde.
Los recuerdos de ayer en la piscina invadieron mi mente. Me preguntaba si mi hermana había cumplido con estas reglas.
- Y por último - Una gran sonrisa se exhibió en el rostro de mi padre -, mi favorita -. No sexo. Si tu mamá y yo esperamos hasta...
Después de eso ya no quise seguir escuchando, era demasiada información. No esperaba que hablaran de ese tema, y menos con Dereck presente, cuando pudieron esperar a decírmelo en privado, o simplemente, jamás hablarlo.
Un rubor cubría mis mejillas, estaba avergonzada.
Cuando terminaron de contar su historia, pidieron el teléfono de Dereck y le preguntaron acerca del nombre, edad, lugar y puesto de trabajo, y número de seguro social de sus padres - del cual él no tenía ni la más mínima idea - pudo retirarse.Una vez que cerré la puerta, miré a Brooke bajando las escaleras en pijama.
- Brooke - le dije, atrayendo su atención -. ¿Sabías que tenemos un medio hermano?
N|A.
Volví!
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Buscando al chico ideal
Teen FictionCuando la boda de su hermana se acerca y Stefany no ha conseguido pareja de baile, su madre comienza a organizarle citas a ciegas. Aunque no todo es lo que parece. #491 en relaciones - 12 Mar 19. #146 en citas - 13 Mar 19. #64 en chico perfecto - 5...