Buscando al chico ideal

2. ¿Qué le dices al vestido?

Capítulo 2. ¿Qué le dices al vestido?

Dos años atrás...

- ¿Crees que este se me ve bien?

Brooke salió de nuevo del probador y dio vuelta en la tarima por quinceava vez, pidiendo mi opinión acerca del vestido que portaba.

Estábamos en una tienda de vestidos de novias, una gigantesca tienda. Alrededor de cinco pisos, veintitrés asesoras profesionales, mil cien vestidos de novia de cientos de tonos de blancos, además de los cientos de vestidos para las damas de honor, caracterizaban a este lugar.

Para mi hermana este era el paraíso.

Yo solo quería salir de aquí.

- Lleva ese - le dije mientras la miraba en su largo vestido blanco.

- No lo se hermanita, ¿no crees que me veo gorda con él?

Rodeé los ojos.

- Brooke, no importa con que vestido te cases, te aseguro que serás la novia perfecta.

- Para Luke - completó mi hermana mayor con una sonrisa.

- ¿Lo ves? Lleva ese vestido y salgamos de aquí.

Mi paciencia tenía un límite.

Y ese límite se había acabado cuando Brooke decidió probarse el dieciseisavo vestido de esta tarde.

Eso había sido seis vestidos atrás.

Ahora entendía eso de que las novias tardaban en llegar.

Es totalmente cierto cuando descubres que solo en ponerse un vestido tardaban entre veinte y treinta minutos.

Y otros diez pidiendo opiniones y convenciéndose si era o no el vestido con el que se querían casar.

- Señorita, ¿se ha decidido ya? - una de las empleadas preguntó a mi hermana.

- Quiero este - Brooke contestó decidida -. ¿Cuánto cuesta?

- Solo sesenta mil doscientos pesos.

¡¿Solo?!

Mi hermana tosió.

- Es exclusivo de diseñador - se encogió de hombros la empleada.

- ¿Me había dicho que el primero era económico? - Brooke preguntó.

- Voy por él, de nuevo.

Justo en el momento en que la empleada se fue, mi mamá llegó y tomó asiento en el sillón blanco, a mi lado. Justo frente a donde mi hermana enseñaba su vestido hace unos minutos.

-¿Dos horas en el baño? - Le pregunté en voz baja a mi mamá mientras elevaba una ceja.

Nadie podía tardar tanto.

- Brooke es una indecisa - Mamá dijo en voz baja para que Brooke no escuchara -. Fui a comer.

- ¿Y bien Stef?

Volteé a ver a mi hermana.

- ¿Qué? - pregunté confundida.

- ¿Ya pensaste en quien será tu pareja en mi boda?

Carraspeé incómoda, ni siquiera había pensado en eso.

Mi hermana y mi mamá tenían en mente que llevara un chico a la boda, con el que bailaría toda la noche. Por mi parte, me negué, para mí sería como una noche de amigas, donde bailaría y me divertiría con ellas y cuando llegaran las canciones lentas, siempre podría sacar a bailar a un primo o tío.