29. El reencuentro.

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Capítulo 29. El reencuentro.
Primera parte.

Miré a mi mamá ajustando el vestido de bodas, ya puesto en mi hermana mayor. No podía creer que hubiera pasado tanto tiempo, aún recordaba el día en que fuimos a comprarlo.

Y aunque aquella tarde, cansada, mamá me insistió a compartir unas conmovedoras palabras, esta vez no hizo falta.

Brooke lucía sensacional, no solo por el peinado, maquille y vestido que portaba, sino que también una gran sonrisa aparecía en su rostro, y sus ojos destellaban. Estaba feliz.

—¿Entonces qué opinan? —preguntó, viéndose en el espejo de cuerpo completo—. ¿Me veo bien?.

— Te ves espectacular —Esa era mamá, quien luchaba por no derramar lágrimas y arruinar su maquillaje—. Estoy muy orgullosa de ti, a punto de formar la familia que siempre anhelaste.

—Luces increíble —Fue mi turno de responder—, y lo mejor de todo es que estás alegre.

—Hey, Stefany. No te vayas a olvidar de mí simplemente porque ya no vivamos en la misma casa. También, gracias por estar aquí, sé que es difícil.

Tenía razón. Durante las últimas semanas solo iba de casa a escuela y viceversa, pero no podía perderme la boda de mi hermana únicamente porque no estaba de humor y tenía miedo. Además, me sentía protegida con todos mis familiares aquí.

La puerta de la habitación fue golpeada con suavidad, indicándonos que había alguien del otro lado. Por un momento me cuestioné si el asunto de que el novio no puede ver a su prometida antes de la boda era algo real; ¿en verdad existía la mala suerte?.

Sin embargo, quien entró no fue Luke.

—¡Mack! —Brooke se sorprendió, abrazándo con fuerza a su amiga que acababa de ingresar.

—Stef —Me llamó mi hermana mayor—, ella es Mack, mi mejor amiga y futura cuñada.

Fruncí el ceño.

—Estoy saliendo con el hermano de Luke —explicó.

Mack era bonita. Su cabello castaño caía en ondas y el vestido rojo que usaba resaltaba sus ojos claros.

—Creo que te buscan en el jardín central, Stefany —Me dijo mamá, moviendo un poco la cortina para lograr ver tras los grandes ventanales—. Recuerda ir a la sala de audio y video para checar que todo esté en orden.

Sin saber de quién se trataba, tomé mi celular, bajé las escaleras y caminé a la dirección indicada. Tenía el presentimiento de que sería West, mi cita de esta tarde; después de todo lo que había hecho por mí, decidí invitarlo.

Al llegar al jardín, observé que ya estaba prácticamente todo montado para la recepción y misa de la boda: las sillas, los arreglos florales, el altar e, incluso, el equipo de sonido. Algunas personas corrían de un lugar a otro, llevando flores en las manos.

Dirigí mi mirada al lado izquierdo, justo a la entrada del recinto, distinguiendo a un chico en traje, de pie.

No se trataba de West.

Era Dereck Parker (si es ese su verdadero nombre) y definitivamente no tenía ganas de verlo.

Me dabatí entre acercarme a él o volver al segundo piso, ayudando con los ajustes de último momento.

Lo pensé bien y preferí la segunda opción.

—Señorita Hathaway —La organizadora de eventos me interceptó—. Un chico llamado Dereck ha entrado sin invitación, dice que viene como su acompañante, ¿es cierto o le pido que se retire?.

Buscando al chico idealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora