Buscando al chico ideal

18. Lo quiero

Capítulo 18. Lo quiero.

Número desconocido: Hey, lindas piernas [4:52 p.m.]

Stef💕: ¡¿Cómo rayos conseguiste mi número, West?! [4:52 p.m.]

Número desconocido: Tengo contactos [4:53 p.m.]

- ¡¿Estás escuchándome?!

Despegué la vista de mi celular al oír los gritos de Jenn.

- Sí, estabas hablando acerca de cuáles tacones combinarían con tu vestido.

- ¡Ese tema acabó hace diez minutos! - se levantó del sofá, histérica, enredando sus dedos en su cabellera rubia -. ¡¿Por qué nadie me escucha?!

- ¿De qué hablas? - contesté, manteniéndome en el sillón de su sala, con el ceño fruncido.

- ¡Lo sabrías si no estuvieras todo el tiempo con el celular!

El timbre de la casa que mi mejores amiga compartía con su familia, sonó. Después de que ella lanzara un bufido, abrió la puerta principal y apareció una conocida pelirroja.

- Scarlett - dije, levantándome de mi asiento -, tenemos una plática pendiente.

La susodicha entre cerró los ojos, haciéndose la desentendida: - ¿Sobre qué?

- El hecho de que ayer Alex estaba en tu casa - me crucé de brazos -, y ambos estaban muy raros.

- No actuamos de ninguna manera extraña.

- ¿Alex te visitó ayer? - Jenn le preguntó, sorprendida -. Me dijo que tenía un deber muy importante, y que estaría ocupado todo el día.

- ¿Por qué te preocupas tanto? ¿Te gusta? ¿Es por eso que teñiste tu cabello?

- No actúes como si no lo supieses, sabes que sí.

Ahora la impresionada era yo. A Jenn le gustaba Alex, y en todo este tiempo, nunca tuve ni la más mínima sospecha.

- Y para tu información, la inclinación de Alex por las rubias ha acabado.

- ¿Cómo lo sabes?

Scarlett sonrío en respuesta, dejándome aún más confundida.

En ese momento mi teléfono sonó, y cuando estaba a punto de colgar, pensando que se trataba de West, la pantalla se iluminó con una foto que le había sacado a Dereck. Era él riendo.

- Novio llamando - canturreó la rubia.

-¿Qué te hace pensar eso?

- La sonrisa en tu rostro te delata.

- A que no - una risita se escapó de mis labios.

Contesté la llamada y me llevé el celular a mi oído.

- Hola, Annie - escuché del otro lado de la línea.

- Hola, tú.

- Sonrisitas - Jenn interrumpió, señalando mi cara.

Le saqué la lengua en un gesto infantil.

- ¿Ocupada? - Dereck habló.

- ¿Por qué la pregunta?

"Cita", gritaba mi subconsciente.

- ¿Te gustaría ir a dar una vuelta en el parque?

- ¿Contigo? Me encantaría.

- Genial. ¿Paso a recogerte a tu casa?

- Pues... Estoy en casa de una amiga.

- Mi nombre es Jenn - volvió a interrumpir.

Rodeé los ojos.

- Entonces si quieres pasame la ubicación y paso a recogerte ahí.

- Te la mando por mensaje.

- Llego en 10 minutos.

- Nos vemos - dije, y con eso colgué.

- Tienes cara de enamorada - Jenn rió.

- Cállate - mis mejillas adquirieron un tono rosita -, ¿dónde está Scarlett?

- Aquí - la pelirroja contestó, saliendo del baño -. ¿Quién es la enamorada?

- Stef - mi otra amiga respondió -, del chico que conoció en la fiesta.

- Dereck no es cualquier "chico que conoció en la fiesta ", es mi novio.

- Mira, ahora lo defiende.

Scarlett tomó asiento -. ¿Tus papás lo aprueban?

- Sí - pensé un poco la respuesta -. Bueno, nunca me han dicho lo contrario.

- No le has mandado tu ubicación, Stef - la rubia seguía divirtiéndose con mi relación.

Tomé el celular y en cuestión de segundos le mandé la localización de la casa.

- ¿Por qué tendría que saber dónde estás? - Scarlett frunció el ceño.

- Vendrá a recogerla aquí, en diez minutos.

- Oh.

Mi amiga se levantó del sillón y caminó hasta la puerta -. Tengo que irme, olvidé que tengo que hacer algo.

- ¿Con Alex? - reí.

Así es, las situaciones amorosas de la otra nos causaban gracia.

- Nos vemos - dijo antes de salir.

- ¿Y cómo es eso de que Alex te gusta? -pregunté a la dueña de la casa.

Se encogió de hombros y caminó a la cocina.

***

Diez minutos después, se escucharon unos suaves golpes en la puerta.

Inmediatamente la abrí y me lancé a los brazos de la persona que estaba en la entrada.

Dereck me respondió el abrazo, haciendo que mi sonrisa se ensanchara más.

- ¿Qué tal tú día? - preguntó.

Le di un casto beso en los labios. Lo quería, y mucho.

- Excelente - no dudé en contestar.

Mi alegría era notable, Dereck se había convertido en mi persona favorita.

N|A.

¡Volví! Y esta vez para quedarme.
Estaré actualizando esta historia una vez por semana (entre semana), mientras que los fines de semana subiré capítulos de un nuevo proyecto, una historia llamada "Quiero que me sientas".

En fin, espero que disfrutasen del capítulo. ¡Ya estamos en los finales!