26. Ella lo sabía.

11 2 0
                                    

|CAPÍTULOS FINALES|

Capítulo 26. Ella lo sabía.

Una semana transcurrió desde la vez del incidente. Los días pasaban lentamente, las noches aún más.

No había hablado más del tema con mis padres, ni siquiera les conté que había ocurrido exactamente ni cómo me había sentido, aunque supongo que ya lo podían imaginar.

Salir de mi casa se convirtió en una gran pesadilla. Estaba asustada, no quería que algo así me volviera a pasar.

Brooke seguía sin saber algo al respecto, simplemente creía que mi ánimo decayó gravemente por  mi ruptura con Dereck. Y en parte era cierto, aunque lo peor era la falsa idea que me había formado de él.

Porque confías tanto en alguien que jamás crees que sería esa persona quien te dañaría.

Mi papá me había permitido faltar toda la semana a clases, después de todo, no había faltado antes. Mamá creyó que de esa manera podría recuperar mi cordura, al descansar, y Brooke pensó que estaban siendo muy dramáticos al respecto.

La cama se convirtió en mi aliada, pues la mayor parte del día permanecía en ella. Solo me levantaba al baño y a la cocina.

Usaba únicamente una sudadera y un short para dormir durante el transcurso del día, pero cada vez  que salía de la ducha, los remplazaba por otros semejantes.

Había llorado tanto que mis ojos seguramente estaban hinchados, y por más veces que mis amigos me llamaban, no contestaba. No quería que escucharan el miedo en mi voz.

Porque sí, estaba aterrada. Me asustaba la idea de salir a la calle y verlo de nuevo, la idea de que alguien me separara de mi familia de nuevo, que me mantuvieran en algún lugar en contra de mi voluntad y esta vez me trataran mucho peor.

Tan solo cruzar el umbral de la puerta principal de mi casa me ponía nerviosa, por ello había insistido en faltar a clases.

Hoy era viernes, el último día que tenía permitido ausentarme. Ya no podría pasar más tardes en mi casa, mirando el techo en busca de alguna respuesta que nunca obtenía.

En toda la semana había recibido mensajes de Alex, Scarlett y Jennifer para preguntarme cómo iba mi día. Se preocupan por mí, pues sabían de mi roptura con Dereck —aunque desconocían del secuestro y todo lo que había ocurrido allí—. Inclusive, vendrían para explicarme los últimos temas de clase y mostrarme la tarea para la semana entrante.

También, recibía continuamente mensajes de West. Él no me preguntaba cómo iba mi día, únicamente me decía una y otra vez que todo iba a estar bien. La primera noche que había pasado aquí después del incidente, West apareció en la banqueta, pero nunca le abrí la puerta.

A decir verdad, mis padres me habían mantenido en casa, turnándose para salir y que así no me quedara sola en algún momento.

El timbre de la puerta sonó, indicando que mis amigos ya habían llegado. Mama fue la primera en entrar a mi recámara.

—¡Stefany! —lanzó un grito—. Jennifer viene subiendo las escaleras, ¿la recibirás en un cuarto que apesta?

Tragué saliva, a la vez que observaba a mi mamá rociar aromatizante con aroma a lavanda y abrir la ventana del cuarto.

—Sol, eso es lo que necesitas —Fue lo último que dijo antes de retirarse al ver a Jenn recargada en la pared.

—Han sido días difíciles, ¿eh?

Pude notar la preocupación en su voz.

—Luzco horrible, ¿cierto?

Formé una mueca, lo imaginaba. Quizá mis ojeras y mi cabello despeinado no ayudaban, tal vez se debía a la sudadera grande que vestía o podría ser por el ambiente que me rodeaba, con pañuelos usados tirados en el suelo.

Buscando al chico idealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora