4. Universidades, un tema importante.

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Capítulo 4. Universidades, un tema importante.

Llegué a la casa y cerré la puerta tras de mí.

- ¡Mamá! - grité al no verla en la sala.

- ¿Qué tal tu cita? - sonrió bajando las escaleras.

- Horrible - hice una mueca mientras me sentaba en el sofá más largo de la sala, justo frente al televisor.

La niña de las trenzas me había pedido 30 de los verdes a cambio de darle a Lucas con el frisbee. Al principio habíamos quedado en cinco dólares, pero cuando la pequeña salió del baño y lo vio, pensó que la estaba pasando realmente mal al escucharlo hablando sobre su mami. Incluso ella habló con él, mientras yo seguía en el baño, y llegó a la conclusión de que el chico tenía un horrible problema de mamitis. Cuando volvió al baño, donde yo la esperaba, me pidió 25 dólares más, y acepté, pero aún se los debía.

Lo importante es que cuando Lucas y yo caminábamos, un frisbee le dio por detrás inesperadamente. Ni siquiera me di cuenta en que parte del cuerpo le había dado cuando lo vi tirado en el piso diciendo que le dolía todo. Cómo no había rastro de sangre, salí corriendo de allí.

- ¿Tan mal fue? - cuestionó sentándose a mi lado.

- La peor cita de mi vida.

- Bueno - hizo una mueca -, tan poco es como si hubieras tenido miles de citas.

- Si esta fue así no quiero imaginar las siguientes que organizaste - hice una breve pausa -, por eso quiero cancelarlas.

- ¿De que hablas? - Mamá negó con la cabeza al mismo tiempo que se levantaba del sillón.

- Llamaré a esos chicos ahora y les diré que las citas se cancelan.

- ¿Estás segura? Son varios.

Tomó un papel que estaba en el estante junto a la televisión y me lo dio en la mano. Era una lista en la que estaban escritos los nombres de ocho chicos, al igual que su teléfono de casa y el día en el que saldría con ellos. El primero en la lista era Lucas.

Tomé el teléfono de la pequeña mesa de cristal que estaba a mi lado derecho y pasé los siguientes minutos llamando a casa de cada uno de los siete chicos.

"Hola, soy Stefany, la hija de Cristine... Muy bien, gracias... Llamo para avisarle que la cita que iba tener con su hijo se cancela...cosas de la vida...buenas noches": fue el mensaje que repetí unas seis veces cada vez que las mamás contestaban el teléfono. Y me refiero a seis porque la tercera señora se quedó platicando conmigo, rogando que sacara a su hijo de casa.

Lo bueno de esto era que ya no tendría más citas con desconocidos. Me sentía cómo las chicas de Parental Control, creo que ese era el nombre del programa, donde los papás eligen a chicos para que salgan con sus hijas. La diferencia es que en esas citas las chicas se divertían y se quedaban con uno de ellos, mayormente.

- He terminado - le dije a mamá, quien estaba sentada a mi lado -. Ya no más citas con los hijos de tus amigas.

- Claro - sonrió pícara.

Fruncí el ceño y subí a mi cuarto a dormir.

***

But if you like causing trouble up in hotel rooms
And if you like having secret little rendezvous

La alarma de mi celular comenzó a sonar, indicándome que era lunes, día de escuela.

If you like to do the things you know that we shouldn't do
Then baby, I'm perfect

Apagué la alarma y mi levante. Me bañé, tomé unos jeans, una sudadera gris y unos tenis blancos. Después de peinarme, bajé a desayunar, junto con mamá, papá y Brooke, dos panes tostados y un jugo de naranja. Seguido de eso, papá me llevó a la escuela en su lindo carro gris.

- Que tengas un buen día, papá - sonreí, mientras tomaba mi mochila y bajaba del auto.

- Igual, Stefany.

Después de escuchar eso, cerré la puerta del asiento de copiloto y caminé, con una sonrisa, hacia la entrada del instituto.

El Instituto Summers era una preparatoria privada que quedaba a diez cuadras de mi casa. Un gran edificio, amplias áreas verdes y excelentes maestros era lo que lo caracterizaba.

Pasé por la amplia puerta de cristal y pisé el suelo de mármol, observé las paredes color crema que cubrían todo el edificio (por dentro y por fuera), los casilleros de un rojo brilloso y las sonrisas de muchos paseando por el lugar.

No, no era que me gustara venir a la escuela, solo no me disgustaba tanto. Y no, hoy no era mi primer día de clases, habían iniciado un mes atrás.

Caminé hacia mi locker y abriéndolo, saqué el libro que usaría en mi primera clase, matemáticas.

- Hola.

Jennifer, mi mejor amiga, estaba con una sonrisa junto a mí. Ella siempre estaba alegre, sin importar lo que ocurriera. Era castaña, pero algunas veces teñia su cabello de rubio, tez blanca y media más o menos lo mismo que yo.

- Hola - la saludé con un abrazo -, ¿cómo vas con lo de la universidad?

Este era nuestro último año en la preparatoria y el tema de la universidad era muy hablado.

- Ya mandé solicitud a Harvard y estoy segura que seré aceptada - sonrió -, ¿qué tal tú?

El tema de las universidades era muy hablado en mi familia, si entraba a Harvard seguiría viviendo en Boston, con ellos, pero si me aceptaban en alguna otra lejos de aquí, me iría a vivir en los departamentos que hay dentro de las universidades.

-Mandé solicitud a Harvard, Stanford y NYU - contesté al mismo tiempo que cerraba mi casillero.

- Eso es genial - sonrió -, tal vez entremos a la misma universidad - me abrazó alegremente.

- La universidad es horrible - Una tercera voz habló.

Volteé hacia mi derecha para ver a la responsable, Scarlett.

- Mal día, ¿eh? - cuestioné soltando una leve risa.

- El tema de la universidad me tiene hasta el tope, mis papás no dejan de hablar de eso - bufó y se recargo en los lockers de enseguida -. ¿Saben lo difícil que es conseguir una beca? ¿Conocen todo el dinero que cuesta entrar a una? - Mi amiga alta y pelirroja preguntó. Vestía ropa oscura, como solía hacerlo a diario.

La universidad en Estados Unidos era muy costosa, y éramos muchos los que tratábamos de conseguir algún tipo de beca.

- ¿Disfrutaste tu fin de semana, Stefany? - Alguien más preguntó a mis espaldas.

- ¡Alex! - giré sobre mis talones y lo saludé con un beso en la mejilla.

Alex era mi rubio mejor amigo desde quinto grado.

Después de esto, el timbre sonó, indicando que en pocos minutos más comenzaría la clase de matemáticas.

- Nos vemos en el recreo - Jennifer habló mientras caminaba a su clase, junto con Alex.

- ¿Vamos? - le pregunté a Scarlett, pues teníamos la misma clase.

- Es lunes, en la mañana - fruncí el ceño -. Iré a la biblioteca a dormirme un rato, te alcanzo en el recreo.

Rodeé los ojos y caminé hacia mi clase, si quería ser aceptada en grandes universidades, no podía darme el lujo de saltarme clases.

N|A.
Dije que actualizaría el jueves, pero tuve muchos problemas con wattpad en estos días y lo único que podía hacer era leer las historias de mi biblioteca, pero ya se arregló

Este capítulo es sólo para que conozcan un poco más a Stefany y sus amigos más cercanos.

Y ya que la otra semana es Navidad, espero poder subir dos o tres capítulos divertidos hahaha.

Hasta luego :)

Buscando al chico idealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora