Capítulo 25

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Pov Donghae

—Si hubiera sabido que te ibas tanto tiempo, me habría colado en tu maleta.

Me encogí en la cama, mirando de reojo cómo Sooyeon dormía en la suya con los auriculares puestos al más alto volumen y un parche para no roncar en la nariz. Me tapé la boca con una mano aun así para que no se me oyera reír de solo imaginarlo.

—Solo es una semana.

—Te parecerá poco —exclamó y rió. Me abracé las rodillas. Pues claro que no. Me parecía mucho. Solo hacía dos días que había dejado Seúl para ir a grabar a Pekin y ya lo echaba de menos. Y me mataba saber que él a mí también—. Hablo en serio; dijiste que eran tres días.

—Pero Jessica se ha comido algo en mal estado.

—Espera —me interrumpió de repente—, estoy debatiendo con mi moral ahora mismo. ¿Debería molestarme porque va a hacer que te retrases o alegrarme porque la bruja ha de estar sufriendo?

Y yo ¿debía reír por sus tonterías o derretirme porque me encantaba? Todavía no me creía que él, de repente, hubiera decidido que éramos novios. Si ese día me había dado cuenta de que estaba enamorado de él, en ese momento, tres días después, estaba afirmándolo y reafirmándolo una y otra vez.

Hyukjae era increíble.

Terminé decidiendo que las dos cosas estaban bien, sobre todo ahora que me encontraba envuelto en esa camiseta que me había hecho llevar conmigo porque no se fiaba de Jessica y quería que llevara su olor en mí. Sí, definitivamente debía derretirme. Así que me dejé caer sobre la almohada sin soltarme las piernas ni despegar el móvil de mi oreja y solté una risa involuntariamente tonta. Estiré el borde de la camiseta hasta bajo mis rodillas, como si el pantalón corto no me cubriera suficiente.

—¿No puedes hacer las dos?

—Creo que no poder tocarte hasta el sábado que viene es más importante. Así que dile a "Sica" que se mejore lo antes posible.

—Se lo diré —e inmediatamente los comenzamos a reír porque ni yo iba a decírselo ni el lo pensaba en realidad. Aunque si ella sanaba pronto, grabaríamos antes y antes podría volver a casa.

También me di cuenta, mientras vigilaba que Sooyeon siguiera durmiendo, que tenía dos o tres días libres. Dos o tres días que podría aprovechar con él y que sin embargo iba a pasarlos en Pekin. Ni siquiera estaba en Tokyo para poder escaparme a visitar a mi madre. Suspiré. ¿Qué iba a hacer yo solo durante tantos días?

—Oye —dije, pasando mi dedo por el colchón. Sabía que si hubiera estado con él, lo habría hecho por su pecho. Hyukjae me respondió con un sonido y me mordí el labio antes de seguir—, ¿has estado en Pekin alguna vez?

—Solo he estado en Tokyo.

—¿En serio? Pensé que no sabías nada de Japón.

–Y no sé nada —rió—. Creo que no quieres saber lo que hice con Hyoyeon cuando estuvimos allí.

—Oh, estuviste con la Rubia... —no pude evitar que mi voz saliera sin ganas. Pues claro que no quería saberlo. Es más, ya me lo imaginaba. Seguro que habían estado encerrados en el hotel en lugar de disfrutar de la ciudad.

—Pero eso fue el año pasado —pude imaginarlo encogiéndose de hombros, restándole importancia y cerré los ojos para controlar los celos. Porque ahora podía admitir que aquello me ponía celoso. Al menos para mí mismo—. Ahora ella está con Paolo y yo contigo... ¿de acuerdo?

—Hum... —le di golpecitos al colchón con el índice, asintiendo aunque sabía que no podía verme. Tenía razón. Él le había puesto los cuernos conmigo, después de todo. No tenía que molestarme solo porque sabía que seguían hablando como amigos— Vale...

❝Hey! Don't touch me❞ [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora