Capítulo 28

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Pov Donghae

Una pequeña risa nerviosa escapó de su garganta. Yo no podía dejar de mirarlo. Mi corazón quería salir y cogerlo del cuello de la camiseta para obligarle a repetirlo. Yo también quería hacerlo, pero no era capaz de moverme. No era capaz de asimilar que eso estuviera pasando de verdad. Ahí. En ese momento. De repente. De ese modo... ¿por qué lo había dicho así? ¿Estar enamorado de mí era algo malo?

Cerré los puños sobre la mesa, notando que se me aceleraba la respiración. Él no hablaba y yo tenía miedo porque ese "joder" que había soltado justo antes no me gustaba nada. Traté de insistirle con la mirada para que hablara, rogándole que lo hiciera. Y es que tal vez él estaba esperando a que fuera yo quien dijera algo, pero absolutamente nada salía de mi boca a parte del aire agitado.

—Donghae... —mis labios se juntaron, mi corazón se calló, mis ojos se negaron a parpadear. Le regalé toda mi atención y él se pasó las manos el pelo y dejó las gafas junto al plato para hacer lo mismo por su rostro— Di algo, por favor.

Tragué saliva. Todo mi cuerpo volvió a funcionar cómo debía, aunque mis dedos comenzaron a toquetearse con nerviosismo. No parecía arrepentido por lo que acababa de decir, después se todo. Quizá me había puesto un poco paranoico. Yo también había sentido esas ganas de decir un "joder" así cuando me había dado cuenta.

Ahora me sentía un completo estúpido. Fue mi turno de reír y mi cara ardió mientras lo hacía.

Estaba enamorado de mí...

Miré a mi alrededor. Qué rabia estar rodeado de gente, porque no sabía qué decir, pero sí qué hacer. Quería sentarme sobre él y besarlo. Pero no podía siquiera alzar la voz.

Así que miré la comida en mi plato y me limité a contestar en voz baja:

—Y yo de ti...

El silencio era horrible de nuevo.

Me armé de valor y levanté levemente mi mirada, encontrando la suya. Su boca era una enorme sonrisa que me hizo volver a reír avergonzado.

Menuda forma de declararnos.

Me tapé la cara con las manos. Aquello podía conmigo; él había sido tan dulce estos días. Me había sorprendido bastante, pero me había encantado. Nunca me habría esperado que él, a quien consideraba una de las personas menos románticas del mundo, pudiera portarse así conmigo. Tampoco había llegado a imaginar que él sería mi novio y ahí estábamos, desayunando después de lo que podía considerar una de las mejores noches de mi vida.

Cogí aire profundamente y dejé caer mis manos sobre la mesa para mirarlo. Estaba comiendo como antes, solo que ahora me miraba en lugar de parecer ido. Miré mi comida y me di cuenta de que no tenía hambre. Me sentía lleno solo de ver las arrugas bajo sus ojos y su sonrisa manchada de mermelada.

¿Mariposas? Yo tenía una bandada de pájaros furiosos en el estómago.

Estuvimos en silencio, compartiendo una mirada tan fija que no supe en qué momento Hyukjae se había levantado y caminado hacia mí. Dio media vuelta, rozándome el hombro con los dedos en el proceso. Una satisfactoria sensación eléctrica me recorrió la espalda cuando comenzó a caminar hacia la salida de la cafetería.

Lo seguí, usando toda mi voluntad para parecer tranquilo. La gente estaba por todas partes e incluso en el ascensor un hombre se puso entre nosotros en todo momento. En el pasillo hacia la habitación vi cómo se mordía el labio. Lo hice también, notando las ansias recorrer absolutamente todo mi cuerpo.

—Buenos días —saludó la limpiadora, saliendo de nuestra habitación de repente.

Hyukjae movió su cabeza amablemente pero yo no pude hacer más que apoyar la cara en su espalda mientras ella se alejaba. La risa tonta me atacó y tuve que abrazarme a su cintura mientras entrábamos, mientras él cerraba la puerta con un empujón y entonces se echaba a reír y daba media vuelta entre mis brazos. Pasó los dos por mis hombros, abrazándome también. Hundí la nariz en su cuello y él dejó un beso en mi pelo.

❝Hey! Don't touch me❞ [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora