Maratón (1/4)
La cena fue muy bien. Hablamos de muchas cosas, recordamos momentos que habíamos pasado todos juntos (incluyendo a los padres de Hyukjae) y comimos hasta reventar. Durante un rato se me olvidó todo lo que estaba sucediendo en mi vida y me volví a sentir como un niño.
Al terminar nos levantamos, todavía metidos en una entretenida historia sobre cómo Hyukjae había estado a punto de romperle la nariz a un niño por empujarme sin querer y tirar mi helado de chocolate al suelo. No pude evitar sentirme avergonzado al pensar en ello. Me acordaba. No con tantos detalles como mis padres, pero me acordaba de que escuchar su voz había sido lo único que había conseguido que dejara de llorar. No mamá. No papá. Él.
Mi lugar seguro siempre había sido la misma persona.
—Ya apuntabas maneras —le dijo papá mientras le pasaba un brazo por encima de los hombros.
Hyukjae rio y sujetó con cuidado los platos que sostenía en las manos. Papá le revolvió el pelo y lo soltó sin esperar una respuesta, después tomó los vasos y se fueron juntos hacia la cocina. Los escuché reír mientras retiraba las cosas que faltaban.
—Es una pena que Hyukjae no sea una chica —mamá suspiró.
Casi se me cayeron los palillos al suelo al escucharla. Me los pegué al pecho. El corazón me latía a mil por hora.
—¿Q-qué has dicho?
—Nada... —disimulaba fatal— ¿De verdad no sales con Jessica?
Dudé entre hacerle saber que la había escuchado y fingir que no. Decidí que lo segundo era lo mejor porque no quería arriesgarme, ser demasiado obvio y terminar saliendo del armario sin darme cuenta.
—Ya os lo he dicho antes, ni salgo con ella ni me gustaría salir con ella. ¿Podemos dejar el tema?
Asintió, por lo que intenté que no se notara lo nervioso que me había puesto antes de dirigirme también hacia la cocina. Hyukjae y yo intercambiamos una mirada mientras él enjuagaba los platos para meterlos en el lavavajillas.
—¿Estás bien? —preguntó.
—Cansado.
Y furioso y frustrado también. Si Hyukjae fuese una chica, ahora mismo podría tener la cara enterrada en su cuello y les parecería adorable. ¿Por qué había tenido que decir eso? ¿Por qué mamá no se había mantenido callada? Estábamos bien, me estaba divirtiendo, y ahora solo podía pensar en sus palabras. "Es una pena que Hyukjae no sea una chica".
—Creo que me voy a ir a dormir —se lo dije a él, pero mis padres también estaban en la cocina y lo escucharon.
Papá me besó la cima de la cabeza y mamá me acarició la mejilla mientras pasaba por su lado para salir. Prácticamente corrí hasta mi habitación. Cerré la puerta, me metí bajo las sábanas y gruñí contra la almohada hasta quedarme dormido.
No sé qué hora era cuando me desperté porque hacía muchísimo calor. Empujé las sábanas para quitármelas y me di cuenta de que no podía. Entonces abrí los ojos, confuso, y miré mi pecho. Lo único que cubría mi cuerpo era otro cuerpo.
—¿Hyukkie? —pregunté en un susurro.
Mi novio me miró con ojos entornados, apoyando la barbilla en mi pecho. Le pasé las manos por el pelo solo para cerciorarme de que era él y no estaba soñando. Le había prometido que iría a dormir con él.
—Debería ser yo quien estuviera en tu cama.
—No pasa nada —me besó la palma de la mano—. ¿Estás mal por lo que ha dicho tu madre?
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❝Hey! Don't touch me❞ [EunHae +18]
Fanfiction▶Queda prohibida la copia total o parcial de esta historia◀