-¿Me lo prometes? -Asentí un par de veces a la cámara del portátil. Hyoyeon rió desde Italia mientras me miraba fijamente. Ya le había prometido que no le sería infiel con ninguna chica, ¿qué quería ahora?- Podrías, no sé, dejar de comer mientras hablamos. Sería un detalle.
Levanté las cejas y moví la cabeza de lado a lado, mirando la pizza que casi se terminaba en mi mano. Me la acerqué a la boca y le di un gran bocado, masticando con la boca abierta solo para fastidiarla. Ella fingió demasiado mal el estar indignada.
-¿Sabes? -empecé con la boca llena, moviendo la mano en la que mantenía la pizza- Nuestra relación no tendrá futuro si pretendes cambiarme. Primero me prohibes liarme con otra y ahora quieres que deje de comer por ti... -Otro trozo de pizza entró en mi boca después de tragar, también bebí y la escuché chasquear la lengua con diversión. Era obvio que estaba bromeando- Quizá eres tú la que debe tener cuidado con lo que hace.
Hyoyeon se rió. Vale, tal vez mi apariencia no era la más seria del mundo en esos momentos, pero estaba hablando con mi novia por Skype a las diez de la noche, ¿no pretendería que fuera en traje?
-Tienes razón. -rió- Solo yo pude fijarme en ti... y no tengo ni idea de por qué.
-Porque soy genial, Hyo. Tan solo mírame. Guapo, listo...
-Miope... -añadió con una carcajada como punto final. Yo me subí las gafas con el dedo medio, masticando con la boca muy abierta.
Después de tragar, por desgracia, ya no me quedaba más pizza. ¿Cómo se había terminado tan rápido?
-Tú -la señalé con falsa acusación-, devuélveme mi pizza.
-¿Yo? -movió el dedo índice con negación, sonriendo. A veces ni yo mismo comprendía cómo una chica como ella salía conmigo- Solo el día que inventen la teletransportación de comida podrás acusarme, querido.
-¿No has visto Charlie y la fábrica de chocolate? Johnny Depp lo consiguió con una tableta.
-Ya, pero tú eres Lee Hyukjae, no Willy Wonka.
-Excusas y más excusas... -crucé los brazos sobre el pecho, dejándome caer contra el respaldo del sofá. Al final una sonrisa apareció enorme en su cara y yo no pude evitar imitarla- ¿Qué?
-Nada, solo te imaginaba engañándome con otra. -ladeó la cabeza. Su moño rubio se cayó, deshaciéndose en una coleta- Pero no te veo capaz de hacer algo así.
Se puso recta de nuevo, dio un saltito sobre la cama con ilusión y se inclinó más cerca de la cámara. Me acerqué también, recibiendo un beso en el que ella besaba el aire, con los labios muy cerca de la cámara. No hice lo mismo porque me resultaba una tontería, pero ella lo dejó pasar. Su cara apareció en pantalla otra vez.
-Pues claro que no soy capaz. -hasta a mí me hacía gracia eso de serle infiel. ¿Por qué iba a acostarme con otra teniendo a la más guapa loca por mí? Era de idiotas- A no ser, claro, que se me presentara la oportunidad de hacerlo con una famosa -bromeé.
Hyoyeon iba a decir algo. Sabía que me contestaría que ella también o quizá algo peor. Por eso me gustaba tanto. Podía estar horas hablando y hablando con ella de cosas sin sentido y nunca me aburría. El único problema era que se había metido en un programa de intercambio; en aquél momento, mientras una mujer italiana decía su nombre para que fuese a comer -allí eran las dos de la tarde-, hacía menos de un día que su avión había despegado hacia Italia.
No iba a verla durante seis meses, pero merecería la pena. Podíamos tener una relación a distancia. Pues claro que sí. Además, nadie se iba a fijar en mí y yo no me iba a fijar en nadie, ¿qué problema podía tener?
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❝Hey! Don't touch me❞ [EunHae +18]
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