–¿Qué?
Jessica estiró un dedo para golpearme la frente, riendo y bajó sus dos manos para ponerlas sobre las mías. Yo sujetaba una taza de café. Debía estar bebiéndomelo, despierto, mirando el libreto y repasando nuestras frases con energía, porque lo único que me quedaba por grabar era una disputa con mi "padre". Pero estaba cansado y solo quería abrazarme a mi almohada y dormir. Maldito Hyukjae.
–¿Sigues enfermo? –ojalá. Negué con la cabeza. Me estaba muriendo de ganas por decirle que sí y tener excusa para irme a casa. Pero no podía ausentarme tanto por una supuesta gripe o me tacharían de irresponsable y eso era lo último que quería para mi trabajo– ¿Entonces?
–Solo estoy cansado –le sonreí débilmente. Ella me respondió, acariciándome las mano con los pulgares. Tuvo que alejarlas cuando me llevé la taza para beber. Quizá un profundo tragó de café me ayudara a despertar– ¿Qué estabas diciendo?
–Oh, sí. Pues verás, creo que deberíamos aceptar la entrevista.
Fruncí el ceño. No sabía de qué me hablaba. Dejé el café en la mesa, sentí el ardor en mi garganta y esperé realmente que la cafeína me afectara. Jessica me miraba esperando mi respuesta, pero yo no sabía qué responder. ¿Teníamos una entrevista? ¿Los dos? No me resultaba raro el tenerla, sino el no haberme enterado. Claro, que después de pasar todo el día encerrado con el móvil en silencio, no había podido contactar con la rencorosa de Sooyeon. Posiblemente una de sus tantas llamadas perdidas era para eso.
Chasqueé la lengua.
–¿Qué entrevista? –pregunté.
Jessica se pasó un mechón de pelo tras la oreja, junto las dos manos cerca de las mías y volví a coger la taza para alejarlas.
–Ya sabes: somos los protagonistas, quedamos para ir juntos a la heladería, te han visto saliendo de mi casa de madrugada... –rió y se ruborizó.
Mi cara por fuera no mostró nada, ni siquiera le permití hacer un gesto. Por dentro sacudí la cabeza efusivamente, negándome por completo. Una cosa era que sacaran rumores sobre que Jessica y yo estábamos saliendo. Otra que fuéramos a una entrevista a confirmarlo. Ni hablar. No iba a vender mi vida privada con tanta facilidad.
Reí incómodo y bajé la mirada al líquido que era mi café, permitiéndome mover la cabeza de lado a lado y despacio.
–No creo que sea buena idea.
–¿Por qué no?
Fruncí los labios al ver, de reojo, que se inclinaba casi sobre mí.
–No estamos saliendo.
–Pero eso ellos no lo saben. –y sonrió, como si así pudiera convencerme.
Pues no. Ya era quien lograba convencer a los demás con una sonrisa, no los demás a mí. Me terminé el café. Quizá había sido él o quizá lo poco que me gustaba esa conversación, pero me sentía más despierto de repente. Por eso me eché hacia atrás en la silla y crucé una pierna sobre la otra.
–No quiero mentir.
–Sooyeon dijo que dirías eso. –se encogió de hombros, poniéndose en la misma postura que yo. A pesar de sus palabras, seguía con esa alegría constante, mirándome sin parar a los ojos. Mirada que yo respondí porque ella no me intimidaba lo más mínimo– ¿D-de verdad no quieres?
Me pasé una mano por el pelo y ella apartó la mirada. ¿La había puesto nerviosa? Era la primera vez que me pasaba con alguien cercano. Quizá era porque Sooyeon no se dejaba intimidar por nadie, Taeyang estaba acostumbrado a mirar a los ojos de la gente y Hyukjae... era él quien me hacía apartar la mirada a mí. Como esa noche cuando me había masturbado en la mesa de la cocina mientras me hacía moverme sobre él.
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❝Hey! Don't touch me❞ [EunHae +18]
Fanfiction▶Queda prohibida la copia total o parcial de esta historia◀