XXXIII. Demasiado Lejos, Ivette

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Harley: Auditorio...

¿Cómo? ¡No lo estoy entendiendo!

Una chispa se encendió en mi cerebro: Harley me había engañado. Ella era parte de un plan de Ivette, quien estaba en el auditorio... probablemente con Andrew.

Decidí no perder tiempo en lanzarme encima de Harley y arrancarle su hermoso cabello, y pararme para correr hacia el auditorio.

Tuve que caminar más calmada porque en el camino me topé con Alexander, el maestro de Matemáticas. Él es al menos 15cm más bajo que Andrew y algo narizón, pero es tan guapo.

Alexander: No se corre en el pasillo -me dijo mientras cerraba su camisa de cuello con el último botón de arriba.

Me volteé sólo un segundo para admirar su sexy delgadez... Okey, sí, estaba viendo su trasero... Es que él sí tiene >w<

Cuando se hubo lejos, comencé a correr de nuevo... La puerta del auditorio estaba cerrada, la golpeé y empujé sólo un par de veces para evitar que me regañara algún maestro que anduviera por ahí.

Corrí de nuevo, ahora hacia el patio de atrás, donde hay una entrada alternativa que siempre está abierta. Apenas me acerqué a la puerta, apareció Ivette, ligeramente despeinada y maquillaje en sus manos.

Ivette: Ah, hola cariño. Creo que llegaste tarde a la función.

La ignoré. La hice a un lado y entré al auditorio. No había nadie.

Ivette: Te dije que llegaste tarde -se hizo eco en el lugar-. Apenas hace unos 5 minutos él me tenía jadeando y pidiendo más ahí dentro -señaló la bodega.

No podía imaginarlo, no quería. Pensar en que... Que Ivette y él...

Una reacción inconsciente me hizo cubrirme la boca con las manos y derramar un par de lágrimas.

Ivette 

Ella está... ¿Llorando? ¿Por qué?

Mm... claro. Debe pensar que es Biersack de quien estoy hablando.

¿Le diría la verdad? Para que así dejara de subestimarme ... ¿O la dejaría sufrir? Haciendo así que ella se alejara de él para siempre y poder llegar yo...

Mm... ¿Qué haré, qué haré?

_____ salió corriendo del auditorio y yo fui hacia la bodega, donde hace un rato había tenido sexo con el maestro Alexander. Sexo... Ya no puedo usar otro término.

Flashback :p

Tuve tiempo de sobra el fin de semana pasado para planear esto. Durante toda la clase de Matemáticas esta mañana, no hice nada más que ver a Alexander de pies a cabeza.

De vez en cuando le lanzaba besos y miradas, a lo cual no mostraba signos de queja ni incomodidad. Cruzaba y desenredaba mis piernas y las abría para plantearle mayor deseo al profesor.

Al término de la clase me acerqué a él.

Ivette: Buenos días, maestro Alex, ¿cómo está hoy?

Alexander: Bien... Es un buen día -respondió un poco nervioso mientras recogía papeles y libros del escritorio.

Ivette: Oh, ¿hay algo con lo que le pueda ayudar?

Alexander: No, estaré bien, gracias igual.

Ivette: ¿Seguro..? -Me incliné un poco sobre el escritorio, dejando que mis pechos se asomaran por debajo de mi camisa escolar- Lo noto un poco estresado.

EN EDICIÓN: Dear Music Teacher (Andy Biersack y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora