Capítulo 1.

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(...)

Narra Tiffany

Luego de despertar por el sonido horrible del reloj, fui al baño, me lave mis dientes y me arregle para ir a mi primer día de clases. Me subí a mi auto y conduje.

Llegue a la escuela, aparque mi BMW negro y me baje. Tenia miradas puestas en mi y se escuchaban rumores de mi. Al volver a California y me reconocieran se volvió un problema.

Me adentre a la oficina para buscar mi horario.

-Buenos días mi nombre es Tiffany y vengo a buscar mi horario.-La secretaria me dio mi horario.

-Tú primera clase está en este mismo pasillo. Búscala por los números en las puertas.

Salí de la oficina tratando de encontrar mi casillero y me tope con la hermosa y popular de la escuela.  Lorena Glugord. La conozco desde que íbamos a primaria. Siempre nos caímos mal.

-¿Que miras niñita se te perdió algo?- Me miro sorprendía.

-No me sorprende que la popular de la escuela ande por ahí enseñando su trasero por todos lados.- Dije mirándola burlona.- Si que has cambiado. Ya no eres la pequeña niña tímida de la primaria.-Me miró y se rió.

-No, ya no y espero que no me tengas envidia cariño. Tengo todo lo que quiero gracias a mi esfuerzo. No gracias a mis padres.-Fruncí mi ceño y me acerqué.

-Cuidado con mencionar a mis padres Lorena. Tampoco soy la misma de antes.-Dije pasando por su lado molesta.

(...)

Después de dos horas en el salón de historia sonó el timbre que indicaba la salida al almuerzo. Entre a la cafetería, algunos me miraban y susurraban mientras otros seguían con su vida.

Pude divisar una mesa vacía. Camine hasta esta y me senté a comer mi hamburguesa y mi lata de refresco. Mis ojos se toparon con Johann Dumbest, el chico más mujeriego que existe en California.

Me sonrío, le mostré mi dedo favorito y se le fue la sonrisa. Vi como se levantó de la mesa y caminaba hacia donde estaba sentada.

-Hola hermosa, ¿Por que tan seria y vulgar?- Todos en la cafetería nos estaban mirando y callados en espera de que diga algo.

-Déjame en paz, ¿Por que no vas con una de tus novias y te diviertes con ella? Ahora si me permites tengo cosas que seguir comiendo o moriré de hambre.-Me levante de la silla con mi comida y salí de la cafetería para ir a otro lugar. Siento unos pasos que se acercan a mi rapidamente, justamente el idiota que no quería ver.

-¿Por que no eres como las demás? ¿Por que me me tratas así si no me conoces?

-¿De verdad quieres saber? Pienso que eres la persona menos interesante en este instituto. No quiero saber de tu egoísmo, de tus caprichos y de tus encantos.- Le dije incómoda y un poco molesta. Me fui caminando hacia otro lado donde nadie me viera y me dejaran en paz.

Luego de algunas horas era tiempo de irnos del instituto, pensé en irme caminando pero la verdad tenía un auto. Me subí a mi auto y alguien tocó el cristal de mi puerta. Era Johann. Baje el cristal y lo mire frunciendo el ceño.

-¿Que no te dije que te alejaras?-Le pregunte y este nego.

-Pensaba que podíamos salir hacia un.-Subí el cristal y acelere el auto sin dejarlo terminar. Mire por el retrovisor y ahí estaba parado levantando sus brazos.

Conduje hasta mi casa y me baje del auto para entrar a está.

Después de cenar y hacer las tareas me di una ducha relajante de 15 minutos. Me vestí y me acosté en mi cama a descansar. Mi teléfono comenzó a sonar y lo tome para atender la llamada desconocida.

- ¿Quien esta llamando?-Dije cansada.

-Hola Tiffany. Estoy bien gracias, me siento bien, muy buenas noches.- Dijo Johann sarcastico

-¿Como te atreves a llamarme y como conseguiste mi numero de teléfono? Eres un idiota déjame en paz. ¿No lo entiendes?

-Solo quiero que me digas por que me tratas así, aunque ya lo se pero no importa.-Colgué sin dejarlo hablar más.

Me vestí con mi ropa deportiva y me fui a buscar un nuevo gimnasio para poder desahogarme de la manera que más me gustaba.

Encontré uno a cinco minutos de mi casa. Me adentre y fui en busca del entrenador pero un cuerpo trabajado y sudado se paro enfrente de mi.

-Niña es mejor que regreses por donde venias, aquí no entran mujercitas como tu.-Le di un puñetazo en la boca y en el pómulo lo cual hizo que cayera al piso. Aproveche y lo patee con fuerza hasta que me alejaron de él.

Boxeadora  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora